Cuanto daño ha hecho ‘Inception’, madre mía… (2 de 2)


Aclaración: veo que muchos llegais aquí buscando información sobre la hipotética segunda parte de Inception, película que como ya comenté aquí, me encantó, pero no es de eso de lo que aquí hablo. Para más claridad, leed la primera parte de este postSiento la confusión, y disculpad las molestiasRespecto a la película, creo que la historia de Inception está cerrada, y no me imagino a Christopher Nolan muy interesado en hacer una segunda parte, o al menos en breve. Lo que no quita que me encantase ver una segunda parte, si está en buenas manos.

(Viene de aquí)

De las pocas veces que he conseguido tener sueños lúcidos (esto es, cuando consigues rescatar tu capacidad crítica y darte cuenta que estas en un sueño, pero sin despertarte), lo que más me ha impresionado de ellos es el hiperrealismo que tiene todo, el infinito detalle cuando me fijo en algo, que se ve mucho mejor que en la ‘realidad’. La pregunta vuelve a ser la misma ¿quién crea ese detalle? ¿de verdad ‘existe’ ese detalle en el sueño, o solo se me está haciendo creer que ese detalle existe, sin que realmente haya ninguna parte encargándose de ‘crearlo’?

¿Y cómo llego a hacerme esas preguntas? Muy sencillo: ¿podría existir la máquina de grabar sueños que mencionaba antes?

Si esas imágenes se están sintetizando de verdad, podrían interceptarse, y qué sé yo, de alguna forma trasladarse a un archivo que pudiésemos reproducir luego. Pero si lo único que se crea es el convencimiento de que lo estamos viendo, no hay nada que hacer. Solo percibimos una interpretación sobre la nada, sobre el ruido, igual que si nos quedamos viendo la ‘nieve’ en la tele cuando está desintonizada y después de unos segundos, tenemos la ilusión de ver cosas moverse (diría que hicierais el experimento, pero con la TDT ya no se puede… :S)

A ver, en toda esta entelequia reconozco su punto de absurdo, pues evidentemente los sueños ‘existen’, ya que no solo los recordamos, sino que quien sepa dibujar puede representar luego lo que ha visto. Supongo, que en última instancia, la pregunta en verdad es ¿a que altura de la cadena se cuela el engaño? ¿se proyectan de verdad las imagenes en nuestro subconsciente, o solo lo hace la interpretación digerida y prefabricada? Supongo que sencillamente va todo cogido la mano: con la película que se proyecta, viene incluida la pastilla de ‘te vas a creer todo lo que estás viendo’.

Tal vez en esa zona estaría la máquina de ‘Días Extraños’, que no solo graba las imágenes (en este caso las reales) que ve una persona, sino las sensaciones que vive. Esa máquina si que molaría un huevo.

**Creo que no sobra recordar, brevemente, dos de mis teorías preferidas sobre el ‘por qué’ de los sueños, y ya he hablado alguna vez aquí sobre ellas. Una de las teorías dice que los sueños son un ‘pase de diapositivas’, igual que un bibliotecario se dedica a revisar libros, revistas, fotos, archivos… para ponerlos en el estante y carpeta que corresponde. Presumiblemente el cerebro lo hace con las diapositivas del día o de la semana y no es más que una forma de reordenar, analizar y depurar datos, un trabajo de mantenimiento absolutamente necesario para que no se desate el caos. Otra teoria dice que los sueños son un ‘patio de recreo’ para experimentar emociones nuevas de una forma absolutamente segura desde el punto de vista físico: miedo, ira, amor… experiencias que luego conocemos en el mundo real, pero, insisto, muchas veces nos hemos enfrentado a ellas por primera vez en sueños, y lo más importante, a reaccionar frente a ellas. Como ambas teorías no son excluyentes, y de hecho corroboro en mi experiencia personal la validez de ambas explicaciones, me quedo con las dos.


Cuanto daño ha hecho ‘Inception’, madre mía… (1 de 2)

Que no, que es broma: Incepcion (Origen) era y sigue siendo un peliculón, pero quería mencionarla en el título y ahora comprendereis por qué. Quiero revisitar una sección que tengo un poco olvidada del blog, la de los sueños, y os quiero contar las circunstancias de uno especialmente curioso que he tenido recientemente (os sugiero leer antes este artículo para poneros en antecedentes). Bueno, va.

