Ahora mismo son las 4:20 de la mañana. Buen comienzo, ¿eh? Jejeje. Partimos de un punto basico, y es que todas y cada una de las personas que habitan este planeta tienen algo en comun (olvidaré a la gente responsable, esa que hace que el mundo siga funcionando): Si las ganas que tenemos de estar en la cama cuando nos vamos a acostar (y por supuesto no me refiero al sexo) fuesen las mismas que tenemos al levantarnos (y viceversa), estaríamos en el reino de Utopía, una comunidad perfecta donde todos son siempre felices, los ruiseñores cantan, las nubes se levantan y un gigantesco arco iris surca el cielo…
(por cierto, no tiene sentido llamar a un arco iris gigantesco: todos tienen el mismo tamaño, siempre son arcos de 42º de radio respecto a la linea opuesta al sol y el punto de vista del observador)
A lo que iba. Nunca pillo con gusto la cama, no me gusta ir a dormir, me gusta quedarme hasta lo más tarde posible, desde siempre, aunque empiece a tener sueño y aunque no tenga nada real que hacer. Nunca he sido de siesta, nunca lo he encontrado reconfortante ya que la siesta acostumbra a confundirme aún más. Pero una vez caidos en los brazos de Morfeo (el dios griego del sueño; olvidaos de Laurence Fishburne, por favor) y completado un ciclo razonable que puede oscilar entre las 8 y 10 horas… ¿porque coño me gusta tanto quedarme, y despertarme, mirar la hora, y volver a dormir, y regocijarme en ello hasta por tres o cuatro horas mas?
No, no puedo decir que sea un insomne, duermo bien, profundo y una cantidad razonable de horas al dia. No tengo ninguna enfermedad, ningun desarreglo vitaminico ni hormonal, ningun sintoma extraño (en fin, creo) No es una actitud que me haya encontrado, yo la he buscado: Soy un puto noctambulo nato, queeee le vamos a hacer
Y es que me acuerdo de un jueguecito que teniamos cuando eramos infantes, y era a ver cuales eran nuestros records sueñeriles, a ver cuales fueron tanto las veces que más tarde y temprano nos habiamos levantado como acostado, eventos habitualmente ligados a alguna boda (la vez que mas tarde habiamos llegado a la cama) o alguna convalecencia (la vez que mas temprano). Con 11 años, levantarse a las 12 de la mañana era un record, durar hasta las 3 de la mañana tambien era un acontecimiento. Yo aun sigo recordando de hecho cuales fueron aquellos eventos concretos, que por supuesto se vieron ya muy superados por otros más recientes y que no soy capaz de recordar…
>>(…) Una noche con 39 de fiebre y alucinaciones. Quedarme a ver el 1,2,3 con Miriam Diaz Aroca hasta las 12 de la noche. Cada vez que ponian en la tele «Esta casa es una ruina» o «Los Goonies», demasiado tarde, habiendo clase al dia siguiente. Conseguir ver «Desafio Total» y tener luego que dormir del susto con mis padres teniendo 10 años. Un dia durmiendo en casa de un amigo, mil veces durmiendo en casa de amigos. La nochevieja de 1996, viendo en Antena3 «2010: Odisea 2» hasta las 5 y media de la mañana. Una boda, otra boda, mil bodas. Aquel primer ordenador y todos los videojuegos que conseguí. Una noche de juerga un poco extraña, otra noche de juerga, mil noches, todas siempre bajo el beneplacito y la bendición del aún entonces restrictivo control paterno. El Canal Satelite Digital. La primera noche estudiando sin dormir. El primer trasnoche. El viaje de fin de estudios. Los dias de selectividad. La conexion a internet. El ordenador, por fin en mi dormitorio. Abandonar Informática de Gestión en Jaén y estar 9 meses en mi casa sin hacer nada. Irse mis padres de viaje una semana y quedarme solo en casa por primera vez en años. Venirme a Malaga a estudiar Diseño Industrial. Conocer a gente de mi calaña. Vivir solo y a mi aire. No tener horarios ni requisitos. (…)
…
Bufff. Ademas, hubo otro descubrimiento. Al trauma de levantarse a las 7 todos los dias para ir a clase, algo que hoy por hoy soy incapaz de concebir ni imaginar, se reveló un dia de nevada el placer de despertarse (mas bien, ser despertado) y darse cuenta de la posibilidad de continuar indefinidamente en la cama. Despertar para saber que se puede seguir durmiendo. Una autentica droga. A la que me he vuelto adicto. Una de los mayores placeres que se conocen, los otros tambien los conoceis bien. (comer, cagar y por supuesto, follar; ¿lo duda alguien?)
