Ración Individual de Personalidad: Diez Años

Esta vez si: vamos, o voy, a celebrar el aniversario de este blog. No ya con algo especial, sino sencillamente, al menos, con algo.

Digo esto, porque desde que cumplió tres años, cada 19 de abril no digo ni mú. No por nada en especial, pero llega la fecha, siento que no tengo nada nuevo que decir sobre el blog en si, pienso siempre ‘pse, con lo flojo que ha sido este año en el blog, para qué hacer leña del árbol caído’.

Y sobre todo, que para volver año tras año a la autofelación, a echar de menos mejores tiempos, y hablar de la tan-de-dosmilcuatro web dospuntocero (madre mía, que viejo se ha quedado ya lo nuevo), mejor me callo, y lo dejamos pasar.

Pero qué coño, son diez años, eso no se cumple todos los días, y como evidentemente no me da la gana hablar del blog, voy a hacer algo que parece me gusta más: hablar de mi ¡Sorpresa! Bueno, hablar de mi, contextualizándolo con el blog, pero básicamente, me apetece resumir estos diez años para navegantes.

emmm...

Este era yo, hacia verano de 2004 (aparentemente estoy haciendo este dibujillo). Si. Las otras fotos de la época en que aparezca solo yo no son mucho mejores. Ahora tengo algo menos de pelo.

Siempre me ha gustado escribir. Al igual que lo de dibujar, tampoco sabría trazar un punto concreto en el que empezase a gustarme. Por ahí hay algún artículo publicado en el periódico del colegio, del instituto…

Para mi nunca se ha tratado de ser bueno, ni de convertirme en escritor o periodista. Sencillamente me gusta escribir. Me ayuda a organizar mis ideas, a ejercitar mi mente. Si de verdad quisiera que me leyeseis más, si quisiera ser un buen escritor; para empezar prestaría mucha más atención a mi ortografía, y desde luego sería mucho más conciso, no divagaría tanto, depuraría mi estilo, leería más… Y os prestaría más atención, me miraría menos el ombligo. Pero no se trata de eso. Escribo para descargar. Para quitarme cosas de en medio, archivar, y con ello pasar página: escribir me ayuda a avanzar.

Vamos con el resumen.

(…)

En 2001, tan pronto como tuve Internet en mi casa, monté una web, cuando molaba eso de tener una web y ser ‘webmaster’. Se la dediqué ¡tachán! a Star Wars y Matrix. Tenía 17 años, qué queréis… Fuí ampliando temática y se me ocurrió que podía escribir sobre más cosas, expresar mis opiniones (oh!), y esas cosas tan de bloguero… solo que ni sabía lo que era un blog. En cuanto tuve la noción de qué era un blog de esos*, supe que quería tener uno, pero ya coincidió con esos primeros años como universitario (2002-04), que fueron lo suficientemente interesantes como para que no parase quieto mucho por Internet.

*Uno de los primeros blogs de los que tengo noción, y revelo que el que más me inspiraría a lanzar el mío, es el de Dremin, «Blogbadas de Friki». Un viejo conocido del que también había tomado su primera web como inspiración al lanzar la mía. Dremin, mis saludos desde aquí.

 

No paré mucho por internet, hasta que me pasó una movida «gorda» en febrero de 2005: el dueño de mi antigua residencia de estudiante me quiso denunciar por unos insultos que vertí en Internet contra él, en esa web, mi web.

No, eso en ningún momento tuvo algo de gracia. Los insultos efectivamente los vertí, no os miento. Insensato, como el niño tonto que quiere hacer la gracia de tirar una piedra a ver si rompe algún cristal, y efectivamente, lo rompe. Lo recuerdo como un ‘cómo pude ser tan gilipollas’; y además del mal rato que pasé yo, sobre todo pienso en el mal rato que les hice pasar a mis padres.
El hombre me amenazó por teléfono con tomar acciones judiciales, me acojoné, me retracté de lo dicho (imaginad la escena, un señorito malagueño de los de billetes intimidando muy desagradablemente a un chaval de 21 años), y borré la web, a la que le tenía bastante cariño.

