Una pequeña consideración sobre los biocombustibles

Esta es tan solo una pequeña (y espero breve) consideración acerca de la viabilidad de los biocombustibles como fuente renovable de energía. Desde que leí un artículo del National Geographic poniéndolos a caldo, quedé convencido de su inutilidad. Hablaba del problema de los terrenos y los cultivos y la supuesta influencia que tenía en la subida de los alimentos (algo que luego se ha visto que no es verdad), pero el punto fuerte era el que hablaba de su huella de carbono. La mayoría de los biocombustibles apenas aportan un beneficio energético, es decir, con respecto a la cantidad de gasolina (fósil) que hay que aportar (maquinaria, transporte, fertilizantes, pesticidas…) para conseguir ‘x’ cantidad de biodiésel equivalente. El maíz, el cultivo más usado, era tristemente el que menos beneficio neto daba (apenas un 7%), y creo recordar que ningun cultivo daba más de un 30%.
La ominosa cuestión estaba en el tema de que el biodiésel es tan contaminante, si no más, que la propia gasolina, y finalmente solo daba un atisbo de esperanza en la investigación. Por una parte, mediante el uso directo de la celulosa, pues hasta ahora solo se usan los azucares simples, presentes solo en las semillas de las plantas, ahora se podría usar la planta entera, y podría ser cualquiera: barbecho, serrín…
Y por la otra en el uso de algas que generasen hidrógeno, otro ‘vector’ de energía. En ambos casos podría multiplicar el rendimiento (hablo de cientos por ciento de beneficio)

En cualquier caso, puesto que ese beneficio neto de energía tiene un valor de ‘semilla’ (es decir, ese biodiésel se podrá volver a usar para crear más biodiésel), en algún momento se podría prescindir del petroleo.

Y claro, el problema del petroleo es que su uso libera las ingentes cantidades de carbono que ya conocemos, en forma de CO2, carbono que llevaba enterradito por los siglos de los siglos debajo del suelo y que nunca debería haber vuelto a la atmósfera.

La cuestión, a donde voy, es que el biodiésel no libera ningún carbono que no estuviera ya antes en la atmósfera.
Quicir. El (dióxido de) carbono que se libera es el que esas plantas (maíz, soja, caña de azúcar…) han absorbido de la atmósfera para constituirse (venga, de esto os acordáis de 2º de primaria, el ciclo del carbono, el CO2 que absorben las células para la fotosíntesis), que al quemarse y descomponerse vuelve a la atmósfera, y que volverá a ser absorbido por nuevas plantas como siempre ha pasado, sin que haya un aumento neto de la cantidad de CO2 en la atmósfera.

…¿no?

Que otra cuestión sería que el CO2 no es el único que debería de preocuparnos, hay muchos otros componentes contaminantes (oxidos de azufre y nitrogeno) que habría que considerar, de eso ya no tengo mucha idea. En fin, es una pregunta/comentario que espero que cualquiera que tenga voz y voto me constate con más o menos fundamento. Rafa, este dardo va por tí, claramente, pero por supuesto cualquier compañero de los que os pasais está invitado a decir lo que quiera, como siempre :)

Saludos, ecologista y de izquierdas al habla: Si a la nuclear. (2 de 2)

(…viene de aquí…)

Y ese es posiblemente el punto, (y a falta de la fusión nuclear, a la que no le quedan menos de 30 años) las renovables  son el futuro, pero no es un cambio que se vaya a hacer de un día para otro.  ¿Y mientras qué?. Pues que por aquí se dijo que nuclear=malo y punto en boca. Ea, porque si. Renunciar a ella porque no nos gusta, y no nos gusta porque no nos gusta. Y sigue.

No, la energía de fisión nuclear no es una solución mágica, no es precisamente un primor, ni es barata, ni nos asegura independencia energética, y no voy a negarlo, implica peligros muy considerables aunque controlables. Es una puerta que nos cerramos hace tiempo, desde la demagógica moratoria de 1982 impulsada por Felipe Gonzalez (que ahora es un firme defensor de la nuclear, fijense), y continuada por el resto de gobiernos, aun cuando la situación ha cambiado de forma exagerada (¡como para no haberlo hecho en 25 años!), sin oportunidad de volver a discutirla.

