Ser Profesor (1)

Como llevo tres cinco meses sin escribir en el blog, muchos ni lo sabréis: pocos días más tarde de mi penúltima entrada (exactamente el trece de septiembre), me llamaban desde la Delegación de Educación de Córdoba ofreciéndome un puesto como profesor interino de Tecnología en la enseñanza pública, y a elegir entre tres localidades de la provincia, todas con vacante para el año completo: yo resultaba ser el primero de la lista en dicha provincia. También me daban 48 horas hábiles para incorporarme (en la práctica, cuatro días, pues me llamaron un jueves, para incorporarme ya el lunes, primer día lectivo).

Así pues, lo que melodramáticamente creía que iba a ser una larga espera concatenando irregularmente destinos fugaces (“la penitencia del interino”, lo llamé), se resolvía frenéticamente en segundos; los que tuve, con Google Maps delante, para elegir entre los tres destinos, y echándolo casi a suertes, para quedarme con un destino en el corazón geográfico de Andalucía a las faldas de la Sierra Subbética: Luque. A una hora y media en coche tanto de mi pueblo, Canena (en Jaén); como de Granada capital, así como Málaga; y teniendo la propia Córdoba a menos de 50 minutos, (las otras opciones eran Villaviciosa y Fuente Palmera, la cual por cierto conozco bien aunque por razones que no vienen al caso), quedarme en Luque era una mera cuestión logística.

Y aquí llevo cinco meses, hemos superado ya la primera evaluación así como lo más duro de la ‘cuesta’ de enero (y febrero), que por su puesto, han sido frenéticos. Ahora que me veo un poco más tranquilo, dejadme que os lo cuente un poco.

*(por cierto, con este, inauguro el tag/categoría “Docencia” en este blog, pues este es un camino que empecé al menos en 2014)

Antenas de telefonía y televisión en la peña de Luque #atardecer #antenna #luque #cordoba #fisheye #sunset #sunsetporn #cloudporn #dusk #anochecer #vientoyfrio #stormy
A post shared by Rufus HG (@rufo_83) on Nov 6, 2018 at 4:42pm PST

Los frenéticos primeros días

Como os podéis imaginar, esas semanas de septiembre fueron la leche. En primer lugar, esperar durante largos días que la Junta de Andalucía publicara con soporífero retraso la puñetera bolsa (incumpliendo plazos que ellos mismos habían publicado y con los sistemas informáticos fallando…), y que esperábamos muchos interinos, hirviendo en los grupos de Whatsapp. Finalmente, la publican esa mañana del día 13, y descubro que dentro de la bolsa bilingüe (tengo el C1 de inglés) estoy en el tercer, cuarto y quinto puestos en mis provincias cercanas (Jaén, Granada, Málaga), y lo más llamativo, el primero de la bolsa en Córdoba, Sevilla, Cadiz, y Huelva. Vamos, que la llamada era inminente. La lista se publica a las 1 de la tarde y recibo en torno a las 5pm esa llamada por parte de la Delegación de Educación que comentaba antes, y sin mucha ceremonia, en pocos minutos todo queda zanjado. El lunes debía estar en Luque listo ya para dar clase. Decido presentarme con mi padre la misma mañana del viernes en el pueblo a conocer la zona, el instituto, aunque fuera a saludar, aunque nada me obligaba a hacerlo (he de decir que fue muy buena idea); el fin de semana fue de organizar cosas (tampoco se podía avanzar mucho, todo sea dicho), y el lunes un breve claustro informativo, y directamente, me lanzan con mis alumnos. Atravieso el rubicón cumpliendo la ceremonia de escribir mi nombre en la pizarra (Ohmygod!) en una hora de pura presentación con ellos, y luego supuestamente ya, a dar clase.

Además de dar las clases en bilingüe, descubro que soy también tutor de un 2º de ESO (nacidos en 2005, echad cuentas), también me han asignado una asignatura llamada “Iniciación a la Actividad Empresarial y Emprendedora” en 4º de ESO sobre la que, imaginareis bien, no soy tal vez el más adecuado para impartirla… y además, soy también jefe del departamento de Tecnología.

