Qué pena que talento creativo y capacidad técnica no se den la mano más a menudo… (3 de 4): Machinima

(viene de aquí)

Pero bueno, que me desvío mucho. Hablo en el título del talento creativo y de la capacidad técnica. Entiendo que con uno se ‘nace’, el otro se adquiere a base de trabajo y estudio, y ambos son necesarios en cualquier proyecto tanto para crear unos buenos cimientos, como para conseguir un buen aspecto final, porque son disciplinas distintas, y ambas requieren de ambos aspectos. De todos modos, si tu talento en cierta materia cojea un poco, al menos con el esfuerzo y tiempo suficiente creo que se puede paliar, pero donde no hay mata no hay patata, eh. Por ejemplo, Roman no tenía ni idea de composición musical, pero le echó dos cojones, consiguió el software necesario y aprendió a usarlo desde cero con el único propósito de musicar su corto — pero estoy seguro de que todo hubiera sido auténtica caca si no tuviera ni una pizca de idea preclara de lo que quería.

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«Blaze of Glory» by Daniel Seebacher
Completamente generado por ordenador (e-on Vue 7). Incluido el cielo.

Y esto me acerca al (pen)último punto para acabar mi divagación: las herramientas. Dejo atrás el cómic, la escritura, incluso la música, hablo ya explicitamente de cine. Ya cuando aparecieron los primeros aparatos de vídeo caseros, hará treinta y pico años, cineastas como Francis Ford Coppola miraban con fascinación esa nueva tecnología que podría facilitar a cualquier cineasta amateur llevar adelante sus obras visuales (no olvidéis que el celuloide es carísimo, que uno no se pone a grabar en película así como así). Y todavía faltaban lustros para que llegaran los ordenadores con suficiente potencia para editar vídeo, las cámaras HD, y por encima de todos los sobre todos, Internet (entended: Youtube) para su distribución. Ya sabéis, la democratización de la tecnología, la web 2.0, y to eso. Y ahora en los últimos años es cuando se empiezan a ver de verdad cosas de gente que con presupuesto cero o casi cero consigue cosas fascinantes. Con mucho ingenio, con las herramientas que hay a mano, con ideas minimalistas, hay verdaderas obras de arte.

«Primer» (2004), de Shane Carruth.
7000 $ de presupuesto. Escrita, producida, dirigida, fotografiada, protagonizada y editada por el propio Shane.

Y fijaos, desde hace años cualquiera con una buena idea, o como poco, que creyera en ella, ¡que no es lo mismo!— y el tiempo necesario, puede filmar su historia. Y aunque eso es algo que ya necesita herramientas más serias (ya digo, no  es era como escribir un libro o dibujar un cómic), las cosas se han facilitado lo suficiente para equipararlo, o al menos acercarlo a los anteriores. Prácticamente todos tenemos ordenador, y a las malas, una cámara de vídeo HD se puede alquilar, ¡y yo me lo guiso…!

Si te crees capaz, no ‘necesitas’ a nadie, ni para el sonido, la fotografía, manejar la cámara, el montaje… que salga bien o no, es cosa tuya, pero al menos la posibilidad está ahí. Pero de todas maneras, ¡todavía hacen falta los actores! Definitivamente no puedes hacerlo solo. Presupuesto cero, si, muy bonito, pero necesitas a gente con tiempo y que crea en tu idea al menos tanto como tú. Ahí empezamos a liarla. Que tenga tu misma disposición, tu mismo entusiasmo… Tú crees en tu proyecto, pero estás a la merced de otros. ¡Qué pena que uno no pueda desdoblarse y multiplicar su capacidad para trabajar, como hace el Dr. Manhattan! xDD

Aun así… sea cual sea tu idea, no andes con muchas florituras.

Sea lo que sea lo que quieras narrar, piensa en actores de carne y hueso y escenarios reales. Y momento, el actual. Y para de contar. Como mucho, algún efectillo visual, si tienes un colega que controla o tú mismo te atreves, pero sin pasarse. Como quieras ambientación histórica o batallas épicas, mejor que te acuestes un rato. Eso, todavía, no. ¿Todavía?