Las aguas se calmaron y la cosa se quedó en nada, pero recuerdo volver luego a pensar que yo tenía que estar en Internet (y ojo, ¡entonces ni tenía Internet en mi piso de estudiante!) y eso pasaba por montar un blog, algo que en ese momento ni sabía cómo se hacía. Así, dicho y hecho.

(…)

El nombre del blog, ‘Ración Individual de Personalidad’, viene por una frase que Edward Norton le dice a Brad Pitt, apenas le conoce en «El Club de la Lucha» (una de mis películas favoritas). El nombre me vino casi inmediatamente a la cabeza al montar el blog, pues conceptualmente siempre ha sido lo que es: un blog personal (egoblogokaka como lo llamaría Eulez), una ración de una personalidad; personalidad que en este caso evidentemente soy yo, y servida en cómodas raciones.

En abril de 2005 empecé en Blogger, y ahí estuve por unos meses. Luego salté a Bitácoras, y ah, ya ese año, 2006, fue bueno para el blog.

Qué coño, aquel año, el blog era mi vida. El puto eje central.

Claro, esto hay que ponerlo en su contexto, y decir que mi vida entonces era bastante mierder: comparado con lo bien que me lo había pasado los años anteriores, había recaído en la nerdosidaden ser verdadero freak de los que no salía del piso, sin apenas vida social (tener por primera vez ADSL bueno de verdad no ayudaba, y ni entiendo cómo mantuve a mis amigos de Málaga), y es importante decirlo, fue un año académicamente nefasto (solo aprobé dos asignaturas). De hecho, lo único relevante que recuerdo de ese año fue un viaje que hice con mis amigos a Salamanca.

confeti

Una cosa es entretenerse y disfrutar con tonterías, que se puede celebrar, y otra distinta es literal y sistemáticamente perder el tiempo. Esta foto la hice en un febrero de 2006 especialmente sangrante, lo recuerdo bien.  Fijaos que lo que hay abajo son apuntes de otra de las asignaturas (Procesos Industriales) que no aprobé ese año.

Pero hey, en el blog, no era raro que cada entrada de mierda tuviera sus decenas de comentarios, y sus cientos de visitas. Entonces, en general, molaba tener un blog activo, en un momento en el que además estos se prodigaban.

Conviene no olvidar que entonces ni Facebook, ni Twitter, ni Tumblr existían como los conocemos: entonces tener un blog era tener tu propia red social: ahí ponías todas los enlaces y las chorradas que se te pasaban por la cabeza. Hasta 50 entradas en algunos meses de 2006… hoy por hoy, muchos antiguos blogueros siguen -sumando todos los twitters, klanders y mongers- igual de activos en La Red, pero pasa eso: todos esos efluvios quedan esparcidos en esas diversas redes.

Para mi entender, es una perdida, que conste.

Una pérdida, si, porque echo de menos aquel ecosistema. Había comentarios inteligentes, se establecía a veces un rico debate (pocas veces, pero pasaba), y además, «ellos» (suena a un espectro porque, a efectos prácticos, es mi realidad) también escribían en sus blog, les comentabas, también existía el debate… Así crecí y me relacioné aquel año, a través de una pantalla. Con todo, tuve la suerte de conocer en persona a algunos de ellos, entre los que quiero destacar Copépodo (Diario de un…), y Alfie (Videodromo), de los pocos que siguen en activo, y con blogs realmente buenos.

Si, así fue 2006. Aquello fue una etapa, y acabó. Y aquí, fin de historia de abuelo cebolleta.

(…)

En 2007 pasaron cosas más interesantes. Me eché novia. Era la primera vez que salía ‘en serio’ con una chica (como bien supo, y le toco sufrir a la pobre). Una chica a la que conocí por el blog*. Ella tenía blog, yo tenía blog, y comentario a comentario, foto a foto… Aquello duró dos años de los que tengo recuerdos muy bonitos. Cometí también bastantes errores. Me enseñó mucho, crecí, crecimos juntos. Pero como he venido a hablar de mi blog, insisto: la conocí por el blog. Yo era lo opuesto a un ligón, así que si, es un detalle importante. El blog, por tanto, me sirvió para algo más que hacer el panoli y perder el tiempo, fue clave en la construcción de una etapa de mi vida: conocer en profundidad a chica, a una persona.