Ademas, tenia gracia cuando tenia que ir a clase, como en esos 15 minutos prudentes que me auto-regalaba desde el momento en el que el despertador sonaba y un ser mecánico que contralaba mi cuerpo realizaba automaticamente el acto de estirarse a encender la luz, y finalmente levantarme con solo otros 15 minutos para coger el autobus (los medidisimos justisimos y necesarios, ¡jamas lo perdí!), en fin, en esos 15 minutos en los que claramente me volvia a dormir, tenia sueños, y uno de ellos, el mas recurrente y curioso, consistia en el acto de darme media vuelta para mirar el despertador y corroborar que aun no habian pasado los 15 minutos de los que disponia y por lo tanto seguir durmiendo… Muchas veces, para colmo de males, el sueño consistia en que el reloj marcaba o bien una hora absurda, o peor aún; que hacia 10 minutos que se habia marchado el autobus, algo inimaginable justo por el hecho de que jamas se llegó a dar en la realidad…
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No se decir en que punto de inflexion comencé esta mala costumbre. Sé que en primero de bachillerato jamas veia cronicas marcianas y en segundo veia cronicas, el telediario 3ª edicion, la teletienda y su puta madre. Oh, gran amiga la teletienda, tiene material para hacer mil monologos del club de la comedia, jejej…. El caso es que en aquella epoca dormia 4 horas al dia, luego era lógico que los fines de semana nadie me moviera de la cama. Fue ademas el año del viaje fin de estudios, el del primer trasnoche chungo, pasaron cosas interesantes por aquel entonces.
Aún tendria que llegar la selectividad, el no aprobarla, el verano estudiando, septiembre y las torres gemelas, buscar informacion sobre las carreras en internet, matricularme en Jaen de Informatica de Gestion (y aborrecerla desde el principio), hacer todos los dias 2 horas de autobus para ir a la facultad… Aquello fue raro. Conectarse a internet, para mi desde luego, fue un acontecimiento. En fin, tecnologicamente siempre he ido con retraso porque a mis padres todo el rollo de la electronica nunca les ha llamado la atencion -todo lo contrario que a mi- , en mi casa no hay equipo de musica, jamas he tenido una videoconsola, la television tiene más de 20 años y mi primer ordenador lo tuve hace 5.
En fin, que me conecto a internet por primera vez, es decir, me conecto al mundo, en el sentido más global de la palabra, salgo de mi pueblo para caer en la venerada gran telaraña de la información. Entro en mil sitios, resuelvo mil inquietudes, formulo mil preguntas a las que encuentro mil respuestas, conozco mil personas. Una epoca movidita, donde la tonica general era acostarme a las 3 o 4 de la mañana, chateando, visitando sitos porno y sitios a secas, descargando mil cosas, en fin, probando todo lo que puede ofrecer internet a un chaval como cualquier otro. Y luego, vuelta, levantarse a las 7 para pillar el autobus, estar en la facultad a las 9:30… Aprendí a dormir de pie. No de pie… de pie (eso solo lo hacen los caballos, que yo sepa), pero si sentado, en las bancas del aula, con la cabeza erguida, sin apollarla, sin inclinarla hacia ningun lado, de hecho, no puedo por ello decir tecnicamente que echaba cabezaditas en clase, porque la curiosidad era justo que no lo hacia, pero si sé que me dormia porque recuerdo tener sueños en aquel estado.
