Uno de los siguientes posts va a hablar de como me encantan los efectos especiales. Quería contar ahí una anécdota pero creo que es lo suficientemente buena para su propio post.
Bien, ahí va. No se me ocurrió un invierno de 1993 otra que intentar reproducir la mítica escena de Regreso al Futuro, cuando el DeLorean atraviesa el tiempo y deja un rastro de fuego donde se supone iban sus ruedas.
Se me ocurrió que si dejaba dos regueros del alcohol del botiquín en el suelo, y los encendía al paso que un coche pasaba sobre ellos, podría conseguir un efecto parecido. Desde luego, si aquel día hubiera tenido cámara de vídeo lo hubiera grabado, pero igual era sin ella. La idea fué coger el coche de los clics de playmobil, uno blanco y descapotable, y acoplarle con esparadrapo dos cerillas a los parachoques, de forma que rozasen el suelo y al entar en contacto con el alcohol lo prendieran. Ademas las baldosas del suelo del sótano de mi casa eran, y son, de una aleación ferrosa; el caso es que puedes encender una cerilla directamente contra ellas, asi que si lo hacia bien, podía encender las cerillas haciendo correr el coche con la suficiente maña.
Ni tan siquiera lo ensayé, dibuje dos regueros de alcohol en ese suelo, procedí a colocar el coche y lo raspe contra el suelo para encender las cerillas.
El efecto fué precioso. Exactamente igual que el de la película, ojala lo hubiera grabado. Conforme el coche pasaba por encima del alcohol, este se iba prendiendo al tiempo que las ruedas se iban empapando. La velocidad fue la justa para que el fuego corriera al tiempo que el coche, exactamente al mismo tiempo, de forma que este alcanzó a los neumáticos y estos prendieron mientras aún estaba el coche en mi mano.
Y ahí me encuentro yo, rulando por el suelo un coche en llamas sin siquiera darme cuenta, ensimismado por el efecto que había conseguido. La peste a goma quemada llegó a mi nariz antes de que la llama hiciese estragos, llevé el coche inmediatamente al lavabo y allí pude salvar lo que quedaba, no antes de que quedase permanentemente deformado, aunque aún se podía jugar con él. Este coche todavía existe, pero yo no escarmenté con el fuego. Ese mismo verano me regalaron una lupa, y de hecho no conservo ningún otro coche de aquella época, y realmente tenía muchos. Pero esa es otra historia…
Ay… Ay… pera, que me tengo que secar las lágrimas de la risa… X_DD
Es que yo ya conocía la historia y en cuanto he empezado a leerla me he puesto a reir a carcajadas, yo sola. Te imagino a la perfección…
¡Pero mira que te quiero! Muacks!
1.Queremos foto del coche.
2.Yo también lo intenté, pero con un cable atado a un enchufe. Tonto de mi y, por otra parte, gracias a Dios, sólo lo metí en uno de los agujeros. De todos modos, yo era más ambicioso: Pretendía hacerlo viajar en el tiempo.
Rufo, me has emocionado, de verdad. Me hubiese encantado ver algo así. ¡Si conoces el paradero del coche, por favor, comparte con tus lectores una imagen del mismo! Te imagino corriendo detrás del coche como un Doc posmoderno…
Oye si dices que funciona, hay que repetirlo. Qué pena que no tenga juguetes ya.
Jajaja que bueno, me recuerda a una que me monte una vez, una escena de una película inglesa de aviones con aviones de papel en llamas y la terraza, lo mejor, el sitio de la terraza elegido, a lado del gas, no paso nada, pero dejamos un montón de periódicos en llamas en la acera.
Yo me subo a la moción, queremos fotos del coche.
y si es una pena que no tuviéramos cámaras de vídeo de pequeños, se abrían grabado cosas increíbles.
Dioses Eugenio, lo tuyo me a impactado mogollon