Eso, el lunes, pues el martes tenía directamente las seis horas completas, de 8 a 14.30. Esos primeros días estuve en un hostal mientras buscaba piso, y esa noche del lunes al martes fue especialmente difícil. Un lugar nuevo, la inquietud propia de la situación, el calor aún común de esos días de septiembre, y el particular hecho de que el balcón de mi habitación daba directamente a una carretera nacional (la N-432) en la que en ningún momento dejaron de pasar coches. No sabéis cuanto ruido hace la rodada de un camión, aunque pase solo a 50. Dado que además tenía (como ha seguido siendo todos los martes) guardia de recreo, por falta de previsión no tuve en toda la mañana ni un solo momento para parar, ni para un café, ni un tentenpie, ni literalmente siquiera para mear. Cuatro grupos distintos, todo nuevo, e infinito papeleo por delante. Seguiré hablando de cuanto puede cansar, pero, tras años viviendo la docencia en mi casa (en mi familia hay laaarga tradición docente), y persiguiéndola como algo a lo que aspirar, podéis imaginar que al acabar ese primer día completo, bautizo de fuego, me plantease profundas preguntas de carácter existencial: ¿Va a ser así siempre? ¿Quiero 30 años más de esto?

¿Cómo acabó aquella semana? Aportaré el siguiente dato: ese sábado tenía por la mañana una muy esperada boda en Granada de un muy querido amigo. Digamos que el despertador fue no derrotado; sino aplastado, aniquilado, por mi agotamiento.

Para bochorno universal y muy sentidas disculpas (y mucho “perdón por el retraso además de por llegar tarde”, jaja), llegué tres horas tarde a dicha boda.


Zuheros desde el Mirador de la Atalaya #fotografia_nocturna #zuheros #cordoba #fall #landscape #panorama #fisheye #eos77d #long_exposure #night #nightphotography #beautifuldestinations #lookslike #fire
A post shared by Rufus HG (@rufo_83) on Nov 4, 2018 at 1:29pm PST

Siguiente entrada: las posteriores semanas, que por fortuna, fueron, y siguen yendo, bastante mejor.

Cosas que piensa uno a los 35

Cuando cumplí 25 hice unas cuentas, algunas de las cuales, evidentemente, no han cambiado. Este noviembre Rick Deckard perseguirá, quien lo duda, replicantes en Los Angeles; Skynet lleva años controlándolo todo sin que nos hayamos dado aún cuenta; y el 31 de diciembre de 2033, si sigo aquí, cumpliré inexorablemente 50 tacos.

Pero, también hablaba de la agobiante sensación por el aplastante, implacable, inexorable paso del tiempo, y contaba que me sentía estafado, expresandolo de una forma que ahora, como es natural, encuentro un tanto naif, y bueno, propia de ser diez años más joven. La pregunta es ¿me sigo sintiendo estafado? Pues lo respondo claro y directo: no. Y la respuesta que voy a dar, entiendo que os resulte un tanto estrafalaria, pero es la que encuentro que mejor lo resume: porque no me he aburrido ni he parado quieto. He vivido bastantes experiencias, me han pasado bastantes cosas (buenas y malas), y también he buscado activamente que me pasen otras, la mayoría muy buenas. No me arrepiento de nada, estoy contento de estar donde estoy, y de a dónde (parece) dirigirse mi vida. He aprovechado estos años. Entonces, hace 10, es sencillo entender lo que me pasaba: perdía escandalosa y desastrosamente el tiempo. Conseguí acabar la carrera (hace solo 7 años, eh), he viajado, he estudiado y vivido en el extranjero, he conocido muchas personas maravillosas, me he emancipado, me he enamorado, he vivido… incluso, parece, he madurado… Vamos, que no ha estado mal.

En el Caminito del Rey (Málaga), hace apenas una semana.

Y sigo repasando cuestiones, un tanto más triviales: la incipiente calva que me inquietaba, ahí sigue, avanzando aunque sin consumarse, y lo más importante, sin que me importe demasiado. Tengo al fin una barba plenamente desarollada, como la que siempre admiré en mi padre, que me gusta y cuido mucho. Hago ejercicio (incluso he hecho *mucho* ejercicio, con gimnasio y bicicleta todos los días, aunque no puedo mantener ahora ese ritmo), mi dieta es mucho más variada y equilibrada; y mi estado físico, aunque sin alardes, es en general es bastante mejor que el de hace diez años. He aprendido (y sigo aprendiendo) a organizarme, a trabajar, a ser eficiente. Me conozco mejor, sé lo que me gusta, sé relacionarme mejor conmigo mismo y con los demás. Lejos de entenderlo ‘bien’, si al menos entiendo mejor como funciona todo: yo, las personas, el mundo. A resumidas cuentas, me siento bien.

A la pregunta de ‘qué responder cuando no has acabado la carrera con 28 años y te preguntan en tu primera entrevista de trabajo por tu experiencia laboral’, tengo La Puta Respuesta, que da para otro post ;)

¿Y lo demás? ¿Las chicas? ¿Vivir en pareja? ¿Tener un proyecto de vida? ¿Los niños? Todo en proceso, aunque me queda la última pendiente definitivamente pendiente. Pero por razones por las que muy tonta e infantilonamente me voy a hacer el misterioso (uuuUUUuuuu!!) y guardaré para el demorado aunque intentaré que inmediato, próximo post; diré que ahora mismo tengo niños a raudales* 😁

*Si me seguís en Instagram sabéis a que me refiero.