Estoy en un cuarto. Mi cuarto, de hecho. Bueno, no es mi cuarto, solo unas pocas cosas se parecen, pero ya sabéis como son las cosas en los sueños: en ese momento, es mi cuarto. Como hace dos días que tuve este sueño, no lo mantengo demasiado fresco, pero recuerdo que sencillamente estaba haciendo fotos (¡emocionante, fotos en mi cuarto, que locura! Normal que haya olvidado la mayoría del sueño…). El caso es que despierto de ese sueño, y ahora si, descubro con total y absoluta fascinación que han inventado una máquina que graba los sueños, y más alucinante aún, yo mismo tengo una.

Y lo primero que se me ocurre hacer es lo más sencillo: comparar las fotos que he hecho en el anterior sueño en mi cuarto, y ver cómo de exactas son las fotos que había tomado y compararlas con mi cuarto real. Encantado de la vida y felicísimo con mi dicha, procedo a comparar las fotos (que he podido descargar al ordenador con dicha máquina) con mi dormitorio real. Científica y sistemáticamente comparo cada detalle, un un programa a medio camino entre el Photoshop y que tienen los de CSI, con esos megafiltros mágicos, con el que se puede comparar cada detalle aumentandolo hasta el infinito, y ver las diferencias entre la realidad y lo que yo me imaginaba en el sueño. Y si, hay cosas que coinciden, y cosas que no, pero no deja de fascinarme el hecho, como siempre me ha pasado, de que en un sueño, las cosas, aun siendo falsas, equivocas y radicalmente distintas a las de la realidad, te tienen plenamente convencido de que son lo más normal del mundo. Es lo más mágico de los sueños: apagan por completo tu capacidad crítica.

Entonces, ahora ya si, suena el campanario, tocan las 12 de la mañana y tengo empapadas de sudor las sábanas, como es inevitable en este verano que parece que ¿por fin? nos está visitando. Ni máquina de grabar sueños ni pollas: todo era obviamente otro sueño, y yo tengo un cabreo encima por no poder haberme traído la máquina conmigo al despertarSigue leyendo

Inception (Origen)

¿Cómo empezar a hablar de está película sin siquiera amagar con destriparla? Soy de pensar que estas cosas, una peli, un libro, se recomiendan a un amigo con unas palabras sencillas: ‘Creo que te va a gustar’. Te conozco, sé tus gustos, no hace falta que te diga más…

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¿Decir clásico instantáneo, decir peli de culto desde ya es pasarse? Ayer estaba tercera en la lista de las 250 mejores películas de la historia de la IMDb* ¿Lo es decir que casi crea un genero nuevo? aunque no me imagino el modo de acercarse a ella sin resultar un rip-off vomitivo…

*(el top 250 de la IMDb es una lista mucho más basada en el voto popular que en el de críticos profesionales, tambien es relevante decir que The Dark Knight llegó en esa lista al primer puesto y ahora está en el 11)

Da igual, Inception no hay que recomendarla, no hay que anunciarla. Viene con una campaña publicitaria muy potente y te gusten o no los temas que trata casi seguro ibas a ir a verla, si es que no lo has hecho ya. Pero seguro que el boca a boca también estará funcionando muy bien. Y me fascina eso: hacer una película tan grande como esta, partiendo de una idea tan compleja, tan escurridiza, con la que cualquier director con menos talento que Christopher Nolan hubiera patinado desde la primera escena. Esta película se estudiará, entre muchas otras cosas, como una tremenda manera de salir airoso, de una forma tan elegante, de un tema tan peliagudo. La venden casi como una peli veraniega de acción para todos los públicos (y oye, ¡sorprendentemente también lo es!), pero no nos engañemos: es ciencia ficción, y además muy bien contada, equilibrada, compleja sin ser inaccesible. Sin destripar nada más, dejemoslo en esa frase: la peli va sobre ladrones (de guante blanco) de sueños. Toma ya.

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En adelante he intentado evitar spoilers, pero os creéis susceptibles de enteraros de más cosas de la cuenta, es responsabilidad vuestra seguir leyendo. Sigue leyendo

Sueño, 99% tal cual

Su grasienta melena rubia y su rostro curtido y ajado por tantos años de peleas y alcohol se escondían bajo su capucha, aunque algunas mechas de pelo se escapaban y ondeaban al viento. Estaba subido al borde de un andamio que se asomaba a un amplio y profundo bocado en el suelo del desierto salado, del cual procedía un acre olor a muerte, a óxido, a residuos químicos y metales pesados. La estructura a la que estaba subido parecía destinada a soportar la de una nave encallada, a modo de monumento; una nave blanca circular, con la clásica forma de platillo, incrustada con violencia en el superficie salada del antiguo lago, mientras, uno de sus flancos se elevaba unos 10 metros en el aire, absolutamente destrozado, tal vez por el impacto de un misil. La estructura de la nave permanecía de un blanco impoluto, excepto la parte que había recibido el impacto había sido invadida por el intenso rojo oxido, malsano, con su estructura descubierta, pútrida, casi parecía corrupta a la usanza de la materia orgánica.

