El racionalismo y las pequeñas cosas (I)

¿No os ha pasado alguna vez, que teneis la sensación de que se os ha olvidado ‘algo que sabiais hacer’? Me refiero a cosas como ‘yo antes me expresaba mejor’, o jugadores de golf que ‘pierden el swing’, escritores que pierden el talento de escribir… Algo asi como un don innato que teneis y que de repente olvidais, algo que siempre habia estado ahí, que dominabais y que un dia vuela…

Son como cosas que hacemos de forma mecánica, cosas que nos salen perfectas porque no pensamos en ellas. Son sin duda cosas aprendidas y adquiridas pues no hemos nacido sabiendolas, pero a fuerza de tanto practicarlas se han convertido en parte de nosotros, algo que hacemos de forma automática, como un acto reflejo.
Bien, aprender a hacer estas cosas, andar o conducir un coche, son conocimientos siempre adquiridos de forma racional, pero curiosamente solo empezamos a dominarlos cuando dejamos de ‘pensar’ en ellos y racionalizarlos. Es otra parte del cerebro la que la ha asimilado, se ha desarrollado un mecanismo para ejecutarla de forma eficiente, en toda la plenitud de la palabra hemos aprendido a hacerla, y nuestra parte racional se ve libre para aprender a hacer otras cosas nuevas.

De hecho, pensar es una tarea agotadora. ¿Como sería nuestra vida si todo lo que hiciesemos tuvieramos que ‘pensarlo’? Teclear a la velocidad que lo hacemos en el teclado, pensar en que pie debemos poner delante a cada paso que andamos, pensar como ejecutar cada mordisco que le damos a nuestra comida y como tragarla, pensar cuando respirar… No somos seres racionales, solo en una mínima parte, (para racionales están los ordenadores); esa racionalidad, esa inteligencia que es la que nos distingue de los animales no es más que un pequeño añadido, un plug-in modular que viene que en nuestro caso con el paquete de seríe. Es una de las cosas que nos hace únicos, nuestra dualidad entre la parte animal y la parte lógica, pero no deja de ser una pequeña cosa con respecto a lo que somos diariamente (ya me estoy poniendo en exceso trascendente, frenaré un poco, :) ).

Yo me imagino nuestra inteligencia, como un personajillo dentro de nuestro cerebro. Esa cosa mira, observa, apunta, escribe, designa todo y espera que luego se obedezcan con eficiencia sus ordenes. Pero es tremendamente torpe y lento, esta solo y no está por la labor de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Y lo que hace lo hace bien, es el único que lo hace, pero es lento haciendolo. Mientras hay personajillos a su alrededor, estos no piensan, solo hacen cosas, son como la mano de obra, tremendamente eficiente, cada uno sabe hacer su trabajo y lo hace muy bien. Es ese personajillo, la inteligencia, la que les ha enseñado a cada uno de ellos a hacer su trabajo, y todo funciona bien.

¿Por qué se nos olvidan algunas veces las cosas? Pues yo me imagino que justo porque la inteligencia se entromete donde no deben, como si se colase un dia en una sala de operaciones. Solo debería de haber el mínimo equipo pues es un trabajo delicado: el cirujano jefe, el instrumentalista, el anestesista y uno o dos asistentes. Hacen a la perfección su trabajo, de forma mecanica y eficiente. Una vez aprendieron a hacerlo… y un dia, se mete tu racionalidad a mirar, a molestar, tu inteligencia. Solo esta en medio, interrumpiendo. Incluso consigue que esos trabajadores dejen de hacer bien su trabajo, les está jodiendo y molestando, y finalmente hasta son capaces de abandonarlo todo. Esto es: has olvidado una tarea que dominabas a la perfección.
Sencillamente, os sugiero un experimento, hacer que vuestra inteligencia se entrometa donde no debe: cuando subais unas escaleras, parad a pensar donde deberiais de poner vuestro pie. Controlad la tensión de los músculos, recorrido, presión, angulo… Si. Sois capaces de perder el equilibrio. Os bloqueareis y por un segundo sereis incapaces de dar un paso. Por eso os sugiero que lo hagais con una mano bien agarrada a la barandilla, y aviso que no responsabilizo de ninguna lesión… jjaja.

Las cosas comunes solo las hacemos bien cuando dejamos de pensar en ellas, cuando de tan habituados sabemos como proceder de forma fluida. Pero iré más lejos, pues pretendemos hacernos creer a nosotros mismos que somos capaces de tomar decisiones racionales, cuando en realidad estamos jodidamente condicionados por nuestra naturaleza instintiva. Es de suponer, lo que deberíamos de esperar es que para tomar posturas o decisiones, primero ‘pensásemos’, investigásemos y nos informáramos, para al final tomar una postura. Muy pocas veces es asi. De hecho, normalmente decidimos las cosas de forma intuitiva, instantanea, construyendo de forma asombrosa a partir de la mínima información de la que normalemente disponemos en un momento dado. Es solo más tarde cuando buscamos ‘racionalizar’ y justificar esa decisión, construir una logica que nos lleve al punto que queremos. Está mal pero lo hacemos muchas veces. Incluso aún cuando creemos estar tomando una decisión ‘fria y lógica’, esa decisión esta condicionada por nuestros instintos, y es excepcionalmente dificil diferenciar una cosa de la otra. De hecho, el limite es tremendamente difuso entre instinto y racionalidad, y creo que la unica forma de clasificar nuestras decisiones es segun el plazo con respecto al cual estan tomadas, es decir, si la solución que planteamos a un problema nos satisfará a corto o a largo plazo. Seguramente la segunda decisión sea más dificil de llevar a cabo: pues no estamos naturalmente preparados para ello, estamos más habituados -y es lo natural- a pensar a corto plazo, pues sencillamente el futuro es impredecible. Estas decisiones las puede tomar tanto la parte ‘instintiva’ como la parte ‘racional’, pues por ejemplo cuando una decisión afecta a un familiar, a alguien querido, somos capaces de tomar decisiones muy a largo plazo que seguramente contradigan la lógica más sencilla.