Así que el debate, debido al cambio climático, al aumento de los precios del petroleo, y la crisis, esta cantado. La clave de todo es que la nuclear no emite nada de CO2. Se ha publicado un libro, Nucleares ¿Por qué no? que ha hecho a algunos poner el grito en el cielo. En Internet corretean libremente listas con diez razones tanto a favor, como en contra, cada una con sus cosas más o menos discutibles. Ni voy a hacer el copiaypega de la lista de ventajas que ya hay expuesto en bastantes paginas web y redactada por gente más informada que yo (no, no voy a estrictamente a defenderla), ni voy a desmentir y rebatir punto por punto cada una de las cosas que se dicen en su contra, porque ni tengo la autoridad ni creo directamente que algunos sean rebatibles: la energía nuclear de fisión está muy lejos de ser la panacea, pero parece que aquí se nos olvida que de lo que se trata (creo) es de ganar tiempo al tiempo que de buscar una alternativa climáticamente limpia. Tan solo me interesa el debate.

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La central nuclear de Cofrentes, estuve allí una vez con el instituto. Esas columnas son vapor de agua de refrigeración. Muy rico todo.

A lo que voy.

Greenpeace publica una lista de 10 razones para decir que no a las nucleares. Y me apetece matizar algunos de esos puntos

  • La energía nuclear es peligrosa: Ok. Ahí tenemos Chernobyl, el mayor ejemplo de lo que puede hacer la energía nuclear puesta en manos de gañanes. A ninguno se nos olvida, por supuesto. Incluso intentar entender la circunstancia de aquel lugar y momento en la perestroika sovietica no lo disculpa, pero aquel gravísimo accidente nunca dejó de ser lo que es: una negligencia que sirve de aviso para que nunca se vuelva a repetir, para revisar procedimientos y endurecer normativas, para estar extremadamente atentos. Las centrales nucleares estan hoy por hoy llevadas por personas muy capaces, y los últimos diseños de reactores son mucho más seguros y prácticamente se paran sin intervención ante cualquier incidente. Etc. Soy el último que le quita importancia al peligro de una negligencia y al de la energía nuclear per se, pero también creo que hay que denunciar una excesiva animosidad hacia cualquier cosa llamada radiación. A lo que se tiene miedo no es a un accidente nuclear, sino a la central en si misma. Ni siquiera sirve decir que el humo del carbón de las centrales térmicas es tan radiactivo, o más, que el que hay en los alrededores de una central nuclear. Escuchamos ‘radiación’ y se nos ponen los pelos como escarpias, que si el microondas da radiación, que si las lineas de alta tensión dan radiación, que si el móvil da radiación… No solo la Tierra es de por si radiactiva, sino que el Sol lleva bombardeandonos millones de años: la radiación es un estímulo y un mecanismo absolutamente esencial en el devenir de la propia vida. Nuestro cuerpo está preparado para absorber dosis moderadas de radiación y es incluso beneficiosa en dosis bajas (la que se da por ejemplo en lo alto del Mulhacén), ya que estimula el sistema inmunitario. La radiación, la misma que potencialmente puede provocar cáncer, también lo cura. Paracelso ya lo resumió mejor: “Todo es veneno y nada hay sin veneno. Tan sólo la dosis decide que algo sea o no sea veneno”
  • La energía nuclear es cara e inviable. He leído de todo: desde que es la más barata a que es la más cara, en todas sus múltiples dimensiones. Como poco, es un enunciado cuestionable.
  • No es necesaria: con voluntad política se ha demostrado que se puede encontrar un sustituto limpio sin pasar por ella. Suecia ha derogado su moratoria firmada en 1980. Y como decía antes, los progresos efectivos en renovables en Alemania de momento son exiguos. Aunque también es cierto que ambos gobiernos son ahora conservadores, sería injusto no mencionarlo.
  • No se sabe que hacer con los residuos: no, mal dicho. Lo que hay que decir es que nadie quiere hacer nada con los residuos. La solución es relativamente sencilla: además de que son convenientemente procesados para que no se pueda en un hipotético futuro hacer ninguna gansada con ellos, se guardan en una mina a 500 metros de profundidad y punto pelota. En una zona libre de terremotos y fallas (y Europa en general lo es) esas minas no van a volver a estar al descubierto en millones de años, mucho tiempo después de que esos materiales dejen de ser peligrosos. Pero claro, a esto los anglosajones lo llaman ‘NIMBY’, ‘not in my backyard’, no en mi patio. Todo el mundo sabe que hace falta, pero nadie quiere tener uno cerca. ¿Cual es el problema de hacer el cementerio justo al lado de la central, eliminando también el riesgo asociado al transporte?
  • Los residuos se pueden utilizar como armamento nuclear. Si. Y también se pueden usar para alimentar mas centrales nucleares. Como todo, depende en que manos, puede ser un peligro o un beneficio. Por la misma razón está prohibida la investigación con células madre, ni se hacen muchas otras cosas potencialmente muy beneficiosas.

