Esta es tan solo una anécdota sobre el Autumn Break que no he sabido donde meter. Fue que una de las veces, perdí a los míos en el metro de Londres. Y ellos se asustaron más que yo.
Os cuento: a lo largo de todo el viaje he tomado la fama de ir siempre el último. Eso siempre ha sido así, claro, y ya lo sé yo, igual que lo sabe mi familia, mis amigos de Málaga… y que ahora lo saben ellos: que soy un tranquilo del carajo. Pero nunca (y son ellos los que me lo han dicho) he hecho esperar a nadie (al menos este viaje, eh, no os echéis al cuello tan pronto xD).
Que me gusta esta foto, ea, es la tercera vez que la uso
Por un lado, es verdad, me gusta ir a mi ritmo, y por otro, el tema echar fotos siempre retrasa. Además, no me gusta ir a la cabeza del pelotón, y para terminar, el coche escoba, de por si, tiene una función, y la mía era la de esperar y recoger a los otros rezagados. Si me veían, sabían que nadie iba detrás mía, y la gente se queda tranquila. A pesar de todo, rara vez los perdía de vista, y de vez en cuando y siempre que hacía falta (esto obviamente no lo veían, así que tendréis que creerme cuando os lo digo) echaba un sprint para alcanzarles. A pesar de como tenía los pies al final del viaje, pero lo echaba. Aunque pocas veces hacía falta ese sprint, claro: a estas alturas, sé aprovechar un paso de cebra para alcanzarles, o que se han equivocado de camino y dan la vuelta, o que se paran a mirar algo… Yo a lo mio no le llamo tranquilidad, sino eficiencia energética… Pero no estamos aquí para hablar de eso. Aquella vez del metro no funcionó.
Aquella vez ni siquiera iba rezagado, aunque, es cierto, yo iba el último del pelotón. Aquella vez íbamos todos juntos en una piña, aquella vez. Y aquella vez, el metro estaba lleno. Entraron todos, todos menos yo. Y efectivamente, me quedé solo (o ellos, depende de como se mire… :P)
Y cuando vieron que me quedaba fuera, ¡entonces se pusieron histéricos! –¡Que Rufo se queda fuera! ¡Que Rufo se queda fuera! (o eso me apetece imaginar xDD, reconozco que hay un poco de fantasía en la reconstrucción). Pero yo solo hice un calmado gesto con las manos que entendieron a la perfección: ‘Bajaos en la próxima’.
(…)
Lo más gracioso de todo, es que en mi cabeza, 30 segundos antes, venía andando y pensando:
–‘Si alguno se perdiera en el metro, habría que desarrollar algún ‘protocolo’… como por ejemplo hacer que los adelantados se bajasen en la próxima parada’…
Quién me diría que medio minuto más tarde tendría que ponerlo en práctica: ni me había dado tiempo de comentarlo con nadie.
Pero en fin, salió bien, entre otras cosas porque aquella vez sabía donde íbamos (íbamos a Notting Hill: otras veces nos hemos puesto a andar sin, al menos yo, tener ni puta idea de adonde nos dirigíamos), y porque no había posibilidad de confusión posible, pues a aquella parada solo correspondía a una línea de metro. Y me monté en el siguiente coche, y ni me tuve que bajar: allí estaban ellos esperandome, incluso mi puerta se paró frente a ellos, ni hizo falta que bajase…
No hubo muchos incidentes más: Noel por ejemplo se quedo encerrado en el tren, a ultimísima hora, justo cuando volvimos a Horsens, pero es que aquella vez fuimos todos unos pamplinas que no empezamos a coger las maletas hasta que se paró el tren. Obviamente el maquinista no esperó a que bajasemos, y Noel tuvo que ir hasta la siguiente parada y volver. Digamos que ese fue el incidente más negativo del viaje (otro fue que una de las veces Jose Luis tuvo que pagar 32€ de más por colarse de peso en el avión, pero que uno de nosotros pagase, en un vuelo de cinco, cuando casi todos rebasábamos el límite, lo llamaría muy buena suerte), pero visto globalmente, nos salió todo de puta madre. Y en el Interrail, lo mismo: nada grave que lamentar, ni siquiera anecdótico. A estas cosas habría que llamarlas anti-Murphy. De prepararlo todo al milímetro, fijo que algo sale mal…, pero hay veces que mientras menos preparas las cosas, más suerte parece que tienes, pues claramente dependes de ella: la estas tentando…
Me encanta la frase «Yo a lo mio no le llamo tranquilidad, sino eficiencia energética…» xDDD
Los «incidentes» en este tipo de viajes con mucha gente son inevitables, lo que me extraña es que tuviérais tan pocos jejeje. El «protocolo de emergencia» bien se podría llamar sentido común :P
PD: Tengo pendiente leerme el post tochaco anterior xD
si bueno, lo del post anterior, yo mismo he hecho el recorrido con la ruedecica del raton e impone… xD por eso he añadido el aviso, es mucho más por las fotos q por el texto, tampoco tiene de leer tanto ;)
Jajajaa, qué grande… :P
Igual eres vidente o algo, porque mira que hacer el gesto segundos antes pensado con total tranquilidad… xD
Me ha gustado la anécdota, ha sido graciosa, ;)
MMm…interesante anecdota a ratos me sono a ciencia ficción psicologica tipo Bradbury y a ratos se veia venir algo a lo Cortazar…También podria compararse un poco con el estilo cotidiano de alberto fuguet…En realidad puede ser una mescla delas 3 cosas…pero para no hacer tantas comparaciones relativamente exactamente inexactas no sabria con que autor compararlo pero ironicamente podriamos crear el termino o categoria: «»Realidad extraña»» o mantener el genero creado por Bradbury psicologia ficción en una extensión del concepto llamada: «»Sociología ficción»»
MMM…jejeje bueno ese seria mi «»aporte»» XD
Porcierto te invito a mi blog con la siguiente promoción como invitación: No tengo un gran intelecto (almenos no lo he entrenado o lo tengo congelado) ni tengo percepción extrasensorialni nada parecido.Pero tengo un buen nivel de creatividad y intución y una buena colección de experiencias o cambios de planos bio-psicologicos.Mi blog puede paramuchos ser malisimo pero con potencial para ser mejor y también para algunos puede ser buenisimo: Tomando en cuenta que lo escribi un loco que se sabe loco y un insano que sabe que tan especificamente insano esta: 95% insano aproximadamente aproximado en comparación al promedio
Oye disculpa Rufo…donde estanlas categorias de este grupo??
en este blog quise decir perdon XD
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