Y por fin, llega febrero y los examenes. «esta no es la carrera que quiero, y no voy a seguir subiendo a clase». En septiembre, me iria a Málaga, ese era el plan en mi mente, desde el principio. Pero ahora estamos en febrero. Bien, vamos a ver que hacer, ayudar en el campo, sacarme el carné de conducir, estudiar para mejorar la nota en selectividad. Nada de eso. Si, chavales, lo confieso, 9 largos meses donde solo estuvimos yo y el ordenador, rascandome los cojones en el mas rastrero y literal sentido de la palabra. Desde luego, tuve tiempo para pensar, eso no lo duda nadie. Y cada vez, acostandome más tarde: las 6, las 7, las 8 de la mañana…
Y aqui, llegamos a otro punto de inflexión, punto de embullición, punto critico, cambio de estado, sublimación o como pollas querrais llamarlo. Empiezo a hacer experimentos. Hubo una primera tentativa por corregir el horario. Pensé «Si aguanto hasta las 9 de la noche sin dormir, mañana me levantaré a una buena hora». No funcionó aquella vez, y aún despues de 3 años, no he conseguido hacer que esta técnica me funcione. De hecho, en este preciso aspecto, y a fin de compartir con vosotros una de las multiples conclusiones que he sacado (y las que me queden…), es que tras aguantar largo tiempo despierto (sin actividad física excesiva, no puedo predecir el comportamiento del cuerpo en otras condiciones) no se puede dormir muchas horas. En mi experiencia, estar 24 horas despierto y dormir a continuacion 12 no es posible. Contra todo pronostico, cada vez que lo hago, suelo dormir de 5 a 7 horas, y me levanto totalmente descansado, absolutamente incapaz de continuar en la cama, más raro aun ya que con esta cantidad de horas de sueño y en condiciones normales jamas me encuentro descansado. El resultado es que si intentaba acostarme a las 9 de la noche, a las 3 de la mañana estaba otra vez despierto… que desastre. Despertarse a esas horas es realmente deprimente.
En fin, ya en agosto, y a un mes de irme a estudiar a Malaga, mis padres se fueron de viaje dos semanas, suficiente para no tener que hacer comida, cena ni ningun tipo de compromiso. Se me fue la olla. Creo que esa semana duró 5 dias, es decir, dormi solo 5 veces. Pero no fue mas que una antesala de lo que estaba por venir, lo que tan solo me podia imaginar…
…
>> Llegamos a Málaga, a la vida universitaria, la residencia, la rutina ejemplar. Ya he hablado sobre esto. Llegué el domingo. El martes ya estuvimos 5 chavales hablando hasta las 5 de la mañana, 3 de los aquellos son hoy por hoy mis mejores amigos, compañeros de andanzas… Pues esa parte empezó bien. Las 6 primeras semanas subia con los mios a clase, a todas las clases, a piñon fijo. Luego pasaron una serie de cosas, un parcial, un viaje… el caso es que por primera vez, rebasé alli el limite del amanecer, consiguiendo eliminar al tiempo la posibilidad de ir a clase en el que ya era ese mismo dia. 18 de noviembre de 2002, siempre he tenido muy buena memoria para las fechas, aunque en este caso y por razones que me reservo, especialmente no se me va a olvidar. Y tambien el dia que se abrieron las fauces del infierno… para mi expediente academico. A partir de ahi, fue el acabose, el desmadre. Y lo peor es que no pasaba nada espectacular. Simplemente, la tierra seguia dando vueltas y nosotros viviamos en nuestra inopia particular.
Y ahí estabamos… cuando toda la residencia duerme para amanecer al dia siguiente, alli estabamos nosotros, dando vueltas por los pasillos, retandonos sin palabras para ver quien duraba más despierto, viciandonos a la play, viendo tanta teletienda como es mucho menos raro de lo que en verdad se cree, preparando nuestros sandwiches de atun pa mantenernos en pie, aguantando los soporiferos monologos del portero rajando sobre el dueño…. Y al final siempre era yo el que más tarde se acostaba. Al principio eramos muchos, habia mucha bulla, cuando no eran unos eran otros, por alli, si no estaba uno estaba otro. Pero a partir de cierta hora, eramos 4 que siempre estabamos a piñon fijo: Zulo, Iñaki, David y yo.
Y entonces empezariamos a hacer historia, batir records. Aguantar 20, 24, 32 horas despierto (hoy por hoy mi marca esta en 35, dipuesto a superarla en cuanto se dé la ocasión). Dormir 4 horas en 5 dias, o dormir 18 horas seguidas. Dormir 5 veces en el mismo dia. Hacer semanas de 5 dias. Peliculas una detras de otra. Jugar como cosacos al Mafia, al Colin McRae 2, al GTA, al Need For Speed Underground… Partidas de Risk (acabadas y sin acabar) de 14 horas. Y por supuesto, las prolongadisimas tertulias, que es con lo que me quedo y mejor recordaré, de todo este periodo. Pero es que no era una vez, sino una y otra y otra y otra, tantas veces como pudiera pasar.