De para el final las dos últimas, que son de traca, me parecen las más absurdas de todas con diferencia, las que me han movido a escribir toda esta parrafada.

  • El uranio se va a acabar en 30 años. Por un lado, insistir en que se están haciendo avances interesantes en el uso de los residuos nucleares como nuevo combustible. Pero no es ese el punto que quiero desmontar. Decir que se va a acabar, permitidme el chiste, es como decir ‘no me como la mousse de chocolate, porque se me acaba’. Bien que aunque no se acabará de golpe (se tratará de otro pico de Hubbert), llegará un punto en que sus costes de extracción, incluidos en términos de CO2, no harán viable su uso, pero de lo que precisamente se trata es del tiempo que nos pueda dar de margen la energía nuclear hasta que encontremos una fuente mejor, solida y fiable; no de encontrar en la nuclear la solución definitiva.
  • La energía nuclear no goza de apoyo popular. Volvemos a lo de NIMBY, ‘no te debería gustar la energía nuclear porque a nadie le gusta la energía nuclear’ con razones o sin ellas, es decir, no nos gusta porque no nos gusta. O dicho de otra forma: cordero, sigue al rebaño que tanta gente no puede estar equivocada. ¿Eso es un argumento? Y además lo dicen los mismos que han potenciado su animadversión social. ¿Esta es la mejor dialéctica que pueden presentar?. Con la manía de presentar un número redondo (10 razones), se podían haber ahorrado esta, que les hubiera quedado mejor.

Copón, que yo soy un bloguero cretino que no tiene ni acabada la ingeniería, y obviamente mi exposición tendrá fallos, pero ¿esto es lo más fuerte que sabe decir Greenpeace sobre la energía nuclear?

Es una cosa también muy española, no solo que se nos llena la boca hablando de lo que no sabemos, sino tergiversando las palabras de los que saben ( ‘Los científicos dicen, los médicos dicen, los ingenieros dicen) y desdeñandolos cuando no nos conviene. Qué esperar de un país con un nefasto nivel científico y educativo, donde se dice con una facilidad tremenda ‘los expertos pueden decir misa que no tienen ni idea’.

No viene a cuento, pero releyendo para hacer esto me he encontrado con esta tira de Dilbert que me parece genial.

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Y esto es lo que tenía que decir. (Q’agusto m’e quedao)

Actualización: evidentemente, este texto fue redactado antes del accidente de 2011 de Fukushima. Aún manteniendo el fondo de las convicciones que aquí presento, la evidencia ante la que nos rendimos los mal llamados ‘pronucleares’ es el hecho de que la opinión pública ha traspasado un punto de no retorno, imposible ya de cambiar. Por no hablar que muchos de nosotros hemos dejado de hablar, o lo hacemos con la boca chica, cuando directamente no hemos cambiado de chaqueta. Se acabó el debate, eso está claro. Lo que sencillamente seguimos diciendo es que la energía de fisión es una alternativa más de generar energía, que no podemos ignorar a la ligera, y de la que es un hecho que dependemos, aunque la abrumadora evidencia de los sucesos de Japón nos muestra, definitivamente, que no es el camino a seguir, cosa que ya había enunciado aquí antes.

A titulo personal, no tanto este suceso en Japón (aunque también) como la estancia de un año que he tenido estudiando en Dinamarca, me ha hecho convencerme de que las energías renovables son un presente cada vez más real, y no solo un abstracto futuro.

Saludos, ecologista y de izquierdas al habla: Si a la nuclear. (1 de 2)

(Nota: sé el tono con el que escribo este post, pero lo último que pretendo es pontificar. Estoy aquí para que en lo que esté equivocado, me corrijais. Hago la primera parte un poco más didáctica y en la segunda ya me meto en el asunto. Como siempre, sed bienvenidos)

La energía lo es todo.

No me refiero a a aquello de “la materia es energía” (que también es verdad), sino a que para los humanos -no solo para el ecosistema-, la energía lo es todo. Es el motor de todo, y cuando no hay energía, todo se para. En cualquier articulo que trate sobre la crisis económica, sobre el desarrollo sostenible, sobre el cambio climático, sobre la superpoblación, esa idea debería estar siempre presente. Dependemos de la energía, es la que mueve el sistema, la que en gran medida nos da el sol, es que mueve el agua, el viento, la que alimenta los pastos que alimenta a la ganadería que nos alimenta a nosotros, es esa que hace millones de años creó lo que ahora son nuestros combustibles fósiles, la que mueve nuestros coches, nuestros ordenadores, nuestra economía. Riqueza es energía. Los países económicamente más ricos no solo son los que más dinero mueven sino los que más energía mueven (o ‘gastan’*).