*Los que seguís el blog desde hace tiempo la conocéis, pero ella estará de acuerdo en no insistir ahora en su identidad.

Siamesina

Con esta foto conseguimos como 50000 visitas en pocas horas en Flickr (cuando Flickr era lo que era).

De 2008, aparte de seguir con ella (y que entre otras cosas, me enseñara a montar en bici), caben mencionar también la movida esta con Telecinco, y el hecho en si de que cumplí 25 años. Desde WordPress me mudé finalmente a este dominio, www.raciondepersonalidad.es, y el blog perdió el ‘Pequeña’ en el camino. Ah, y que unos amigos y yo escribimos esta chorrada, que al parecer, consiguió cierta viralidad :P

En 2009, ella y yo seguimos caminos separados. Este final coincidió casi al mismo tiempo con dos viajes que hice al extranjero: uno a visitar a un amigo en Suecia, y otro a visitar a mi hermana en Alemania. Ambos estaban de Erasmus. Y entonces lo vi claro inmediatamente: yo también me tenía que ir.

(…)

A estas alturas, lo comento por completar la historia, ya llevaba ya 5 años matriculado en una carrera en la que nunca entendí muy bien que hacía, y menos, cómo mis padres toleraban que siguiera en ella (y sigo sin entenderlo). Aunque al menos, hice mi click: entendí que, o cogía el toro por los cuernos, o lo mismo me quedaba en la cuneta.

Hice los papeleos que tenía que hacer, y en 2010 estaba rumbo a Dinamarca.

Moss, Norway

Qué queréis que os diga, le tengo cariño a esta foto. Esta hecha en Noruega, y si, la bandera está plantada con Photoshop.

Fue un buen año. Hubo fiesta, viajé bastante, hice muy buenos amigos, me solté con el inglés, conocí un país nuevo, expandí mi zona de confort y me sirvió para darme cuenta que Europa sigue siendo el vecindario. También, trabajé como un hijo de puta (para que no andeis diciendo que los putos erasmus nos fumamos vuestros impuestos). Ese 2010/11 fue con mucha diferencia mi mejor año académico, lo saqué todo y con buenas notas, presenté mi PFC, y ahí tengo de regalo un Bachelor Degree en Ingeniería Mecánica, que no sé muy bien de qué sirve, pero no me lo quita nadie.

(…)

¿Lo mejor? Que por primera vez en mi vida aprendí a esforzarme, y vi que haciéndolo, podía brillar (lo cual requiere la larga explicación que solo comprenderéis si pincháis el enlace). Al volver al año siguiente me quité las temidas asignaturas que me quedaban. No con facilidad, pero si a solas, con codos y con cojones. Y en 2012, tras diez añazos, conseguí el diploma de Ingeniero Técnico en Diseño Industrial, para gran alegría de mis padres. También me saqué el carnet de conducir, viví un último año bastante dulce y bien acompañado como estudiante en Málaga (razonablemente autofinanciado), y como colofón, me regalé una cámara reflex que estrené haciéndole una visita a mi hermana, que estaba becada en Islandia (uf!)

Hrútárjökull

 

(…)

Y entonces ¿qué?

Entonces, el desierto.

Resumo esta parte porque da bajón, es más puramente biográfica que otra cosa, y bastante árida; si os la cuento prefiero que sea con una cerveza delante, y me parece de mejor gusto que soltarlo aquí.

Volví a mi casa por unos meses, y visto el panorama laboral, decidí que tenía irme fuera. Mi hermana pensó lo mismo. Si algo aprendí en los últimos años es en la importancia de ser atrevido, valiente, y la necesidad de expandir la famosa zona de confort. Pero en cualquier caso, no nos íbamos porque queríamos, nos íbamos obligados, y no, no es nada fácil. Ambos emigramos a Reino Unido, ella a Brighton (y allí sigue), yo, a Birmingham. Hablamos ya de marzo de 2013.