Aquella vez no me gustó cumplir 25, pero por razones un tanto obvias: entonces no me acababa de gustar mi vida. Era una especie de toque de aviso, de meta volante, de examen parcial, y el resultado de aquella prueba dejaba que desear. Hoy por hoy no es que esté ‘enamorado’ en si de tener 35 (por pedir, pediría tener el potencial y la plasticidad -y especialmente las rodillas- de un chavea de 23 o 24 años), pero el hecho en si de cumplir años, de comprender la unicidad y la fugacidad de la vida de uno, es lo que hacer querer bebérsela a cántaros, a la vez que saborearla dulcemente.

Y, ay, sobre la muerteya me extendí en su día. De la forma más sana y constructiva posible, dejó de obsesionarme. Precisamente asimilando que llegará, y que mientras tanto, nos debemos a nosotros mismo el exprimir la vida al máximo posible. Cómo debe de ser.

Espero llegar a los 100, y llegar bien, y contento al echar la vista atrás. Un saludo ;)

Au revoir, Granada

A las claras: con gran pesar en mi corazón, me voy de Granada.

Superluna en San Miguel Alto

Me he ido ya, de hecho, ayer mismo acabe de empaquetar, deje las llaves de mi piso y volví con el coche tan lleno, que probablemente la meretérica me hubiera parado si me llega a ver (es una forma de hablar, pues veía bien en todos los retrovisores; pero voy al grano: en verdad no puedo hacer el chiste que quiero hacer 😬)

¿Y porqué me voy de Granada, con lo que objetiva y subjetivamente me gusta la ciudad? Bueno, tan sencillo como que por cuestiones laborales. Pero antes de hacerlo más misterioso, voy a ir al grano: En junio me presente a las Oposiciones para Profesor de Secundaria para profesor de Tecnología, y las aprobé, aunque sin plaza.

Hale, ya lo he dicho. He sacado de media de las dos pruebas un 7,86, que no está mal, pero me han crujido en los puntos de baremo -pues apenas tengo experiencia puntuable- con lo que me quedé el 24 en un tribunal en el que consiguieron plaza los 21 primeros. Si, a puntico. Ya contaré detalles, pero llevaba desde febrero, cuando empecé, intentando mantener esto en secreto (precisamente por las susodichas cuestiones laborales), y si, ha sido un proceso intenso, duro, transformador, estresante… vamos, ha sido un viaje, una experiencia, una puta movida. Aprovecho también este momento para pediros disculpas así como agradecer la comprensión a todos los que os estáis enterando ahora cuando sentís que debíais saberlo, y no os prestaba tanta atención, o estaba tan ocupado, sin dar explicaciones. Espero que las aceptéis; tanto las explicaciones, como las disculpas. Como decía, todo este viaje de hacer opos da para hablar; pero hoy quiero enfocarme en otras cosas, e intentaré ser conciso en esta entrada.

IMG_5431 - Verde

Por lo pronto, la primera consecuencia de haber aprobado y entrar en bolsa (y por lo tanto, me pueden llamar en cualquier momento) es que ello es incompatible con seguir trabajando de profesor en ESADA, donde daba clases dentro de la especialidad de Diseño de Producto. Disfrutaba jodidamente ese trabajo, de verdad, y me lo he pasado genial en este año y dos meses que he estado con ellos, con vosotros que me leéis. Ha sido un honor y un privilegio poder enseñar a alumnos tan brillantes y con tanto potencial (algunos de ellos ya andan ganando peazo premios, a su tierna edad, y me siento jodidamente orgulloso de ellos), y que sin duda, si no es por el magro y supuesto margen de ventaja que les saco por edad y experiencia vital, podrían estar dandome clases a mi y a muchos de nosotros, perfectamente. Ha sido, como digo, un honor y un privilegio haberles podido dar clase y compartir tantas horas con ellos. Os voy a echar de veras de menos, aunque espero mantener el contacto. Y por supuesto, a los compañeros, y el equipo directivo. A todos, a los que os considero buenos amigos, muchas, muchas gracias, por todo, de todo corazón.