greg12Y ahí estamos: cuando hablamos de crisis económica (tal vez la de ahora no es un buen ejemplo ya que está visto que es principalmente financiera e inmobiliaria), todo suele pasar por altos precios de la energía, como pasó el año pasado con el petroleo, ese que usamos para desplazarnos y para tantas cosas. Cuando hablamos de cambio climático, hablamos de la polución que generamos al crear esa energía eléctrica (de nuevo, a partir de combustibles fósiles), y también hablamos de las sequías e inundaciones que se nos vienen encima. Cuando hablamos de superpoblación, hablamos de los excesos de los EEUU y las Europas, en materias primas y alimentación, de las cuales deviene una elevada necesidad de energía; hablaremos de las demandas de nivel de vida que dentro de poco exigirán China y la India (si es que no lo hacen ya) y de las que tal vez a largo pedirán Sudamérica y África, si es que les dejamos algo, si es que no nos lo hemos cargado todo antes (tocar madera). Hablamos de las carísimas desaladoras para compensar los dolores provocados por las sequías, de los embalses para aprovechar lo que traigan lo que de otro modo serían descontroladas (y desaprovechadas) inundaciones, de los automóviles que habrá que seguir moviendo como siempre…

¿Como lo hacemos? Los más cínicos, dicen que adelante con el petroleo y los fósiles, que antes de que se acaben, ‘el propio sistema’ encontrará de forma natural una solución sin necesidad de apretar las tuercas (puesto que ‘el sistema’ funciona a la perfección, ¡no hay más que verlo!). Entre lineas, se lee: Que Sea Lo Que Dios Quiera, a.k.a. Sálvese Quien Pueda.

En el otro polo estarían los agonías que dicen que el sistema no ha funcionado nunca -todo ha sido una mera ilusión-, que tarde o temprano nos va a reventar todo en la cara -muchos piensan que es justo lo que está ocurriendo ahora-, y que no hay forma de sostener lo que siempre ha sido insostenible. Daos cuenta que al final coinciden con lo que dicen los primeros. Todos muy hermanos y mucho buen rollo, pero ninguno suele hablar de como alimentar 6.000 millones de bocas.

Y por supuesto, los puntos intermedios, desde los que dicen que lo que haya que hacer no se puede hacer a la desesperada, hasta los que dicen que llevamos un retraso de décadas, y que ya lo único que podemos hacer es paliarlo, ya que el desastre es de una forma o de otra, inevitable. Y se podría seguir matizando hasta el infinito, como cosa fractal que es hasta la individualidad.

(…)

Una de las últimas ha sido el reabrir el debate de las fuentes de energía. Renovables si, renovables no. Fósiles si, fósiles no. Nucleares no, ¿nucleares… no, gracias?. Y ahí esta el tema ¿como que nuclear no? Para colmo, y al parecer esto solo pasa en España, la cosa está politizada que te cagas: si eres de izquierdas, no quieres nuclear (tanto monta) y si la quieres es que eres de derechas. Ea.

Lo que tengo claro es que decir “si a la nuclear” no es decir “no a las renovables”, aunque probablemente decir “no a la nuclear” es decir “si lo es a los fósiles”.

Por supuesto digo un si rotundo a las renovables. Pero también que hay que tomárselo con cautela, que se trata invertir el dinero en investigar, no de forrar España y/o el Sahara con paneles solares. Que no nos podemos entregar ciegamente a sus brazos, al menos todavía. Aunque suponga seguir en parte el manual del perfecto agonías ecológico, algunas cosas son difíciles de ignorar. Como que por ejemplo, aún a día de hoy, un panel fotovoltaico tarda 10 añazos en devolver la energía que se ha gastado solo en su fabricación. O que la energía eólica es azarosa e imprevisible, donde las buenas ráfagas de viento suponen picos en la oferta eléctrica difíciles de aprovechar. O que las cifras de las plantas solares térmicas son tergiversadas: suena de puta madre decir que la nueva planta solar de Sanlucar la Mayor dará energía para 180.000 hogares (Sevilla entera), pero a todo el mundo se le olvida decir que ese es el máximo teórico, el rendimiento pleno de un día hipersoleado de verano a las dos de la tarde. Nadie habla de días nublados, ni del sol de invierno a las 4 de la tarde, ni por supuesto de las noches. En Alemania, hasta hace unos meses el país con mas hectareas cubiertas de paneles solares (que daban 2500 Mw – ahora España es el primero con 3500 Mw), apenas suponian el 0,05% de la energía aportada a la red.

