El mayor engaño

‘El mayor engaño de la mente es creer en algo tan solo porque uno quiere creerlo’

…dijo una vez Louis Pasteur

Y es que hay mucha gente (vaya, pro no decir todos, por mucho que nos las demos de ‘racionales’) que aún a pesar de lo apabullantes que sean las pruebas que demuestren que su credo es infundamentado, o lo poderosa que sea la dialectica con la que se les pretende convencer de lo contrario, siguen, siguen creyendo…

En lo bueno y en lo malo, lo peor es ver como cosas que se creian superadas hay gente que se dedica a intentar reventarlas, en vez de intentar buscar una respuesta en lugares en donde aun al menos la ciencia no llega.

Es por ejemplo sabido en ciencia que la unica información que recibimos del universo es la que este nos concede, ya que cuando intentamos profundizar, condicionamos esta información (si, suena muy filosófico, pero es un hecho perfectamente conocido en física cuántica llamado el principio de incertidumbre de Heisenberg) y que por lo tanto, hay una inmensa cantidad de ‘universo’ existente, que al menos con la tecnologia de la que disponemos como mucho es solo posible intuir.
Poco a poco se va esclareciendo que la ‘materia conocida’ del universo representa tan solo entre un 3 y un 30% de la masa total del universo, y se supone que debe de haber un tipo de ‘materia oscura’ imposible de medir para cualquier aparato que conozcamos.
Efectivamente, la ciencia tiene un límite, precisamente se dedica a explorar esos senderos oscuros, la ciencia es la primera que humildemente te dice “a partir de ahi, no sé que hay”. Y a partir de ahí es donde entra la filosofía y/o la religión, y el ‘que cada uno piense y crea lo que quiera creerse’. Tal vez Dios esté ahí, el sentido de la vida o lo que sea. O sencillamente no haya nada.

Yo no quiero engañar a nadie, personalmente me considero tirando a ateo, aunque reconozco tentadora la idea de un ‘algo superior que otorga un sentido a todo’ (no quiero ser determinante con respecto a esto porque normalmente mis ideas acerca del tema van y vienen con el tiempo). Lo que vengo a querer decir es ¿Por qué buscar un Dios que contradice las normas que ya se conocen por validas? (ya escribí sobre esto).
Es decir, si quereis creer que existe, en el sentido tradicional de la palabra, buscadlo alli donde la ciencia reconoce no poder llegar. Y por otro lado ¿Que necesidad hay de que sea algo divino, algo paranormal, que precisamente contravenga esas leyes físicas que ya conocemos? Es decir, ¿no hay suficiente de ‘divino’ y milagroso en la existencia comun, en una salida de sol? ¿Porqué empeñarse en buscar explicaciones absurdas y hacerlo en sitios donde ya sabemos que no está?

Nadie puede ni debe imponer sus ideas acerca de lo que aún nos es desconocido. Dios existe para quien quiera creer en el, y precisamente no hay forma de demostrar lo contrario, pero del mismo modo que no se puede demostrar su existencia, al menos la existencia que algunos se empeñan en demostrar. De existir como algunos quieren, ha de estar en ese terreno donde la ciencia no llega, o al menos no hay llegado o es posible que nunca llegue. No donde ya ha estado, y está.