HDR nocturnos desde San Nicolas

Dicho lo cual ¿Dónde me ubico? Hoy por hoy, desempleado, y de nuevo en el pueblo, instalado en casa de mis padres. A corto plazo, de los posibles resultados es el más incómodo (tanto en los casos de que hubiera suspendido, como si hubiera conseguido plaza, ahora mismo tendría trabajo), pero en honor a la verdad, y en muchos sentidos, es estrictamente el ‘mejor escenario posible’, y con el que me puedo dar con un canto en los dientes. Me ha costado trabajo aceptarlo, eh, pero con esto era con lo que contaba y era mi objetivo cuando decidí presentarme apenas cinco meses antes de los exámenes. No obstante, y aunque me he quedado muy, muy cerca, tampoco se me ha concedido vacante ni destino (mucha gente que ha aprobado sin plaza ya sabe dónde irá en pocas semanas, pues hay más vacantes que plazas se han concedido), pero preveo que en estas primeras semanas de Septiembre me llamen, para un destino desconocido, en cualquier lugar de Andalucía.

Superluna en San Miguel Alto

Además, he de añadir, después de tantos meses ‘encerrado’, lo cierto es que muchas amistades y relaciones las he tenido abandonadas, lo que también es algo que lamento, y mucho. No solo me he quitado de salir estos meses (apenas a veces las cervezas despues del trabajo), sino que también he dejado de ver series, películas, hasta de escuchar música… Y al llegar el verano, y con cierto desánimo por la inmediata incertidumbre, no me he visto ni con el tiempo, ni con las energías, de hacer por intentar recuperar unas relaciones en un momento cuando la ciudad se vacía y casi nadie queda.

Acepto pues mi destino, ahora mismo un momento en el que ni sé cuando me van a llamar, ni a dónde, ni para cuanto tiempo. La penitencia del interino, aunque de lo que se trata, ya sabéis que lo suelen decir, es meter cabeza cuanto antes en la educación pública, y a partir de ahí todo empezará a ir más rodado. Dicen…

Quiero acabar declarando de nuevo mi puto amor a la bellísima ciudad de Granada. Voy a echar de menos a mucha gente, sin duda: pero en este instante, quiero detenerme y reafirmar mi determinación de volver. Canena, es el pueblo donde nací y crecí, y nunca voy a dejar de volver, pero nunca en otra ciudad me he sentido tan en casa como en Granada, pues es la única que he sentido que podía hacer mía.

Untitled

(No sé acabará aquí la cosa, pues de hecho, tengo una lista que publicaré sobre los mejores miradores de Granada, ilustrada con panoramas que he realizado yo mismo).

Y es todo, por el momento. El siguiente post, se lo dedico, en formato videolog, a hablar de cómo han sido las oposiciones en si. Un saludo, y por enésima vez, nunca me cansaré, muchas gracias a todos.

¡Hasta la vista, Granada, nos vemos pronto!

Visiones de la Alhambra (alt 2)

 

Llamando a los cambios

Hola, hoy quiero hacer una breve entrada. Voy a hacer un sutil pero relevante cambio al blog: pasa (paso) a ser semi-anónimo.

Hasta ahora, los que me conocéis en persona y los que no, sabéis que siempre he asociado el blog a mi persona, con nombres y apellidos. Dicho de otro modo: yo, y este blog, eramos fácil de encontrar con una búsqueda rápida en Google, y de hecho estaba pensado para que fuera así.

Pues bien: ya no quiero que esto lo siga siendo (because reasons, razones para nada tristes, pero que no obstante expondré en pocos días); y como no quiero borrar el blog, ni hacerlo privado, ni nada parecido, sencillamente he borrado mi nombre completo de todas las entradas antiguas, y paso a hacerme conocer con un pseudónimo.

Quien tenga el interes y/o la fuerza de voluntad de indagar, A.K.A. “golismear”, puede acabar adivinando mi identidad real, pues ocultar todos los rastros es difícil (aparezco en muchas fotos, tengo muchos perfiles en distintos servicios, y honestamente tampoco me preocupa tanto, no tengo gran cosa que ocultar…), pero al menos el blog, quiero esconderlo un poco a miradas inoportunas, y hacer un poco más difícil ‘unir los puntos’. En cuanto Google actualize los enlaces, a partir de ahora quien me busque por mi nombre, solo encontrará mis perfiles de LinkedIn y Quora (los que me interesan profesionalmente).

