Ese es mi número de asiento

Joder, en los autobuses es donde te encuentras de todo. Es un muestrario genial de toda la fauna social, un autentico zoo. Quiero decir, te encuentras a todos los espectros sociales, estudiantes y abueletes, gente de ciudad y de pueblo, parejas de novios, familias enteras, jinchos descamisados y llenos de “oros” y honestos trabajadores, inmigrantes, extranjeros viajantes a la aventura con su gran mochila a la espalda… incluso algunas veces te encuentras sentado al lado de un conocido al que no esperabas ver o incluso coincidir varias veces con un mismo desconocido y acabar entablando amistad con él.

Joder, yo me quiero fijar en un especimen genial. Es el de “ese es mi número”
Prototipo: Mujer de unos 50-60 años, con sobrepeso pero con ropas aireadas para “disimular” el hecho, perfecto peinado casco, de esos de los de ponerse todas las mañanas los rulos para estar más guapa, Gafas-pasta de sol de diseño de decada-indeterminada; y lo mejor, esa fascinante educación sacada del mas roño nacionalcatolicismo pueblerino…
Total, que estas tu sentado, tranquilo y sin molestar a nadie. Partimos de la base de que el autobus esta con la mitad de los asientos libres… Y ahi llega ella, con el tema, la ves acercarse, echa un ojo a tu número, dices vaya, ya tenemos a la gorda…”Es que ese es mi número”.

Hasta aqui, ninguna objeción. Al fin y al cabo, si en este viaje los billetes estan númerados es por algo. Es logico pensar, es probable que se acabe llenando-te tengas que cambiar de sitio.
Pero no, me refiero a) a que el autobus NO SE VA A LLENAR (va a salir pero ya y no hay nadie mas para subirse, y b) esa desesperación y soberbia y por coger su número, y sobre todo la puta falta de educación al pedirlo… “es que ese es mi número”, joder, si ese es tu número, tienes razon, date por contenta, nadie te lo va a negar, pero joder… pidelo bien! pero claro, “es que ese es mi número”

Y ahora la situación real. El mismo viernes pasado, voy para Malaga. Un viaje especialmente pintoresco, como contaba al principio, como contaba al principio, con una fauna mas colorida de lo habitual. Mucho estudiante, mucha conversacion, mucho guiri, bastantes abueletes, un sudamericano con su cerveza derramada dormido en un asiento, una familia grande con sus matrimonios – hermanos – cuñados – hijos, comentando y hablando en voz alta para medio autobus, con chistes que de vez en cuando te arrancaban una risa.
Bueno, pues a mi lado (al otro lado del pasillo), una abuela, bastante mayor, con su nietecita al lado. La nieta, de unos 3 años, si estaba dando un poco por culo con un tetris con el altavoz en alto y ese chirrido que suelta, y la abuela la tenia que vigilar porque estaba siendo mas traviesa de lo deseable, y no era cosa de separarse mucho de ella.
Pues ahi estamos, con el autobus casi lleno (que esto es para otro post, pero casi siempre me las apaño para llevarme los dos asientos para mi).
Y entonces llega ella. La Gorda. Se presenta delante de la abuela y suelta su frase. “Es que ese es mi número” Y ya esta, y tan feliz, se de media vuelta y espera; ahora la abuela se transforma en Yoda, pega un salto de rana voladora y aparece en microsegundos en su verdadero asiento. Obviamente, la abuela no lo hace, y apenas ha podido empezar a moverse cuando La Gorda se da media vuelta. Ve que la abuela sigue ahi, recogiendo las cosas de la niña (que obviamente no va a dejar sola ahí), y entonces se sorprende, y repite alzando el tono de la voz, y al mismo tiempo distante y soberbia. “es que ese es mi número”
Joder, que al final la abuela se tuvo que dar prisa… y yo pensando…

¿Es hora de cagarse en sus muertos? Respuesta: No. Aun queda la perla. Al sudamericano, borracho, tuvieron que echarlo en la estación de granada, tuvieron que venir los seguratas. Total que sale, y empieza el rumoreo. Y aqui ya de la conversación no me entere mucho, pero los primos hablando en voz alta y haciendo comentarios sobre el sudamericano, jocosos desde luego, pero no muy racistas, no al menos con lo que aun tendria que venir. Asi que alguien acabo saltando, ya no sé quien fue “si me da igual, pero que no vengan a invadirnos”.
Y entonces salto ella. La Gorda. Va y dice.
“es que a mi me dan alergia”

Que le dan alergia.
Y seguro que no lo dice con maldad, que ella no tiene nada en contra de los “morenitos”, ni de los “sudacas”, que vienen a “quitarnos el trabajo”, pero eso si, le dan alergia, ella está convencida, CONVENCIDA de que le dan alergia, aunque son simpatiquisimos y muy graciosos, con su piel oscurita.
Y seguro que tampoco cogio su asiento con maldad, simplemente cogio su asiento porque le pertenecía, innegablemente, categoricamente, la normativa de la compañia de autobuses no permite la más minima flexibilidad para cambiarse de número de asiento y sobre todo, ella no ha quebrantado una norma en su vida. ¿quien es ella no para romper, ya siquiera interpretar una norma? Y es más ¿que pensará ella de aquellos que se dedican a romper normas?¿a romper el orden establecido?
Y seguro que hay tantas cosas que ella hace sin maldad, y sin embargo tantas otras que para ella se hacen tan mal y que se estan perdiendo, cosas tan importantes… como coger su PUTO NÚMERO DE ASIENTO

Por lo menos, cada vez son menos

Un Diosecillo de tres al cuarto
Uno es incapaz de imaginarse

3 comentarios en “Ese es mi número de asiento

  1. Hola Rufo, he leido tu blog y ademas de tu estilo satirico-caustico el cual solo comparto a medias. Entiendo tu cabreo para con la falta de educacion de algunas personas a la hora de pedir su numero. Xo, nunca has oido eso de el que este libre de pecado que tire la primera piedra o aquello de la paja en el ojo ajeno? Si, son ensenanzas sacadas de la fascinante educacion del Jesusito de mi vida.

    Alguna vez has oido la palabra asertividad y lo que eso supone?
    saludos

  2. pues mira, asertividad, una nueva palabra que he aprendido, gracias!
    Por lo de “jesusito de mi vida” pues no puedo mas que disculparme si te he ofendido, yo tambien me pongo algunas veces de los nervios y seguramente en este caso soy el primero que peco de prejuicios
    En fin, solo quiero decir que eso, que la gente podria ser un poco mas relajada, no ser tan inflexibles, y como bien dices, ser mas asertivos

    Por ahi tengo una frase que me mola mucho “la rectitud absoluta es la mayor de las injusticias”
    Un saludo

  3. HOLA RUFO:
    SABES? ME PARECIO MUY BUENO TODO LO QUE EXPRESASTE, ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO, A ESEPCIÓN DE UNA COSA, YO K TU SE HUBIESE DICHO A LA SEÑORA POR FAVOR SEA UN POCO CONSIDERADA Y COMENTARLE QUE, ´QUÉ LE PODIA PASAR SI NO SE SENTABA EN SU ASIENTO? PUES NADA.

    UN SALUDO ATTE: ANGIE

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