El racionalismo y las pequeñas cosas (y II)

(viene de aquí)

A ver, yo no he estudiado filosofía (muy muy poquita) y hablando de esto me estoy metiendo probablemente en cenagales bastante trillados (invito a algun estudiante de filosofia a dar su opinion sobre esto), pero si es verdad que en la ciencia-ficción estos temas se tratan mucho, y este tipo de temas siempre me gusta más acometerlos desde un punto de vista cientifico al mas puro estilo Redes: sobre la naturaleza química del cerebro humano, hablar sobre que es lo que nos distingue de los animales y que es lo que nos distingue de las máquinas. Supongamos que las máquinas son el paradigma de inteligencia pura, de hecho los ordenadores tal y como los conocemos ahora mismo son todo ‘fuerza bruta’ a base de inteligencia, de lógica, y precisamente se caracterizan por su lentitud para acometer la gran mayoria de las tareas que desemos que hagan alguna vez siguen siendo tan complejas para ellos. De momento son una prolongación de nosotros mismos, sin embargo es posible que algún dia se transformen en entidades independientes, con conciencia de sí mismos… ¿con sentimientos tal vez?. No hablo de su de momento inexistente capacidad creativa, pues esa es precisamente la cosa que tenemos nosotros y no tienen ni animales ni máquinas. Pero volviendo a lo de antes, los ordenadores son fantasticos para hacer operaciones matemáticas, pero de momento necesitan una cantidad de potencia de cálculo exagerada para siquiera acercarse a la capacidad de percepcion visual de la que nosotros disponemos. Es más, no solo no existen ordenadores con esa potencia, sino que ni siquiera se ha escrito el programa que lo haga con la misma eficiencia. Y al fin y al cabo, ese programa lo tiene que idear una persona, un programador (el propio ordenador no es capaz de programarse a si mismo), que conozca bien el funcionamiento del cerebro humano, y tenga el talento suficiente para saber escribir un programa capaz de emularlo a la perfección, de cumplir sus mismas funciones… aún yendo más lejos, ni tan siquiera se conoce bien el funcionamiento del propio cerebro… :D Los humanos estamos MUY optimizados para hacer ciertas tareas; siempre siguiendo con el simil de un ordenador, tenemos un aparato gráfico excelente (al fin y al cabo el sentido de la vista es con diferencia el que má desarrollado tenemos), y aparte, las funciones comunes a los animales, las capacidades motrices, etc.

De hecho, el propio instinto no es mas que una forma depuradísima de inteligencia, -o la inteligencia una forma extraordinariamente desvelada de instinto-, algo que la evolución ha reducido a una única maxima: sobrevive. Caza, alimentaté, huyé, escondeté, vigila, observa, curiosea, copula, ten descendencia, protégela, expande tus dominios… todo se reduce a lo mismo. La propia inteligencia, esa capacidad adquirida y novedosa, pues apenas lleva 3 millones de años existiendo en este planeta, ademas de ser una consecuencia de la propia adaptación y supervivencia, se convierte en una deconstruccion del propio instinto que acaba por entrar en conflicto con él ¿A quien hacer caso, al corazón o a la cabeza? Cada uno tiene sus razones, cada uno tiene razón. Unas veces ambos estan de acuerdo, cuando no (y es muchas veces) ya la tenemos liada. Los animales solo tienen instinto, ‘corazón’, se protegen a si mismos, a sus crias y a sus parientes, les tira la fuerza de la sangre del mismo modo que a nosotros. Un problema menos que tienen, pues no piensan.
Las máquinas, la inteligencia artificial, HAL9000, tampoco tendrá conflictos (a no ser que esté mal programado y entre en un bucle infinito, jejej), pues todas sus decisiones las tomará siguiendo una secuencia única lógica y lineal. Si para sobrevivir debe acabar con Dave, Frank y el resto de la tripulación de la nave Discovery no lo duda lo más mínimo, y elabora en milisegundos un extraordinario y elaboradísimo plan para eliminarlos a todos. Pero curiosamente, la elevada inteligencia de HAL le ha devuelto al punto de partida: solo busca su propia supervivencia. A no ser por supuesto (por nuestra propia seguridad) que dentro de esa maquina, de esa inteligencia artificial escribamos a fuego una serie de principios que para esa máquina actuen de forma similar al instinto, instinto ademas inquebrantable, como serían las Tres Leyes de la Robótica de Asimov

¿Que tenemos los humanos? A donde quería llegar, tal vez, es al hecho de que somos nosotros los que conjuntamos dos formas distintas de ver el mundo, la parte del instinto y la racional, el punto a medio camino entre lo que són los animales y lo que representarían las máquinas. En Matrix, por ejemplo, vemos como las máquinas desarrollan sentimientos, son tan humanos como nosotros, si no más. De hecho, se nos pinta a los humanos como los despreciables y caprichosos, guerreros autodestructivos. Es de esperar que tarde o temprano aprendamos (y asimilemos hacia nuestro instinto) que la guerra no sirve para asegurar nuestra propia superviviencia, sino que aseguraría nuestra destrucción. Las máquinas, al menos en el cine, aprenden muy pronto esa lección.

Esta dualidad me lleva a hablar ya en palabras mayores. La libertad, esa idea por la que tantas guerras se ha desarrollado, es algo que solo tenemos nosotros: somos los únicos que podemos elegir. Ni los animales ni las máquinas son capaces de hacerlo, solo tienen una respuesta posible para cada situación. Pero nosotros no, somos imprevisibles, reaccionamos de formas encontradas a diversos estimulos y debemos de elegir como comportarnos segun la situación, salir corriendo o quedarnos quietos, decir si o decir no… algunas veces esa capacidad de elegir, esa libertad que se nos concede y que nos define resulta ser una pesada carga… aunque renunciar a ella es renunciar a lo que nos hace humanos :)

Vaya tela, yo me pongo a escribir y me salen estas cosas, jaja, voy pensando y desarrollando conforme lo escribo, al empezar nunca pienso cuando me van a salir estos ladrillos… :D

Volviendo al principio, con respecto a lo de olvidar y aprender las cosas, es como releer un texto recién escrito muchas veces en busca de faltas de ortografía: si escribes bien deberias de fiarte de ello, no es bueno dudar, pues probablemente fallarás. Muchas veces releerlo lo empeora, todo se convierte en una masa gris de letras sin sentido alguno, y la única forma de ser capaz de interpretar el texto es alejandose un poco y pensando en otra cosa. O reaprendiendo desde cero a escribir, también dicen que funciona…

Siente, no pienses, confía en tu instinto…

MSN va a cerrar
El racionalismo y las pequeñas cosas (I)

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