Vale, ya está. Y ahora, ¿qué? (Parte 1)

Vale, ya está. Estoy licenciado. Soy, al fin, Ingeniero Técnico en Diseño Industrial, y bla bla bla. Y ahora ¿qué?

Ya, solo con esta primera frase de entradilla, os podéis imaginar por donde van los tiros, ¿no? No voy a decir que me faltan fuerzas, porque no es ni mucho menos el caso. Pero si que me falta el espacio, que me falta el tiempo y el momento de compartir, o corroborar, lo que pienso, lo que pensamos y sentimos todos de la situación, porque por la cabeza me bullen una cantidad de cosas que ni sé si sabré volcar aquí correctamente…

¿Os acordais de cuando a cuando a Zapater no le gustaba llamarlo a esto crisis…? (qué ideaca)

La cosa tiene pinta de durar, mínimo, diez años. Insisto, tirando por lo bajo. A la indignación que siento, sentimos (palabra que ya me empieza a parecer gastada), sumo un mucho de estupefacción con otro tanto de puro y duro cabreo. Y por ratos, revuelto con otras sensaciones como las de impotencia, apatía, y por que no, un algo de miedo mezclado con morbosa curiosidad de ver cómo sencillamente todo se puede ir a la mierda.

(…)

Me faltan las ganas de escribir, de hacer chistes, de publicar cosas que no tengan que ver con esto. Como si no existiera otro tema, todo lo demás me parece ridículo, irrelevante. Lo decía Almodovar, pero ya hasta lo noto en los blogs de humor. Hay chistes buenos, que me hacen tanta gracia como los de siempre, pero me da cosa compartirlos sin mas, sin dejar claro que no pienso que la situación sea algo para el cachondeo, sino todo lo contrario.

 

Todo empieza (bueno, lo que es empezar… entendedme…) con el 25-S. Con vídeos que me provocan, con cada escena, sensaciones y emociones muy fuertes y viscerales. Como que no entiendo cómo no se lía más la cosa. Mucho más. Y mientras, Rajoy apelando a la ‘mayoría silenciosa’ que no se queja.

 

Y tan silenciosa. No crea Rajoy que mi ‘silencio’ se debe a que estoy de acuerdo con la situación. Aquí me veo, con la famosa carrera al fin acabada y de vuelta en mi casica de mi pueblo. Con mi familia. Ayudando en el campo. Exactamente igual que cuando tenía 17 años. Solo que ya no los tengo. Y sin perspectivas inmediatas de que la cosa cambie: aquí me veo como mínimo un par de meses más. Porque además no puedo irme. Pero hasta aquí, las circunstancias familiares. Porque no estoy como para quejarme mucho: la verdad es que la comida, el techo y el internec los tengo asegurados.

(…)

¿Irme fuera? Pues claro.

Es la única cosa que agradezco a este gobierno: dejarme cristalino que aquí no hay alternativa. Si antes yo, como me imagino que tantos otros, me aferraba a la idea de quedarme, a la comodidad, por la cercanía, de intentarlo aquí, ahora veo que esa es una opción totalmente inviable.

Oye, que me voy a Dinamarca

Supongo que viene al caso reflexionar sobre esto, pues yo mismo hace unos años miraba con cierta desazón a todos los españoles con estudios, de mi generación, preparados, que se iban fuera. Pensaba, tal vez de una forma ingenua, que nuestra responsabilidad era la de quedarnos, ayudar a levantar el país, pues si no ¿qué futuro habría, si se iban los mejores? (evidentemente no me incluyo entre ‘los mejores’, que no es cosa de dar pie a que se os escape la risilla…)

Pero en lo que a mi respecta, ya he estado fuera, no me da tanto vértigo. Tengo un inglés creo que bastante aceptable. Y mucho interés en aprender alemán, ya he estado tres veces allí y me ha encantado. El caso es que lo que me jode no es irme: lo que me jode es que me echen. Y casi sin billete de vuelta.

Pero si nos vamos, en todo caso de lo que tenemos es la responsabilidad de volver. Si, la vida da mil vueltas y quién sabe lo que nos encontraremos por allí, si no encarta echar raíces. Pero si no, lo lógico es echar unos años fuera, vivir y crearnos una nueva experiencia, y entonces volver, y volver no solo como personas mejor formadas, sino también más exigentes. Más exigentes como trabajadores, como empleados, como jefes, como consumidores, y viene al caso decirlo, como votantes, como participes de un país y una democracia mejores.

(…)

Esto continua, claro, no creáis que iba a caberme todo en un solo post…

Vale, ya está. Y ahora, ¿qué? (Parte 2: El Principio de Hanlon)
Hasta siempre, astronauta Neil

13 comentarios en “Vale, ya está. Y ahora, ¿qué? (Parte 1)

  1. Pingback: Bitacoras.com

  2. Muchísimas felicidades por esa llegada a la meta de la ingeniería, aunque tú y yo sabemos que a veces se aprende más de lo que haces e investigas solo, que de lo que te enseñan.