(sigue aqui)

Videos subidos a Youtube

Pues nada, decir que los pequeños videoclips que originalmente tenía en mi pagina web los he subido definitivamente a YouTube, donde me aseguro que van a estar siempre subidos. Por si no los habeis visto, son pequeños clips de efectos especiales (es otra aficción que tengo), muchos de ellos los más antiguos principalmente con un sable laser de protagonista :), aunque tambien tengo otras cosillas hechas en 3d por ejemplo. Es una aficción que tengo abandonada pero no olvidada, de vez en cuando me pico y hago alguna cosilla nueva, aunque a dia de hoy más de un año sin hacer ninguno.

En fin, os apunto algunos por si les quereis echar un vistazo.


Este fué un proyecto nunca acabado, no es más que una parodia de la famosa secuencia de Terminator 2


Una pollada de video, mi colega Iñaki hace de ‘Doctor Ingeniero en Cibernética Biomecánica’ mientras yo aporto el doblaje


El Terminator Manolitas, uno de los más ‘celebrados’


Un videoclip que recoge momentos entre 2002 y 2004 en Málaga


Y que nunca falte la trilogia laser :)

Superman y Kevin Smith

Dremin me ha dado un aviso para este video… es Kevin Smith, el de Clerks, hablandonos y contando una genial anecdota sobre el momento en el que le pidieron escribir un guión para la nueva pelicula de Superman, allá por 1997

” type=”application/x-shockwave-flash” width=”425″ height=”350″ class=”borde”>
::enlace::

Es un poquillo largo, pero de veras, muy muy bueno. Smith es genial contando historias… :D

No traje, no volar, y una araña gigante…

La sutil diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente

(Disclaimer: no me tomeis muy en serio porque todo esto son paranoias mias que muy probablemente no coincidad ni de lejos con la realidad)

Seguro que todos nos hemos fijado en esa sutil diferencia, entre alimentes que anuncia una fecha de consumo preferente ‘antes de 2010’, una fecha jodidamente lejana en términos alimentarios, y una fecha de caducidad que normalmente llegará en pocos dias o semanas. ¿Cual es la jodida diferencia?. Bien, la cuestión es que no todos los alimentos se degradan del mismo modo, ni siguen el mismo ‘orden’, ni son devorados por las mismas bacterias u hongos, ni estos son igual de peligrosos para el hombre…

Es la diferencia entre comestibilidad y salubridad. Todos los alimentos tarde o temprano dejan de ser comestibles, y dejan de ser salubres. La cuestión es que unas veces una cosa ocurre antes que la otra. Normalmente los más perecederos pierden antes salubridad que comestibilidad, mientras que con más duraderos tiende a pasar al contrario. Por ejemplo, una bolsa de patatas fritas abiertas, dejará primero de ser comestible, y más tarde, bastante más tarde, dejará de ser salubre: primero se pondrán rancias y blandas, pero no pasará nada si las comemos en ese momento. Se dice que tiene una fecha de ‘consumo preferente’. Con el pan lo mismo, todos sabemos que tiene dos estados: crujiente y chicle, fecha de consumo a veces pocos minutos, o dependiendo del punto de vista, pocos dias… Conservas al vacio y esterelizadas, durarán de forma indefinida mientras no se vean expuestas. El yogur, normalmente tiene una fecha de caducidad de pocas semanas, podeis abrirlo a los 3 meses (y apuesto que más) que seguirá perfectamente comestible y salubre.
El problema viene cuando los alimentos no ‘avisan’: pierden antes la salubridad que la comestibilidad, es decir, tienen ‘fecha de caducidad’. Nuestro sentido del gusto es muy reducido, pues la mayor parte del gusto es olfato en realidad: la principal función del gusto es avisarnos del estado de los alimentos: amargo = malo. Pero hay instantes y situaciones concretas que puede no ser asi: La carne normalmente avisa a tiempo, pero el pescado… Los huevos, la leche, las salsas… Cuando la leche está espesa.. mal asunto. El pan y el micelio de los hongos, primero como suave harina blanca, que se densifica y se vuelve verde… el queso Philadelphia y la esponjosa red fibrosa que se genera igual que telas de araña… mal asunto también…

Por cierto, ¿sabía alguien que el moho del pan sabe igual que la tierra? De hecho, para saberlo, o bien te lo han dicho, o has probado ambos… La solitaría vida de estudiante obliga a tomar medidas. Personalmente, no compro salsas, ni huevos, ni tipo alguno de pescado a excepción del atún (que de hecho me encanta). Y tambíen que muchas cosas las acabo tirando por no consumirlas. He aprendido a tomar leche en polvo por lo futil que es abrir un cartón que muy problablemente acabe poniendose malo…

Esto lo que acabo con esté maravilloso post de nuestro compañero Firnthirith, y con una magnifica frase de mi colega Totti: ‘Vas a mirar la fecha y te dice ‘consumir preferentemente antes de… mirar tapa’… hijos de puta, el trabajo que les costará ponerlo ahí mismo…’

PD:
también me he acordao de una charla que tuve una vez con los colegas y reproduje aqui :)