El Machinima

Bueno, si no eres visualmente exigente, tienes el Machinima. ¿Qué es este palabro? Os pongo en situación: cualquiera que tenga una Play 3 o una Xbox 360 se habrá dado cuenta que la mayoría de videojuegos ya ni tienen vídeos intercalados entre los niveles como siempre los hemos entendido: esas escenas las hacen ya directamente dentro del mismo juego. Con los mismos gráficos, el mismo motor, sin pre-renderizar nada. Las consolas y los ordenadores ya son lo bastante potentes como para mover en tiempo real unos gráficos bien decentes, tanto como lo que hace 10 años nos venía pregrabado. Ahora, no es creáis que es cosa nueva: el primer Machinima se hizo con el «Quake» allá en el 96. Pues bien ¿que os hace pensar que ese concepto no se puede usar para crear directamente cortometrajes, o incluso series completas? Ni siquiera hace falta tener muchos conocimientos técnicos para saber manejarse, colocar cámaras, luces y editar el vídeo no es muy distinto a jugar el propio videojuego. Joder, esta herramienta de verdad me fascina, desde que la conozco, cualquiera que quiera jugar y practicar con la edición y el montaje, no necesita de veras ninguna ayuda.

Clean Get Away, basado en una misión del GTA IV y hecho con el mismo editor del juego.
Para mi, un prodigio del montaje y del uso de la cámara en movimiento, ¿os imagináis haber intentado rodar esto en la vida real, con esos zooms y travellings a centímetros del suelo?
Y me quiero imaginar que tal vez lo ha hecho un chaval que no ha tocado una cámara de verdad en su vida…

(…)

Pero y si… ¿y si te quieres poner en serio? Es decir, hacer tu corto no con tristes gráfiquillos de videojuego, que sí, que están muy bien… pero ya me entendéis. Pues a Alex Roman me remito. A Shane Carruth. A Neill Blomkamp. A Fede Alvarez. Hablando también de este último: 300 euros de presupuesto para su corto, 5 millones de visitas en Youtube y un contrato con Sam Riami. Vale, excepto Alex, todos rodaron en imagen real, pero los efectos que tienen sus primeros trabajos no son moco de pavo.

¿Software? Ni piratear hace falta: la mayoría de software necesario en este momento suele disponer de licencias educativas, a precios muy bajos o directamente gratuitas, y a menudo plenamente funcionales. Y eso sin hablar de software abierto. ¿Escenarios? Buscad Vue, o Terragen en google. Alex Roman dice que se bajaba los edificios del Google Earth¿Utillaje? Bibliotecas públicas hay a mansalva. ¿Vegetación? Igual que lo anterior, hay programas que la generan. ¿Modelado? El software especializado en fotogrametría ofrece resultados cada vez más interesantes. ¿Efectos? Fuego, inundaciones, humo, explosiones¿Animación y dobles digitales? Decidme si lo de este programa no es una maravilla. Y pensad que el Project Natal de Microsoft viene a ser un dispositivo de captura de movimiento completo que dificilmente supere los 100 € ¿Actores?

Vaya, actores… Pues si, lo voy a decir: Avatar.
Ya está, creo que me habéis entendido. Esa tecnología se viene desarrollando desde hace años, y aunque las versiones comerciales aún caen ligeramente dentro del valle inexplicable, ¿os podéis imaginar donde nos puede conducir estas herramientas cuando maduren? Y no solo me refiero, como dice el propio Cameron, a que Eastwood pueda hacer otra iteración de Harry el Sucio si le apetece, sino a poner definitivamente todas las herramientas necesarias en manos de una persona. Como para escribir un libro, como para el cómic…

Sé lo polémico que resulta, pero yo entiendo que solo son herramientas, es decir, nuevas posibilidades y libertades.