-No sabemos nada de él. Ni siquiera que edad tiene. Los datos más antiguos a los que nos permiten acceso son de hace 10 años, y tampoco es mucho: solo este vídeo.

Apartamos la mirada de él y nos dispusimos a ver el video. Transcurría precisamente en esa boca abierta del suelo, y era un volcado directo de la señal de su nervio óptico, es decir, un vídeo en primera persona. Vemos como anda detrás de un guardia de seguridad por un terroso camino, abajo en el barranco, en lo que parece son solo unos metros al aire de una compleja red de galerías subterráneas. Es un día nublado, gris oscuro. En ese instante ante sus pies cae del cielo una pistola. No todo estaba perdido. Dos mujeres fuertemente armadas se descuelgan por la pared del barranco y acribillan a los soldados: estos apenas son adolescentes, y su sofisticado equipamiento no compensa su deficiente entrenamiento, incapaces de enfrentarse a su primera y única acción de guerra. Otra vez la guerra. La señal sináptica  detecta como el protagonista se estremece al ver esos cuerpos acribillados, cayendo ante el fuego de las granadas y de las bombas incendiarias, uno tras otro. Había jurado no volver a matar. Y allí estaba, siendo rescatado por dos de sus viejas compañeras. Camaradas que de repente, necesitaban su ayuda.
El rescate no les había salido tan limpio como pretendían: alguno de los soldados había conseguido dar la alarma y antes de darse cuenta ya estaban allí dos tanquetas escupiendo implacablemente balas sobre ellos. Si se demoraban demasiado los zumbadores no tardarían en aparecer y todo habría acabado. Él se había quedado arriba, sin apenas cobijo pero teniendo al alcance de sus manos una de las ametralladoras de las torretas de vigilancia, si es que las tanquetas le dejaban alcanzarla, por supuesto. Sus dos compañeras habían conseguido inutilizar una de ellas, que ahora yacía reventada en el fondo del barranco, pero la otra que tenia una ametralladora periscópica que les tenia en serios apuros. Apenas se intentaba acercar a la torreta, la tanqueta se elevaba, casi podia alcanzar cualquier angulo, no habia cobijo posible. En la oscuridad las ráfagas de balas trazadoras iluminaban todo el barranco y por momentos habia linea directa de tiro: le era posible ver directamente el cañon de la tanqueta resoplando fuego, y quien sabe como es que las balas no le alcanzaban directamente. Alguna lo hizo sobre su casco, y ni siquiera entiende como el impacto no destrozó sus cervicales, aunque aquello le aviso de que le iba a hacer falta algo más que cojones para deshacerse de esa fastidiosa tanqueta.

La señal del vídeo acababa ahí. Mientras, ahí arriba él lo había estado recordando todo, sin necesidad de ver el vídeo. Nos miraba de reojo con cierto rencor en su mirada: estábamos hurgando en algo que no le apetecía recordar. Aunque debía cuadrarse ante nosotros, algo nos decía que le debíamos un respeto y una consideración que definitivamente no estábamos teniendo con él.

Y en eso él recordó sus dias en la isla, aquel verdor, aquellas aguas divertidamente peligrosas, aquellos animales aun por catalogar y esa tenue atmosfera en la que constantemente alcanzaban a verse las estrellas. Y por supuesto, aquellas constantes escaramuzas con los contrabandistas por defender su terreno. No fueron dias tranquilos, pero sin duda los echaba de menos: eran lo más parecido que había tenido a un ‘retiro’. Y le costaba entender como habia vuelto a esto.

La mala follá que tiene el sueño…

No que voy el otro día (anteanoche, para ser exactos), y se le ocurre al siguiente sueño pasarse por mi cabeza: cambian el plan de estudios de mi carrera, y de todas las asignaturas que ya tengo hechas, me convalidan apenas cuatro, y encima cuatro mierdas de marías. A tomar por culo todo: vuelvo a estar en primero. ¡Dios!

Lo he pensado muchas veces: con lo que cuesta ya aprobar, casi hay que agradecer que no ‘desaprueben’ asignaturas’. No es lo mismo soñarlo que vivirlo, pero se acerca mucho más a eso que sencillamente imaginarlo. Los sudores y el pulso acelerao al despertarme no me los quita nadie xDD