A propósito de Cecilia Gimenez y el Ecce Homo de la iglesia de Borja.

Es que si no digo algo reviento.

La comisión investigadora (que incluye a agentes de la NASA y del KGB) ha hecho publicas sus primeras conclusiones, entre las que destaca esta reconstrucción aproximada de los hechos.

No, ahora en serio, quería apuntar algunas cosas sobre el fenómeno del momento, que no es otro que el destrozo (que es lo que es) del Ecce Homo de la Iglesia de Borja.

Supongo que cada uno teníamos nuestras teorías los primeros días, y pero supongo que a mi me ha pasado igual que muchos otros: al descubrir que la ‘perpetradora’ no era más que una vulnerable anciana octogenaria, Cecilia Gimenez, no podemos sentir otra cosa que simpatía por ella. En mi caso porque me recuerda a las abuelicas que hay mi pueblo, que al igual que en toda España, que se sientan a tomar el fresco y a mirar los coches pasar, y soy incapaz hacer cualquier comentario mínimamente cruel o dañino hacia ella. Porque Cecilia se trata de una anciana, vulnerable e incluso inocente, igual que si ese destrozo, hubiera sido obra de un niño o de un deficiente mental. Que por cierto eran mis otras dos opciones para explicar el destrozo.

Y si la obra original carece de importancia, entonces todo esto carece de importancia. Pero si tienen que haber críticas, estas deberían para otras personas, pues fue Cecilia la que actuó, por amor y con la mejor de las intenciones, frente a la negligencia y dejadez de otros que deberían de haber actuado de una forma más responsable.  Pero eso lo dejo para el final.

(…)

A lo que voy: y eso solo un comentario técnico, es que si hay algo que encuentro especialmente fascinante es que Cecilia demuestra tener conocimientos elementales de de la teoria del color. Conocimientos de de las mezclas de pintura, de como conseguir cierto matiz. Sé que parece una tontería, pero lo digo porque creo que conviene recordar que mucha gente ni es capaz de recordar que azul y amarillo dan verde, o que amarillo y rojo da naranja. Saber mezclar los colores demuestra un mínimo de talento, un mínimo de capacidad, y dado que Cecilia en su reconstrucción clava razonablemente bien los colores del original, eso demuestra que ciertamente era aficionada a la pintura y que tiene algo de rodaje a sus espaldas, lo que aun hace infinitamente más chocante lo que ha hecho.

Lo increible, supongo, es que puesto en una escala del 1 al 4, es que aparentemente, Cecilia no esta reproduciendo la obra original de memoria. Ni tan siquiera copiando. Ni tan siquiera calcando. Es que estaba, suponemos, directamente rellenando huecos. Supongo que eso es lo que nos parece fascinante, pues nos cuesta entender como se pueden unir ambos extremos, nos cuesta concebir como podemos ir de fiambrera a tupperware de la obra original a la tristemente deformada obra, ya casi original, de Cecilia. Obra, eso si, que mientras algunos sinvergüenzas no dudan en compararla con ‘El Grito de Munch, para mi cae en las profundidades del valle inquietante.

*(Por sinvergüenzas, me refiero por ejemplo al que ha escrito esta reclamación, pues aunque estoy de acuerdo con el hecho en si de conservar la pintura, las comparaciones que hace con grandes de la pintura me parecen, como poco, de una ironía de muy mal gusto)

Pero busquemosle una explicación sencilla y razonable, y es que pienso que tal vez se nos omite el estado real en el que se encontraba el fresco inmediatamente antes del destrozo, tal vez mucho más deteriorado de como nos lo muestran los medios, y por lo tanto, carentes de referencias. Y esto aun diría más sobre la negligencia en cuanto a una restauración responsable de la obra. Al parecer la referencia que usaba Cecilia era una foto de hace 10 años, lo cual, al menos desde un punto de vista técnico (insisto), me ayudaría personalmente a entender mejor dicho despropósito.

(…)

En cualquier caso, todo esto es irrelevante, para lo que quiero decir, mejor lo ha dicho ya  David en su facebook (pues él si que ha estudiado Bellas Artes):

«Pues bien, aqui no se trata de cecilia, ni del cura, ni de que en este pais siempre se encarguen las cosas a dedo y no al mas cualificado. Para mi esto es, simplemente una falta de respeto al arte y a los que han pasado tantos años estudiando el noble arte de la restauración, que entienden de química, de pigmentos, de pinceladas, de historia, y de tantas otras cosas necesarias para hacer bien este díficil trabajo… los que hemos estudiado bellas artes lo sabemos bien. y para mi, eso es lo realmente vergonzoso.»

 

Totalmente de acuerdo, nada que añadir al respecto.

Hasta siempre, astronauta Neil
Cosas que se pueden hacer con 100.000 millones de euros

Un comentario en «A propósito de Cecilia Gimenez y el Ecce Homo de la iglesia de Borja.»

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