Euphoria, software de animación procedural

Fotogrametría sobre rostros humanos

Image Metrics, de Paul Debevec

Al final: ¿creéis imposible que una sola persona sea en un futuro capaz de conocer todas las herramientas necesarias para así conseguir lo que visualmente quiere? Tened en cuenta que el software es cada vez son más robusto y fácil de usar. En algún momento, más pronto que tarde no será distinto de usar un videojuego. O al revés: serán los videojuegos quienes alcancen primero ese nivel visual (lo más petero que hay ahora mismo es esto) y no será necesario aprender a usar tanto software…

Imaginadlo, tal vez dentro de diez o quince años: un videojuego para hacer películas. No habrá que saber ‘de ordenadores’: solo habrá que saber hacer cine.

Ataque de Pánico, de Fede Alvarez.
300 euros de presupuesto y contrato firmado con Sam Riami:
de Urugay a Hollywood directo.

(continúa)

Artículo al completo:

  1. The Third & The Seventh
  2. El Cómic
  3. Machinima
  4. ¿Y yo, qué quiero?
Qué pena que talento creativo y capacidad técnica no se den la mano más a menudo... (4 de 4): ¿Y yo, que espero?
Que pena que talento creativo y capacidad técnica no se den la mano más a menudo... (2 de 4): El Cómic

8 comentarios en “Qué pena que talento creativo y capacidad técnica no se den la mano más a menudo… (3 de 4): Machinima

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  4. Bueno, sí y no. A ver si me explico.

    Las novedades tecnológicas han traído muchísimos cambios en el cine. Yo no soy un abuelo cebolleta que diga que eso está mal, pero todo reconoceremos que el mérito que tenía hacer una escena de persecuciones hace 20 años está a años luz del mérito que tiene hoy en día hacer una diez vees más espectacular.
    Las facilidades están para usarlas, ahora bien, nuestra exigencia también tiene que crecer. Si un director hace uso de las más modernas tecnologías, no puede haber fallos. Hace 20 años nos quedábamos embobados con cualquier tipo de efecto especial, hoy en día unos efectos especiales perfectos son una exigencia del público, porque ya no hay excusas.

    Me recreo una vez más en la escena de persecución de Indiana Jones 4: es una auténtica BASURA, son mucho mejores las de cualquier otra parte de la saga, y si me apuras las de los cromas de «El Retorno del Jedi». Poniendo ejemplos de este calibre podríamos seguir durante días, pero creo que se entiende la idea: hoy en día, si una superproducción no tiene unos efectos especiales intachables es de suspenso. Eso no quiere decir que unos efectos especiales maravillosos te lleven al sobresaliente, ni mucho menos, eso es sólo el aprobado, porque el cine ante todo debe ser un arte, y ahí está el problema, que últimamente se olvida demasiado el aspectyo creativo y artístico puramente escénico.

    El cine deriva del teatro, y originalmente el teatro eran cuatro ACTORES con un disfraz cutre y un escenario cutre que, sin embargo conseguían llevar a la risa y a las lágrimas a los espectadores de un teatro de Atenas. Los ordenadores y todo eso está genial, pero si una película en la que se han dejado una millonada no es capaz de hacer lo que cuatro griegos hacían con una careta y una manta, entonces es que es una mala película, así de sencillo.

    Sobre lo de sustituir a los actores por entes digitales, pues es como autom atizar las gasolineras. Vale que a efecto práctico puede llegar a ser lo mismo, no digo que no, pero estás acabando con una profesión.

    Sigo a ver la cuarta parte

  5. Geo; espero esos comment ;)

    Copépodo; bien, Rafa, ¡Bien! :D Me alegro mucho y recibo con mucho entusiasmo tu comentario, entre otras cosas empezaba a temer que esa serie pasara sin pena ni gloria y ya con este comentario me quedo bastante más tranquilo (hey, pero sigo esperando al resto, si tenéis el oído pegado ;) )
    Bueno, por partes. Es evidente que no te acaba de convencer y me gusta, ¡que tenga esto un poco de sabor!
    Te doy completamente la razon en el aspecto clave de todo lo que dices: lo que importa es la historia y saber contarla. Punto. De un guión malo nunca va a salir una buena película. Puede ser espectacular, impactante, pero no se la va a recordar. Un buen ejemplo, de nuevo en el terreno de la acción, es La Jungla de Cristal: decía un crítico que sigue consiguiendo mucho más la primera con un solo rascacielos que la cuarta con todo un país en manos de terroristas. Que no me sirva como disculpa, es muy, muy importante lo que puntualizas, pero si me lo permites, diré que si, lo he tenido en cuenta al redactar todo esto, pero por razones de espacio lo he dejado deliberadamente en el aire, así como también dejar un buen cabo suelto por donde esperaba enganchar algún comentario, algo que genialmente has hecho. Seguro que Alfie tiene también algo que decir al respecto, me gustaría saber que opina (aunque creo que le conozco lo suficiente para saber por donde me podría saltar ;D )