Y así, dos años. La rutina era muy peculiar. Cada dia nos levantabamos a una hora distinta. Incluso algunas veces entre nosotros nos descoordinabamos de horarios y tal vez estabamos dias o semanas sin vernos, como muchas veces me paso con Zulo, a pesar de vivir practicamente puerta con puerta. Por lo general, habia epocas en las que conviamos de forma armoniosa con el resto de la gente y epocas en las que no veiamos a ni cristo (ni nos veian a nosotros) Un semana teniamos un horario normal, y otra estabamos son ver luz del sol. La igualdad estructural entre un dia y otro (levantarse, ducharse, primera comida, comodín de la llamada, segunda comida, comodín del publico, tercera comida, comodin del 50 por ciento, y acostarse) se veia contrarrestada por el hecho de cada dia todo sucedia a una hora distinta. Unas veces nuestro desayuno era la comida de los demas y otras la cena. De hecho, el unico factor rutina en nuestra vida eran las horas de ingesta de alimentos, horas impuestas y limitadas por la dirección y comunes para todos los residentes. A medianoche dependiamos por lo tanto de nuestra propia comida, basada en gran medida en el pan de molde y el atun. Obviaré decir que se nos olvidó que era la facultad, se nos olvidó que habia personas responsables, gente recien duchada y de parpados hinchados con los que nos cruzabamos a la hora de bajar a desayunar, la que a menudo era nuestra cena, mientras nuestros ojos eran de un rojo humo rodeados de un oscuro halo misterioso.
Y se empezo a correr el rumor, unos seres vigilaban en la noche, que instigaban al portero para que les dejase abierta la sala de internet, seres de piel descolorida; a veces, si se prestaba atencion, y se poseia suficiente valor para aguantar despierto, se escuchaba su música saliendo de sus paredes, sus carcajadas, sus pies arrastrando. Aparecian diciendo buenos dias cuando la peña veia «los serrano», y si madrugabas dicen que podias verlos bajar a por bollos crujientes de pan. Seres que perdieron el contacto con la civilización, la capacidad para distinguir el sabor de la carne, la melodia de los arboles, la caricia de la brisa. Sus ojos crecieron, sus pupilas se rasgaron, su capacidad de orientacion en la oscuridad superaba la de los felinos y murcielagos, aquellos que vivian en sus cuevas, rodados de humo, de ropa sucia, de luz de neon… les crecieron colmillos, su sangre se volvio oscura y espesa, su piel palida, se empezaron a hipersensibilizar a las luces fuertes, solo podían vivir en la noche. (Y el poder del anillo les corrompió). Eran los vampiros. Y yo era uno de ellos.
No se lo recomiendo a nadie. Lo quiero dejar.
…me estoy quitando…
Chuaa! no me digai q no te dormiste en seguida despues de escribir este tremendo testamento! (Osea no digo q sea latero leerlo en estado de vigilia pero a esa hora,con sueño,con toda la creatividad y memoria q exige…: S)Y seguro q batiste un nuevo record de horas despierto escribiendolo (Que loco tio! Es como pasar las horas escribiendo sobre el tema mismo q estas viviendo en el momento en el q estas escribiendo! xD!)
«Una de los mayores placeres que se conocen, los otros tambien los conoceis bien. (comer, cagar y por supuesto, follar; ¿lo duda alguien?)» A ver comer…mmm…depende q…cagar dura muy poco y follar a la larga cansa…Yo me qdo con las caricias, y charlas con una linda chica…eso de consegirse pareja dura para
toda la vida (sobre todo si eres asperger ; ))…esq acaso no os interesa el amor pd0=0445wwq9nrbrbeiu17y98!?(Es broma tio xD!o me gustaria q escribieras un articulo relaiconado a eso)
Bueno eso amigo…me gustaria q vinieras a chile (No sabes cuantos asperger aqui te necesitan!Eres un genio sabelo!!)o q por ultimo te conectaras a msn…Ya q nadie (bueno casi nadie) me ha podido ayudar ultimamente…y yo creo q el mejor consejero para un asperger es: OTRO ASPERGER (MAS INTELIGENTE Q TU)
Saludos Rufo! y sige con este blog q esta geneal!