    Suscribo tu frase de lo que me jode no es irme: lo que me jode es que me echen. Está claro que aquí no tenemos futuro y que el poco que podamos encontrar será usando muchísimas dosis de imaginación para dedicarnos a algo que se parezca a lo nuestro y nos llene.

    ¿Has preparado ya el portfolio y el curriculum para la ILM? ;)

  3. etringita; gracias :) es cierto eso que dices y hemos dicho tantas veces, pero solo a veces, pero en perspectiva también puedo decir que no es tanta la tontería que me han enseñado en la facultad, cuando ya has tenido la ocasión de verle la aplicación práctica, con asignaturas que odias y una vez que las superas hasta te acaban gustando… :p

    Y bueno, dices algo sobre un trabajo que te llene, el espíritu, lo triste es que ni podemos soñar con uno que nos ¿llene? el bolsillo…

    Y ese curriculum para ILM… jeje, que guapa que eres, me temo que tengo eso un poco abandonado, pero tu ya sabes que en cuanto yo quiera vienen a llamarme :P

    Copépodo (gracias ;) ), eulez; a todo este debate se puede añadir el tema de las ataduras, vosotros ya habéis estado en el extranjero, y supongo que tenéis la disposición (en el sentido de que no os daría vértigo) a iros un tiempo si se da el caso, aparte de (creo que no me equivoco) una pareja dispuesta a seguiros y/o viceversa. Yo por suerte no tengo ningún tipo de ataduras (no tengo pareja, ni niños que yo sepa, mis amigos están dispersos, y soy aún relativamente joven, aunque no mucho más que vosotros ;p), y es algo que debería contar como a favor mía. Porque el verdadero tema es el que tiene que dejar casa, pareja y niños detrás, y de esos también están habiendo un huevo… Pero vamos, que es una mierda se mire por donde se mire O_o

  4. Antes que nada, felicidades, en granaino: Ole tu polla. Por que esto ya no te lo quita nadie.

    Efectivamente, la fuga de cerebros es algo inevitable, como tu otros tantos miles de jóvenes, entre 20 y 35 años seguramente, se tendrán que pirar sin billete de vuelta.

    Los que tenemos trabajo aquí, tampoco podemos tirar muchas campanas al vuelo, malvivimos, nos explotan, y encima te pegan de palos si te manifiestas.

    Intento verlo de una manera positiva, sacar lo mejor de nosotros ante una situación verdaderamente desastrosa, que nos sirva mas como reto que como motivo de queja. Que creceremos en pocos años lo que no hemos crecido antes por las comodidades que hemos tenido y ahora se han esfumado.

    Quedarse no es mejor opción que irse, ni viceversa, elijas lo que elijas ganarás algo y perderás otro tanto. No existe un consejo en estos casos mas que agarres las oportunidades que tengas al vuelo y que cojas experiencia, porque no eres de los mejores ingenieros, pero en cuanto trabajes unos cuantos años lo serás.

    Espero que para entonces esto se haya suavizado y podamos seguir viéndonos de vez en cuando cogiendo un bus o nuestro coche, no un avión XD, aunque bueno, tener alojamiento en otro país de colegueo no te voy a decir que esté del todo mal… :D

    En fin… lo que si te digo, es que lo ultimo que podemos permitirnos es desfallecer, que ahora hay que currar el doble o el triple de duro, no por salvar la patria, si no por nosotros. Y espero que aprender la lección de todo esto, porque ahora el mundo es de otros, pero dentro de un tiempo será nuestro, y debemos saber como manejarlo.

    Un abrazaco

    • David, te digo lo que ya te he dicho por facebook, que ahora al menos para mi es el momento idóneo para irme: no me he acomodado, no tengo ataduras, y estoy psicologicamente hecho a la idea y con los idiomas frescos. Lo de pararme a ‘echar un vistazo’ por aquí por España ni me lo planteo porque a) al extranjero debo de ir de todos modos, quiero ir, ya sea tarde o temprano, y b) ya habrá tiempo de volver a España.

      Y lo que es seguir formandome, aparte de que no hay dinero en la casa como para que yo siga con la mandanga, el tipo de formación que necesito ya es trabajar. Algo que aparezca en el curriculum, eso si que me formará aunque sea a ostias, como me dices siempre

      Y exacto: el mundo *aun* no es nuestro, pero lo será, es uno de los puntos que he dejado para más adelante ;)

      Pos eso nen, abrazus!

  5. Pingback: Vale, ya está. Y ahora, ¿qué? (Parte 2: El Principio de Hanlon) | RIdP

  6. Pingback: Vale, ya está. Y ahora, ¿qué? (Parte 3: La piel de toro) | RIdP

  7. Pingback: Vale, ya está. Y ahora, ¿qué? (Parte 4 y última: ¿Qué hay de mi, de nosotros?) | RIdP

  8. Pingback: Me voy | RIdP

  9. Pingback: El post que no quería escribir hasta que acabase la carrera. Ahora si. | RIdP

  10. Pingback: Ración Individual de Personalidad: Diez Años | RIdP

Responder a Rufo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.