*Nota: ya ya, tendría que haber titulado esta entrada «la película KENOBI«, pero vamos a dejar tranquilo al personal y a *buestros hojos*, no quiero morir a palos xD
Pongamos por delante que amo, a falta de una palabra mejor, La Guerra de las Galaxias (me gusta así, reclamando su (incorrecto) nombre en español, por mucho que la traducción más fiel a ‘Star Wars’ fuese ‘Guerras Estelares’). Creo que alguna vez lo he dejado ya caer. Me lanzo ahora, como hace diez años, a valorar una nueva película de Star Wars. Diez años desde que salió la última entrega (la mejor) de esa denostada trilogía de precuelas, treinta y dos desde que salió la última (la peor) de esa casi redonda trilogía original. Años que también han pasado por nosotros: este tiempo pasado y los ojos con los que ahora recibimos esta nueva entrega ¿Le hacen bien?
(…)
Una crítica hecha en su día a Tiburón: La Venganza (la cuarta de la serie, aquella de la que se mofaban en Regreso al Futuro 2) decía:
«Nada mata más rápido a una secuela que la reverencia».
La primera vez que fui testigo este mal, que ahora parece plagar todos los nuevos proyectos de Hollywood, fue en la bastarda Alien Vs. Predator 2. Solo este año, ya ha pasado dos veces: en las rellenísimas de mediocridad, esteroides y botox digital Terminator Genysis y Jurassic World. Tres películas que fui a ver al cine, seducido, encandilado por la oportunidad de revisitar viejos amigos, bonitos recuerdos, y acabar, si no decepcionado (a estas alturas uno va sabiendo lo que va a ver), si con la clara sensación de que estos experimentos que beben de la nostalgia y se alimentan (más que enriquecerse) del homenaje, no van a ninguna parte.
La pregunta inevitable es ¿Pasa lo mismo con la esperadísima Star Wars – Episodio VII: El Despertar de la Fuerza?
La rima de Star Wars
Los que ya la habéis visto, sabéis cuánto se parece este Episodio VII a la original de 1977, obviando que, no podía ser menos, cumple la tradición de contener un par de buenas batallas aéreas y al menos otra con espadas de luz. Hmmm, hasta ahora la cosa pinta mal: este Episodio VII atraviesa muchas veces esa difusa e incomprensible línea que distingue el homenaje, de la rima, o del plagio. Tenemos los mimbres para el bodrio, para el desastre. No en vano, una no desdeñable masa de fans está dejando patente que no les ha gustado esta entrega. Creo que falta una pregunta fundamental: ¿Me parece una buena película?