En fin, os quiero contar una de las cosillas que nos ha pasado en Barcelona: ha sido uno de los puntos del viaje, y aunque puedo suponer/sospechar que esto viene de atras, yo como buen gañanazo de pueblo que se impresiona con cualquier cosa de la ciudad he de contar esto.
Venimos de marcha del sabado, ha salido la cosa bastante redonda; ya son como las 6 de la mañana, y estamos con unas cosas y las otras, echando unas risas.
En esto, un pavo se baja corriendo, y con la misma prisa que sale vuelve a entrar. Se habrá equivocado de parada. Soltamos algunos comentarios jocosos y la risa crece. El caso es que en la siguiente parada lo vuelve a hacer. Se ha equivocado de parada por segunda vez, uno de los nuestros habla con uno de los suyos, y la conversación es algo así como ‘no tienes huevos a bajarte en la proxima con él’. La risa aumenta enteros mientras nadie se entera de nada. Y todavia lo hace una tercera vez; ya es descomunal, risa de la buena, contagiada y contagiosa, sin control y con dolor de estomago. En un momento, yo todavia en mi malentendido, me acerqué diplomáticamente al muchacho para suavizar las cosas y le dije «tio, no nos estamos riendo de ti, nos reimos contigo», a lo que el se limitó a mirarme con cara de ‘si si; tú rieté, no te estas coscando de nada, ya veras cuando te enteres’.
Asi que salió una última vez: pero no volvió a entrar; pensé a lo primero: «este se ha largado al vagón de atras para que no nos sigamos riendo de él», a lo que inmediatamente siguió un «este es el vagón de atras». Y con todo, seguía sin computar, sin enterarme de nada. Total, que llegamos a nuestra parada y ahí llega la revelación. El muchacho vuelve a entrar. Y esto es lo bueno, me interesa hurgar en esos instantes en los que tu cerebro no admite la verdad y estas hojeando explicaciones posibles, hasta que ves lo único que ha podido ser:
El gañan se ha agarrado a la parte de atras del convoy, ha dado un salto de un metro, sin garantias, hacia un pequeño saliente, se ha agarrado a una barra que quien sabe lo sujeta que podría estar (llena de grasa además: traia a la vuelta las manos negras), completamente a oscuras; si te caes dificilmente lo cuentes, y si lo cuentas seguramente solo lo sabrá el siguiente conductor del siguiente convoy poco antes de pringar de rojo el parabrisas. Pero poniendome en la mente del loco: es que por no poder, no puedes ni vacilar. Nadie te ve directamente, por lo que carece de espectacularidad, es como un vulgar truco de magia, sacar el conejo de la chistera y malamente…
Metring, pensé, «si tiene nombre es que viene de antes», aunque tambien es un nombre lo suficientemente penco y obvio como para que a los otros se les haya ocurrido en el instante. Que carajo, metros y trenes existen desde hace más de un siglo y apuesto que no es el primer gilipollas que se le ocurre semejante gañanería.
Sin pruebas gráficas, al menos puedo dejar un video movil de Jose contandonos la experiencia
El otro día pusieron un reportaje sobre el metring (no me acuerdo ni del canal ni nada, así de mal voy), y pusieron este mismo video. Curiosamente en él no sale nada de metring, pero así es la vida.
Pues si, Rafa, que cosas :)
De verdad no te acuerdas del canal?
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