Cambiando un poquillo de tema, ¿Creeis que con tantas posesiones materiales, la realización personal -a la que se refiere Edward Norton en El Club de la Lucha (genial sátira poco comprendida)- es capaz de hacernos más felices? De hecho, las posesiones materiales normalmente dice que nos ayudan a descubrir finalmente lo vacia que está nuestra vida.
Hay dos datos que siempre me han parecido curiosos. Por un lado, existen encuestas que aseguran que en Sudamerica, África y el Sudeste Asiático es donde la gente se considera a si misma más ‘feliz’. Por otro, en Japón y en los paises nórdicos es donde más altas tasas de suicidios se dan: curiosamente, los de más renta per cápita del mundo… interesante, ¿no?
Por un lado, es sencillamente imposible ser ‘siempre felices’, en el sentido en que normalmente se apetece ser: la felicidad no es mas que un chute de hormonas que de vez en cuando, bajo determinadas circunstancias, nuestro cerebro ordena segregar, en momentos y escenarios puntuales. De esa droga hay una cantidad, más bien pequeña, que hay que administrar: cuando se acaba se acaba, y hasta pasaomañana a las siete no nos llega la siguente carga (por contra y por desgracia, es sabido que el dolor no tiene limite). Otra cosa es admitir como felicidad el sencillo (y nada raro, aunque depende de para quién) estado de neutralidad, ni frio ni calor, toy bien, no toy mal, pero tampoco de putísima madre. Como vengo diciendo, parece haber cierto empeño en estar siempre ‘de puta madre’… y no es físicamente posible.
Bien, despues de esta pequeña introducción, viene la siguiente, aunque esta ya no es más que una conjetura de elaboracion propia (y vuelvo a citar a Dremin, que dijo una vez una cosa que me hizo bastante gracia):
Nos la apañamos para inventarnos nuestros propios problemas/enemigos, como individuos y como sociedades.
Normalmente, cuando alguien tiene problemas (de trabajo, de familia, de salud, de dinero), se ve en cierto modo absorbido por esos problemas, lo que por un lado le entumece y no le deja con la misma facilidad pensar en el resto de asuntos y problemas, menores, que pudiera tener; por el otro, le permite disfrutar con mas facilidad del resto de (pequeños) placeres de la vida.
Por el otro, cuando alguien acaba por no tener problemas, por alcancar ese tipo de felicidad que comunmente se ansía (digamos alguien que tiene posesiones, dinero y salud; dejo aparte el amor que completa la trilogía para facilitar la comprensión del ejemplo): tarde o temprano se aburrirá, no se sentirá saciado por lo que tiene, y acabara por sentirse infeliz. Por el otro, y seguramente por el ‘exceso’ de tiempo libre (asumiendo que alguien que no tiene problemas monetarios tiene tiempo), lo tiene también para pensar, para darse cuenta de sus carencias, de aquello que no posee y ansia, un deseo que seguramente volverá a convertirle en alguien infeliz… (vaya cuadro, ¿no?)
***Una película de que forma tangente tiene que ver un poco con esto último, que he recuperado hace poco y me encanta, es Retratos de Una Obsesión, con Robin Williams.
Ahora mismo se me esta ocurriendo una analogía curiosa. Supongo que sabeis que las alergias no son más que una sencilla y literal reacción natural del sistema inmunológico: se aburre ante la falta de desafíos. Tanto es así, que acaba reaccionando ante quien no tiene que reaccionar, ante algo tan inofensivo e inocuo como una vulgar particula de polen, provocando en nuestra sistema respiratorio los consabidos problemas ‘colaterales’. De hecho, dicen que es bueno que los niños jueguen en la tierra y se ensucien, para que su sistema inmunológico crezca fuerte y estable… ¿será esto aplicable/extrapolable a una sociedad naciente e inmadura, hacerla pasar por las penas del hambre, de la guerra y de una dictadura asfixiante, para que sepa quien es el verdadero enemigo (muchas veces no es otro que uno mismo)?. Sociedades, a las que como a menudo se dice, ‘les falta un hervor’, y no lo digo por ningun gran estado unido concreto…. :D
Como coletilla a todo esto que he dicho (sobre todo por lo de ‘nos la apañamos para inventarnos nuestros problemas’) tengo que acabar añadiendo, y no es menos importante, que esto se aplica más bien a una parte de la gente. Sabemos que hay gente por naturaleza depresiva, y que a menudo ante pequeños problemas se derrumban. Incluso buscan ‘excusas’ para justificar su tristeza, y sin embargo ahí van otros, gente que aun a pesar de los problemas, se sigue encontrando, en general, feliz. Esto se relacciona con el antepenúltimo post, y a su vez, me lo apunto como inspiracion para otro post más que ya sacaré algun dia: optimistas, pesimistas, neuróticos, ilusos y la madre que los parió a todos :)
Uffff… hablas de tantas cosas que apenas se qué decir. Pero si hay algo con lo que estoy de acuerdo es con lo que dijo una vez B. Russell:
«Es preferible la angustia de la lucidez a la felicidad de la ignorancia»
Por cierto, me ha encantado la analogía de la alergia…
Ay dios… estoy un poco como dice Firnthirith (ohu que tela de nombre)… has escrito tantas cosas que no se que decir… Supongo que lo de siempre… no estoy de acuerdo contigo, pero ahora mismo no sabría explicarte ni donde ni porque jajaja es solo por joder la marrana, you know.
Por cierto, cuando vayas a escribir lo de «optimistas, pesimistas, neuróticos, ilusos y la madre que los parió a todos :)» sabes que puedes utilizar mis vivencias para argumentar lo de los neuróticos jajajajaja
Un saludo!!!