Hola, hamigos, hoy os traigo una cosa distinta: ¡Un Video!
No, tranquilos, no creo que me haga v-logger, esto ha sido un experimento que creo que no me ha salido mal del todo (aun con sus declarados fallos, soy capaz de publicarlo sin que se me caiga la cara de vergüenza), pero lo cierto es que me apetecía probar, y que tenía dos buenas razones para hacerlo.
La primera razón, es sencilla: estreno cámara, una Canon 77D que me he auto-regalado (después de ahorrar unos dinerillos teniendo dos trabajos distintos), y me apetecía probar el equipo.
La segunda razón para hacer el vídeo tiene bastante más entidad, y es un buen motivo de celebración: después de ocho años de toda esta movida, Google me ha devuelto la cuenta de Youtube.
En fin, toda la historia al respecto la cuento, sin mayor dilación, en este vídeo:
En el vídeo cuento todas estas historias, cómo fue perder la cuenta de Youtube, lo que ha supuesto no tenerla (muy drama-del-primer-mundo, lo reconozco xD), y la pequeña aventurilla de recuperarla. En los minutos finales (que reconozco que lo mismo sobran, pero ya sabéis como me gusta divagar, you know, it’s me!), aventuro algunas ideas que tengo si me decido a continuar este canal de vídeo como v-logger en el sentido clásico. Dejemoslo por un momento en un ‘ya veremos’. Más abajo, por cierto, hablo del pequeño time-lapse de la entradilla.
Dicho esto, surge una pregunta: si el vídeo lo grabé y edité hace cuatro meses, ¿por qué lo publico ahora?. Pues ahí va otra aventurilla: Porque me entraron a robar a mi piso y se llevaron el portátil.
El Robo
Como lo oís. Mi querido Sony Vaio de 2010 (hablo de él y lo muestro en el vídeo a partir del 9:35), que era aunque un poco viejete, con las actualizaciones que le había ido haciendo mantenía el tipo. En el piso en el que vivía este verano* era un primero, e iluso de mí, al llegar el verano, una noche que salí a tomar unas cervezas, tuve la feliz idea de dejar al balcón abierto. Y al volver fue eso lo que me encontré: un no-ordenador encima de la mesa. Tan flagrante era su hueco, que por afán de señalarlo, quien lo robó ni se llevó el cable del cargador ni el ratón. De hecho fue lo único que se llevaron, a la vista había más equipamiento valioso, pero todo apunta a que quien lo hizo (probablemente uno o unos adolescentes) entraron a la aventura, sin saber que iban a encontrar, y a pillar lo primero que vieran. Ninguna puerta estaba forzada, no removieron nada, y probablemente no estuvieron más que unos segundos dentro. Lo denuncié, vino incluso la policía científica a tomar huellas; no he vuelto a saber nada, e hice por olvidar este desagradable episodio y pasar página.
*Hoy por hoy están resueltos esos ‘problemas’ de accesibilidad, que os veo con ojos golosos de volver a colaros algunos :P
El ordenador en si no valía mucho (ya digo, tenía casi 7 años), y gracias a esa obsesión que sufro llamada «diógenes digital» (entre otras medidas, pago 10€ al mes por 1TB de espacio en Google Drive), no he perdido ningún dato relevante. La sensación inmediata a la sustracción fue una mezcla de cabreo, primero conmigo mismo y luego con el mundo, cierto sentido de haber hecho el ridículo, y sobre todo, unas ganas de ignorar todas esas sensaciones y seguir adelante supremas.
Por unas semanas me prestaron un portátil del trabajo, y finalmente me he comprado un nuevo equipo, esta vez de torre: un AMD Ryzen 7 1700 de ocho nucleos, 16GB de RAM, SSD de 256GB y HDD de 3TB, todo sobre una MSI X370 Gaming Plus, y acompañado de un pedazo de pantalla Benq de 24″ y resolución QHD (lo que técnicamente se conoce como pura gloria, no querría más). Si os preguntáis por la gráfica, he dejado el hueco (por el momento salgo del paso con una monger) para cuando pueda adquirir una GTX 1080 o equivalente, pues de momento no puedo hacer ese esfuerzo. El equipo, contando la futura gráfica, vale unos 1500€.
Tiene ocho nucleos (‘octo-core’ en la jerga), llegó un 1 de octubre, y por dentro tiene luces rojas… evidentemente lo he bautizado OCTUBRE ROJO, frente a otras opciones igualmente tentadoras pero en exceso ‘inmediatas’ como Skynet, Estrella de la Muerte, o Morgoth (MUTHUR-6000, el nombre del ordenador central de la Nostromo en Alien, ya está pillado por el equipo que uso en el trabajo). Evidentemente estoy encantado con el equipo, y lo cuento… por que tenía ganas de contarlo 😅
Pero, ¿que tiene que ver todo esto con lo del vídeo youtuber de arriba?
Pues que cuando lo subí, hice algunos visionados a amigos, y todos coinciden en lo mismo: es largo. La sinceridad me puede, no puedo no decir algo que sé. Tenía previsto editarlo, eliminar toda la segunda mitad… y entonces sucedió el robo. Llegamos al día de hoy, sigo teniendo dos trabajos y bastante poco tiempo de andarme con pamplinas, y cuando he vuelto a ver el vídeo, reposadamente y con algo de distancia en el tiempo, pienso que no es que sobre la última mitad, sino que por sobrar, podría sobrar el vídeo entero 😅 Dicho de otro modo, no hay edición sencilla que lo arregle (conservar el archivo original del proyecto en Premiere hubiera ayudado); y total, como experimento y primer intento que es lo que es, mejor lo dejo como está. Aprendamos, pasemos página, y futuros vídeos ya serán distintos ;)
Y eso es todo. Espero que disfrutéis el vídeo, y me hagáis una justa valoración crítica. Respecto a la entradilla, aproveché una pista gratuita extraída de Premium Beat (no conservo el archivo original ni el nombre), pero quiero hablar del Time Lapse del amanecer, del que soy el autor.
El Time Lapse
Con la misma razón de estrenar la cámara nueva, el pasado solsticio de verano (bueno, exactamente el día 17 de junio de 2017, era el día que más cerca me pillaba del solsticio estando en mi pueblo) me levanté para tomar un time-lapse del amanecer con mi fiel Canon 1100D, mientras echaba otras tantas fotos con esta nueva Canon 77D (gran salto a nivel técnico respecto a la anterior, que no obstante sigue manteniendo el tipo; os dejo esta tabla comparativa hecha por moi, donde también las enfrento a otras cámaras similares)
Rompiendo credos y transgrediendo cánones, si, madrugué un sábado sin que nadie me lo pidiera ni me obligase (imagino que aquel trabajo que tuve en el que entraba en el taller a las 6AM no cuenta nada), y por voluntad propia, cogí el coche de mi padre y me planté en la carretera de la presa del Giribaile aproximadamente en este punto, donde estuve desde las 5:00 hasta aproximadamente las 8 de la mañana.
Os dejo con el vídeo resultante (en si no es gran cosa, un tanto breve), así como con unas cuantas fotos, que si creo que son más hermosas. Disfrutadlas.
¡Saludos!
Hazte youtuber por favor xD
Disfruta de ese pepinaco de ordenador!
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