    Ahora bien, te digo donde me has dado un palo pero de los buenos: ni se me había ocurrido que igual que se ha elevado la calidad técnica, se ha elevado nuestro nivel de exigencia. Es desde luego una obviedad, pero no se me había pasado por la cabeza. Ni hace falta que te vayas a El Retorno Del Jedi, sino que cualquier peliculilla con efectos digitales tirando a mediocre de los diez últimos años ya está envejeciendo mal. Igual que tu citas la selva de Indy 4 (que no se si quedó claro, a estas alturas te doy absolutamente la razón de que esa selva olía y huele a cuco), yo me remito al Schwarzenegger de Terminator Salvation: de ese chuache de plástico ya me decía una amigo que de aquí a unos años nos vamos a reír, y probablemente esté en lo cierto.
    Pero vaya, en mi defensa (supongo que ya te has adelantado al siguiente artículo), yo no hablo de obras profesionales, yo me refiero a obras amateur, de aficionados, sin necesariamente los mismos medios, conocimientos y sobre todo tiempo para conseguir la misma calidad que una obra pro, al menos en el aspecto técnico. En toda la serie hablo de eso, de las herramientas que ya se encuentran en manos de cualquiera, y que le dan la posibilidad a cualquiera de contar lo que le plazca. Supongo que ahí se puede levantar un poco la mano, ¿no?, realmente algunos machinima que he visto son realmente impresionantes. Y de todas formas, fíjate que el trabajo de Alex Roman, de aspecto amateur tiene poco, a nivel técnico es impecable.

    Si no te convence ninguno de esos puntos, al menos me concederás lo siguiente: piensa al menos en estas herramientas como terreno de aprendizaje. Pueden servir para ver si alguien ‘vale’ para contar historias, sin comprometer el tiempo y el dinero de nadie más. Y al mismo tiempo que sirva como trampolín de cualquiera que no se pueda permitir estudiar, o que sencillamente no haya decidido tomar ese camino.

    Bien. Lo que definitivamente no estoy de acuerdo es en lo de los actores digitales. Vale que aquí, de estas herramientas, concretamente hablo en el sentido de las posibilidades que da a un cineasta amateur (si, si él quiere puede prescindir de actores, pero no deja de ser su elección, allá con su confianza en su capacidad para actuar y acarrear con todos los papeles a cuestas). Pero hablando de cine, con todas las letras, me parece exageradísimo hablar de que los actores se van al paro. Suena a miedo a lo desconocido, a una nueva tecnología que… uuuuhhh. Los actores son insustituibles No olvides que, precisamente para mover esas ‘marionetas’ digitales, precisamente hacen falta actores reales y sobre todo profesionales. Mucho mejores haciendo lo suyo, actuando, que cualquier animador, de una forma mucho más profesional y eficiente. No creo que nadie les quite el trabajo. Si, más de un actor querrá ‘rejuvencer’ digitalmente para prolongar su carrera, y será muy discutido y habrá mucha polémica, pero no se puede condenar la tecnología por ello. Y no te creas que es una tecnología a la que los actores le hagan ascos, por lo visto: Anthony Hopkins, Brad Pitt, John Malkovich, Sigourney Weaver, todos ellos han probado la tecnología (y ya ves que no son actorcillos del chichinabo) y hablan maravillas de ella. La encuentran como una forma mucho más pura de actuación, en sus propias palabras, como volver al teatro, donde no hay escenarios y todo debe estar en su imaginación; donde no hay largas pausas entre tomas, lo que les ayuda a retener el estado anímico de su personaje para darle más coherencia; donde no hay planos y contraplanos, pues siempre están siendo grabados y todas las tomas pueden ser válidas, lo que les obliga a no relajarse nunca. Trabajan de una forma mucho más eficiente, más continuada y en menos tiempo, cosa que todos agradecen. En fin, que puede dar nueva vida a su trabajo. Y de todas formas, ¿como se puede creer que su trabajo puro desaparecerá de la pantalla?. Será solo una elección más, una posibilidad más, un camino que algunos directores tomarán. Unos pocos, los que se sientan cómodos, la usaran sin miedo ni reparo (Cameron y Zemeckis ya lo hacen, y siguen usando repartos estelares). Pero ya ves, seguirán necesitando actores. Otros cuantos tal vez usen esa tecnología de manera puntual, para dar vida a un personaje en un momento determinado (que se muere un actor en el rodaje, o que hay un Gollum o sucedaneo). Y la gran mayoría, seguirá trabajando con actores reales, en sets reales, como toda la vida de Dios. Pues genial también, carajo. La verdad, lo de «estás acabando con una profesión» me parece muy, muy exagerado
    Pero de verdad, muchas gracias por tu comentario :)

