Pues resulta que soy de esos desgraciados que les gusta dejar las cosas para ultima hora. Vaya, hasta ahora no me he pegado ningun guantazo, pero ya, ya me lo pegaré, me dicen… (nunca hagas hoy lo que puedas dejar para mañana, dice el axioma del vago) Bueno, la cuestion es que para el lunes que viene he de entregar un trabajo, y obviamente apenas ni lo he empezado. Valga decir, que el lunes es el plazo maximo de entrega y que por supuesto me juego la asignatura. Pues esta noche he tenido el sueño magico: me despertaba y era el dia D. Asi que solo tenia medio trabajo, manuscrito (curioso cuando todo está en realidad en el ordenador), en folios sucios… vaya una pena. Ademas, que no era el unico trabajo que tenia que entregar, eran cuatro o cinco, y el profesor que me miraba con una cara de «me has decepcionao». Obviamente, cuando me he despertado y he sido consciente de la maravillosa realidad, me he liado, y ahora ya está casi listo (y la verdad, no es moco de pavo el trabajito)