Untitled

¿2013? Año muy gris, por no decir directamente negro. Como el cielo de Birmingham, que por cierto, ¡qué ciudad más fea, la virgen! (y eso que me dio algunas buenas fotos). Lo mejor, como siempre, la gente que allí te acompaña y las amistades que te traes. Di bastantes tumbos antes de conseguir un trabajo de verdad. Estuvo bastante bien pagado, y acabó cuando lo decía el contrato. No estuvo mal.

(…)

Y entonces, las navidades de 2013. Pasaron cosas. Muchas cosas. Algunas muy duras. También otras bonitas. Lo mejor, la gente que te demuestra que está ahí. Lo que os dije antes: si queréis que os lo cuente, en privado, no tengo problema. Aquí sigo sin ver la forma de contarlo. No fue, no es nada fácil.

Atardecer Refulgente

¿Salí cambiado? Oh, si. Lo que no te mata te hace más fuerte, ya sabéis. Si, uno sale más fuerte de estas cosas.

Principalmente, salí cambiado en las capas de mierda que te quitas de encima. Capas de óxido, esas inseguridades, esas tonterías. Todo eso desaparece, a unos se les va poco a poco; a otros, como a mi, con un buen golpe. Hay gente a la que no se les va nunca, que nunca comprende que estamos de prestado, de paso.

(…)

Os habréis dado cuenta que llevo unos cuantos párrafos sin mencionar el blog en este resumen de mi vida, cuando se supone que esto es un resumen de la vida de este blog, o de mi vida desde el blog, si queréis.

Efectivamente ocupaba, cada vez más, un lugar muy marginal. Incluso en cierta ocasión lancé abiertamente la pregunta de qué hacer con él. A un ritmo de publicación quincenal, no le podéis pedir mucho más. Pero en marzo de 2014 este blog vuelve a tomar un papel crítico en mi vida. Si en 2007 decía que hizo, o al menos ayudó, a que conociera a esa chica; en 2014 este blog «hizo» que consiguiera trabajo, mi primer trabajo con contrato en España. A los 30, aún en lo peor de la crisis, cuando ya creía que había perdido todo tren, toda oportunidad, cuando creía que difícilmente nadie apostaría por mi.

Al acabar las navidades volví a Birmingham, y estando allí, hubo una llamada desde España. Unos cuantos correos, una vuelo de vuelta, y una entrevista que no era entrevista: resultó ser un almuerzo con el que sería mi jefe en el que discutimos directamente mi sueldo y fecha de incorporación. Le había llamado la atención mi portafolio, pero lo que le había convencido era mi blog. Mi «discurso», mi «forma de pensar». Él quería alguien como yo, y al parecer, en la zona escaseaban. Pero no os digo ‘como lo cuento’: es como me lo contó él.

Dehesa Jiennense

¿Donde lleva esa carretera? (os lo cuento en secreto: a El Centenillo) Esta foto está tomada muy cerca de donde trabajaba, en La Carolina.

Allí estuve seis meses, trabajando propiamente como diseñador industrial en una empresa de La Carolina relacionada con el mundo de la construcción. Casi siempre delante del ordenador, y a veces también trabajando en el taller (cosa que honestamente me gustaba casi más que lo primero). Y puedo decir que me fogueé, adquirí tablas, experimenté lo que eran jornadas de doce y catorce horas durante semanas, y supe dos cosas: primero, que podía con ese trabajo; y segundo, que eso no era lo que quería el resto de mi vida. Quería otra cosa.

Nunca perseguí el contrato indefinido; no quería quedarme en ese pequeño mundo. Al llevar seis meses, les di las gracias, y me vine con lo ahorrado a Granada. No tenía sentido esperar más para empezar el camino que quería seguir.

