La misión de los sueños es la de entrenarnos. Entrenarnos para la realidad.
Normalmente, se ha considerado el sueño como un estadio ‘inferior’ de realidad. Los sueños son reales en el sentido de que cuando estamos dentro de ellos estamos plenamente convencidos de su realidad, más allá de incoherencias que luego vemos ridiculas cuando estamos despiertos (pensamos, ¿y como me he podido creer yo eso?): pero dentro de los sueños el sol deslumbra, aunque luego, una vez despiertos, si pensamos ‘vaya mierda de sol el de dentro del sueño, este de verdad si que quema los ojos…’
Pero ahora, paraos a pensar ¿No os ha perseguido un vampiro-alien-araña gigante? ¿No habeis dirigido ejercitos y estado en la guerra? ¿No habeis perdido (o recuperado) a un ser querido? ¿No habeis vuelto con esa exnovia-novio que os acaba de dejar y por la que aún lo pasais fatal? ¿No habeis estado con mujeres-hombres muy deseados por vosotros? ¿¿No habeis muerto nunca dentro del sueño, en un choque de coches, accidentes aereos, ahogados, mutilados, de cien formas distintas??
Miedo, ira, vacio, amor, desesperanza, excitación… carajo, sentimientos, y vaya si son reales. Y tan reales: yo el miedo que he pasado siendo perseguido por un Alien en sistema de ventilacion de la Nostromo jamas -jamas- lo he vivido tan intenso como en la realidad -ni espero, ni creo, ni quiero que pase.
Es decir, vale: el Alien era de mentira (convengamos en que si), pero el miedo, me cago en la leche, me levanto temblando y sudando, con el cuerpo fatal… y todavia en mitad de la noche y a oscuras: va a costar volver a dormir, como poco: ese miedo es de verdad: Tan de verdad como el de verdad, ¡o más!
Es decir, tal vez, como realidad, como ‘calidad’ de realismo, la del sueño sea inferior, pero lo que nos hace sentir es perfectamente válido y real, es util y tangible, muchas ‘primeras veces’ en la vida real os han pasado antes en sueños…
Anteayer me contaron una historia, de estas típicas del Discovery Channel: por lo visto a un surfista, pongamos australiano, se le presentó un tiburon. Blanco, de los de 10 metros. En esto (¿historia que todos conocemos?), el tiburón, antes de que lo cuento, le ha arrancado una pierna, le ha dejado el femur al aire tal que asi: y antes de que acabo de contarlo ya está liado con la otra. La historia es que el surfista, puede elegir (¿entrar en estado de shock?, ¿dejarse devorar? ¿aceptar su destino? ¿luchar hasta el último momento?), y escoge ir su puño directo al ojo del tiburón.
El hombre, que ha perdido una pierna y está compartiendo la otra con el tiburón, tira directo a arrancarle un ojo. Se lo arranca. Y el tiburón, cogido por sorpresa, huye despavorido. Empate, no sé a qué, pero empate.
Tal vez un subidón de adrenalina, pero el caso es que el tio no se dejo llevar por el miedo, no se quedó paralizado.
Como la historia a lo mejor todavia no mola, cabe añadir que por lo visto el tio tuvo los cojones de llegar a nado a la costa y pedir ayuda, y hoy en día sigue bañandose en la playa.
En fin, lo que la historia y en general ese documental del que me hablaron querian decir, es que cierto tipo de reacciones por lo que parece están directamente grabadas en los genes. Y no se trata del típico -miedo=correr-, si no de un específico -si te ataca un tiburón ve a por el ojo-.
No soy de creer estas historias (me lo tomo con cautela), pero estaría guapo creer que del mismo modo, hay una serie de sueños por los que hay que pasar, como una varicela o un sarampión, una serie de escenarios más o menos predeterminados (y con un plus: inofensivos para nuestra integridad física) en los que se nos suelta para ver, no tanto como nos enfrentamos a la situación en sí, sino para ver en verdad como nos enfrentamos a nuestra propia reacción, a nuestro sentimiento.
-He de reconocer, aparte, que la integridad mental si sale tocada a veces, y pongo el sencillo ejemplo de soñar con una exnovia, luego sabeis ese puñado de dias que estais puteados creyendo que ya la habiais olvidado…-
La prueba real es el sentimiento: sería una putada que luego en la vida real un león nos cogiera por sorpresa, pero creo que sería más putada que fuese el miedo que sentimos por ese león el que nos cogiera por sorpresa…
Asi que según, esta teoria (porque al fin y al cabo no es más que una teoria, fascinante, pero teoria), que los sueños juegan este papel vital: el de enseñarnos. Seguro que estais de acuerdo conmigo en que muchas veces los sueños os han resultado útiles: desde levantarse sabiendo como se hace un problema de matemáticas, hasta entender mejor a cierta persona, o poder hacerse a la idea de una cosa lejana ahora como sería tener un hijo, quererlo y tenerlo en brazos, en fin, se me ocurren muchas situaciones.
Por lo demas, apuesto a que el surfista es un hombre feliz por saber que se enfrentó al tiburón y consiguió derrotarle. Y no dejarse dominar por el miedo, un sentimiento que seguramente ya conocia. Feliz por esto, y por saberse vivo :)
::Articulo en El Pais::
::Post original de Gianna::
::Otra cosa interesante acerca del sueño y como dormir mejor::
::Categoria al completo: Sueños::
Creo que poco más queda por decir que:
«Un aplauso para ti». Lo has bordado, tio.
gracias :D
Me gusta pensar que los sueños nos enseñan y nos permiten «experimentar» cosas imposibles que no viviríamos de otra manera (como ser rico, volar, o ser perseguido por mutantes en un castillo sin salida; todos ellos son verídicos). Eso sí, todavía estoy esperando tener uno de esos sueños inspiradores que te dan la solución a un problema que no te deja tranquilo, como se supone que ha pasado tantas veces en la historia. Sobre todo porque cada vez me cuesta más recordar los sueños que he tenido, y eso es una pena.