¿Y el pseudónimo? Bueno, lo conocéis: va (voy) a ser a partir de ahora Rufus Gefangenen (yo lo pronuncio ‘gueFÁNguenen‘, no ‘jefanJÉnen‘), y a algunos os sonará porque es el mismo que uso desde ya unos añitos en Flickr. ¿Y de dónde viene? Bueno, es sencillo: mi padre, de vez en cuando, me viene llamando así desde niño. Al parecer viene de un verso en sajón/inglés antiguo sacado de “Beowulf” (mi padre fue profesor de inglés durante años), originalmente el verso dice ‘Rufus ge haten’ (que vendría a ser ‘llamado Rufus‘) y que con los años mi propio padre fue corrompiendo hasta convertirlo en Gefangenen (que casualmente, aunque de forma nada intencionada, en alemán moderno significa ‘prisionero‘ o ‘cautivo‘). Personalmente he decido mantener el ‘error’ pero no porque me guste el nuevo significado en alemán adquirido en la corrupción: sencillamente ‘guefánguenen‘ es el sonido que siempre he escuchado, me suena natural; y es también, de algún modo, una forma de hacer una referencia y homenaje a mi padre :)

Por lo demás, sigo siendo el mismo; el blog seguirá en el mismo dominio, y de momento, ni tengo pensado cambiar la plantilla. Pero si, se avecinan cambios; más en próximas semanas…

Naturaleza del Diseño Industrial: una visión personal (Sobre el Diseño Industrial, 1)

Nota: Esta es la primera parte de una serie de entradas relativas al diseño industrial, originalmente destinadas a ser parte de otro proyecto; proyecto que como tal, nunca vio la luz. Ahora rescato estas entradas.

¿Qué es el Diseño Industrial?

La palabra ‘diseño’, en la cultura popular, se suele asignar a productos de calidad, pero con una apariencia espectacular e incluso ostentosa. Esto incluyen desde muebles a automóviles, pasando por dispositivos electrónicos, o aparatos de cocina. Sin embargo esta visión del diseño es muy reducida, ya que parece querer decir que el diseño solo existe cuando este es absoluto protagonista.

Sin embargo, la realidad es que el diseño está presente en todos y cada uno de los procesos industriales y de ingeniería: el diseño está presente en cualquier acto creativo, cada vez que el hombre transforma algo; el diseño esta totalmente presente en nuestras vidas, incluso, y especialmente, cuando este es invisible.

04_SFMOMA_RamsFC

Gramófono Braun Phonosuper SK4 (1956) de Dieter Rams y Hans Gugelot

Como ingenieros de diseño industrial, cuando somos preguntados en qué consiste nuestro trabajo por alguien de nuestra generación pero ajeno al mundo de la ingeniería, en nuestra particular experiencia solemos remitirnos al programa de televisión ‘Cómo lo Hacen’. En este ameno y popular show se ve cómo se fabrica desde una lata de refresco a un piano, pasando por tablas de surf, ratones de ordenador o piezas de Lego. De forma muy genérica e insistimos, explicado para alguien lego en la materia, ese es el trabajo de un ingeniero en diseño industrial y/o de producto, que mano a mano con otros ingenieros de innumerables disciplinas (mecánicos, electrónicos, informáticos, industriales…), nos dedicamos a crear artilugios que solucionan problemas comunes, así como averiguar el modo de fabricarlos, de la forma más eficiente posible, y sin descuidar su calidad.

Sin embargo, como dice un viejo dicho, ‘realmente no conoces algo si no eres capaz de explicárselo a tu abuela’. Por mucho tiempo que le hayamos dado vueltas a este dilema, por muchas charlas entre colegas del gremio, y la única palabra que es coloquial al tiempo que mínimamente precisa, es la de inventor.

Picture1

Y efectivamente, inventamos, creamos artilugios, ‘ingenios’ (de ahí la palabra ingeniero), que solucionan dichos problemas. Problemas de muy diversa magnitud, desde cómo pelar más fácil un huevo cocido, hasta cómo crear un automóvil eléctrico cuyas baterías se carguen y reemplacen más rápido.

Por supuesto el diseño industrial, además de servirse del conocimiento científico, la tecnología de materiales y los avances en procesos de fabricación, no debe estar carente de valores éticos, morales y humanos.

El diseño industrial debe ante todo ser útil, bello, y honesto.

• Útil, también en el sentido de eficiente, ergonómico.

• Bello, en el sentido de atractivo y placentero para los sentidos.

• Y honesto, siendo no solo elegante, sino también sostenible (con el medio ambiente), y desde luego transparente en su función.

El diseñador industrial es el puente entre el acto de creación y la industria; entre el arte y la máquina; de el hombre para el hombre, a través y con ayuda de la ciencia, la técnica y la tecnología.

scan4 233 trygge

En cualquiera de los casos, el fin último del diseño industrial es proveer soluciones, mejores, más eficientes, facilitando y mejorando no solo los procesos que acontecen en la industria, sino haciendo más fácil y cómoda la vida de las personas.