Junto a mi padre, en lo alto del ‘Pico del Perdón’, con Pamplona al fondo. Agosto de 2014.

 

Y ese verano de 2014, hice una andadura por parte del Camino de Santiago con mi padre: otra gran experiencia que no quiero dejar de mencionar, ni de recomendar.

(…)

Llegamos al presente. Estoy viviendo en Granada, una ciudad que me flipa, conociendo gente cojonuda, estudiando para ser Profesor de Secundaria; y al mismo tiempo, colaboro con uno de mis mejores amigos en su start-up tecnológica. ¿Incertidumbre? La justa. ¿Ilusión? Bastante.

¿Espero a que alguien apueste por mi? No: apuesto yo.

Hay movimiento, pero es un traqueteo agradable. Hay vidilla, justo la que quiero que haya. He aprendido unos cuantos pasos de baile, y ya no soporto estar parado, y aunque nunca he tenido planes a largo plazo, tampoco me gusta no saber que va a ser de mi en las próximas dos semanas. Me gusta llevar las riendas, el volante. Sé que vienen curvas, pero al menos preveo qué curvas vienen. Justo como quiero que sea.

¿Estoy bien? Ahora mismo, bastante, bastante bien.

Y en este viaje, aquí ha estado el blog, aquí habéis estado vosotros. Sabéis quienes sois. Como no podía ser menos, gracias.

¿Seguiré escribiendo? Aunque no haya nadie escuchando. Aunque ni lo publique. Escribiré. Hasta el final.

Icelanders

Hasta donde lleve la carretera

 

Saludos y abrazos a todos.

Me voy a Escocia unos días
Dinamarca como Erasmus. Parte 3 y fin: La experiencia personal

5 comentarios en “Ración Individual de Personalidad: Diez Años

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  2. Joder, me parece imperdonable que no te dejara un comentario aquí. Conste que creí haberlo hecho, pero a la vista está que no es así.

    Lo primero es que me parece muy bien que te saltaras la norma de no celebrar cumpleaños: diez años son muchos, y merecen su celebración.

    Aparte: yo mismo voy a hacer mi propia década y no sabía muy bién cómo «celebrarlo» así que creo que una aproximación personal puede ser una buena idea. Me ha gustado mucho recorrer este resumen, acorándome, efectivamente, de los años dorados de 2006 y 2007 en los que los que los blojs eran otra cosa. Más tarde se sentenciaría su muerte, pero para lo que sirvió esa condena fue para dejar claro quiénes eran blogueros de raza que continuarían sin necesidad de que un estornudo recibiese 20 comentarios.

    Pero, ¡ah! Qué bien lo pasamos y cuánto nos aportó. Es difícil imaginarnos sin blojs, más que nada porque le dedicábamos mucho, muchísimo tiempo.

    Ya te he dicho otras veces que tu bloj fue mi referente en los comienzos, así que me llena de orgullo verlo tan crecidito ya y con tan buena salud. Hemos cambiado mucho y nuestros blojs también, pero es un privilegio poder seguir tus andaduras desde aquí. Puesto en perspectiva es cuando se ve que la historia de este rincón de la red es la historia de tu vida. Gracias por compartirla.

    • Jeje, me hace gracia lo de blogueros de raza, aunque te tengo que ser sincero, me ha costado un poco asimilar que los comentarios (aunque sea para decir hola) van desapareciendo y desapareciendo. Pero lo acepto. Otra cosa es hablar de salud: tu has hablado bastantes veces del compromiso que tienes con tu blog, del trabajo y tiempo que requiere y también, (va cogido de la mano), de lo que disfrutas con él. Yo no se si puedo hablar de ‘salud’ en el mio, porque a decir verdad, no lo cuido nada, solo escribo cuando me apetece, y noto como se resiente. Pero bueno, basta de lloriqueos. Efectivamente nos ha aportado. Hemos crecido, hemos aprendido, y aquí están nuestros blogs como testigos de ello.
      Espero expectante tu celebración de tus diez años. Me alegro también de ser testigo; un privilegio, caballero ;)

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