  6. Bien, bien, esto se pone interesante, jejeje.

    Bueno, como ves me estoy leyendo esto despacio, y cuando llegué aquí aún no sabía a dónde ibas a parar. Lo del nivel de exigencia alto se refiere, obviamente, a la gente con recursos. Que gente por su cuenta consiga resultados cuasi-profesionales con pocos medios por supuesto que tiene un mérito inmenso, mi crítica iba en otro sentido, en el de las macroproducciones que son una basura en cuanto a guión y son además sólo «aceptables» en cuanto a medios técnicos (lo del ejemplo de Indy 4 era totalmente a propósito porque sabía que estabas de acuerdo. Ahora que me he leído la cuarta parte y sé por donde vas, espero haber aclarado que estoy totalmente a favor de la democratización (si se puede llamar así) de la creación audiovisual, y que lo que es de vergüenza es que un tío en su estudio con un ordenador haga piezas mejores que las de un director con un ejército de currantes y dinero a espuertas, y sabemos que cosas así pasan.

    Lo de mandar al paro a los actores, vale, sí que estaba exagerando. Lo que quiero decir es que se pone demasiado énfasis en que dentro de poco se podrán hacer películas con «Charton Geston» y «Jeims Din», cuando precisamente la parte humana de la interpretación es el intríngulis del teatro y del cine. No quiero parecer exagerado, digo simplemente que a lo de sustituir total o parcialmente a un actor, personalmente, no le encuentro la gracia.

    Cuando tenga un rato te comento lo demás.

  7. Si yo tampoco le veo la gracia, la verdad. El Marlon Brando digital de Superman Returns o Laurence Oliver (Stone) de Sky Captain and the world of Tomorrow, pues son cosas, que sí, son curiosas de ver, pero a mi no me hacen gracia. Esos actores ya tuvieron su momento, y ya esta, no se puede vivir en el pasado. Igual que no me hace gracia el uso de John Lennon o Marilyn Monroe en los anuncios de Citroën, que he leído que el audio es falso y sintetizado. Me refiero a cuando los actores no dan su permiso directo, sino sus herederos, para hacer uso de su imagen. Actores que directamente se han sometido a esa tecnología (como Patrick Stewart en las de los X-Men), pues bueno, no acaba de convencer a nivel técnico, y no hay muchos más productos para comparar, así que sencillamente está por ver como avanza la cosa. Ya hemos visto como avejentan a Brad Pitt genialmente, pero cuando lo rejuvencen, al igual que a Stewart, es una técnica diferente (rotoscopia en 2d, no hay nada de 3d), y la cosa no está igual de depurada, es más artesanal que otra cosa. En principio te digo que no lo veo mal, de nuevo como dice Cameron, si a Eastwood le apeteciera hacer un nuevo Harry el Sucio no lo vería mal (que creo que Eastwood ni de coña lo haría, con lo ‘comodo’ que está en su vejez), pero no deja de ser un ejemplo. Ya digo, en principio no lo veo mal.

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