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Hay que investigar en paneles más eficientes para la solar; tal vez, mediante un sistema centralizado, en extender la eólica para aprovechar las ráfagas allá donde estén; en impulsar el uso solar para el calentamiento de aguas sanitarias y sistemas de calefacción (que aunque ya se ha implantado la normativa, se ha hecho tarde desaprovechando la expansión inmobiliaria que bien sabemos ya ha acabado); en desarrollar formas de almacenar los picos de energía (tal vez teniendo como medio el hidrógeno, que es muy importante señalar que no se encuentra en yacimientos naturales como el petroleo); así como hábitos para aprovecharla (por ejemplo, usarlos para alimentar las antes mencionadas desaladoras -otra buena forma de ‘exportar’ los picos de energía-, o para poner a cargar coches eléctricos o electrodomésticos por la noche). Que no se diga que no hay ideas.

* Un matiz: cuidado cuando se dice ‘la energía se gasta’. La energía no se gasta, sencillamente se desperdicia al transformarse en otra forma menos útil, principalmente, en calor: por ejemplo, ese calor en los frenos de semáforo en semáforo. Ese es el primer principio de la termodinámica, “la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”. La energía está ‘ahí’, en distintas formas: en el centro del sol y en los átomos (nuclear), en forma de calor en el interior de la Tierra (térmica), en la altura del agua de los pantanos (potencial), en el viento o en nuestro coches en movimiento (cinética), en el petróleo (química), o en una dinamo (en última instancia, eléctrica).  Y justo es la energía eléctrica la que más nos interesa a los humanos, la que ‘creamos’ a partir de cualquiera de las otras, y la que tecnológicamente nos resulta más fácil transportar y convertir en cualquiera de las otras en un momento dado, según las necesidades.

(…sigue…)

Solución al problema

Por un lado estamos acojonados porque cada vez emitimos más gases por la combustión de petroleo, que crea el efecto invernadero, y por ello cada vez el planeta se calienta más, lo que provoca desarreglos climáticos y en la biosfera. Si quemásemos menos, (o nada), el problema basicamente se solucionaría (ya que por desgracia no se puede desquemar).

Por otro, estamos acojonados porque cada vez queda menos petroleo.

¿No ve alguien algo raro ahí?

El Pico de Hubbert

Disculpad que no escriba. No voy a decir que no lo hago porque esté estudiando (que debería de ser así), sencillamente diré que me ha cogido una epoca en la que tengo muchas más preguntas en la cabeza que respuestas. Dolores aparte, no tiene nada, nada de malo, Ya sabeis que aqui suelo ofrecer ‘ideas digeridas’, en el sentido de que suelo disertar sobre cuestiones que ya me he planteado y respondido a mi mismo, de otro modo: me gusta ‘aportar’ ideas acabadas. Tal vez pretencioso y arriesgado por mi parte, pero lo veo así. Pocas son las veces que he lanzado preguntas abiertas a las que soy incapaz de encontrar respuesta. Asi fué hace poco y en buena parte aquella pregunta desencadenó en mi un ansia de investigar sobre ciertas cuestiones que probablemente antes temía enfrentarme de forma directa, probablemente por miedo a encontrar una respuesta que no me gustase: la casi certeza de que no solo mis hijos, sino que yo mismo me voy a enfrentar a un mundo en el que cualquier tiempo pasado siempre habrá sido mejor. En cualquier caso, son asuntos sobre los que siento que tengo poco que decir y mucho que aprender.

La historia de hoy es que he llegado a la wikipedia a un articulo que habla sobre llamado El Pico de Hubbert. Este se refiere al momento en el que el petroleo, nuestra fuente primaria de energía, llega a su máximo nivel de extracción que luego empieza a decrecer, ante la dificultad física cada vez más grande de extraerlo. Esto es igual con cualquier otra materia prima no renovable. Este puntó llegará mucho antes de que se agote (en verdad, se insiste en que el petroleo nunca será agotado, sencillamente se llegará un punto en que sea demasiado caro extraerlo), e irá acompañado de un duro encarecimiento continuado seguido de una disminución en su producción y ominosos aunque muy serios vaticinios de una crisis que se nos viene encima: una catastrofe Maltusiana. Muchos indicadores señalan que de hecho estamos en estos años en el máximo. Os invito especialmente a leer el articulo completo, pero unos cuantos parrafos me parecen inmejorables.
En ellos se habla sobre las ariesgadas esperanzas que tienen muchos de que ‘el problema se arregle solo’, mediante algo asi como un deus ex machina, un descubrimiento técnológico que nos saque del apuro. En vez de buscar una solución que probablemente pase por apretarse el cinturon y enfrentarse al problema de cara. Imprescindible cuando lo compara con el juego de la ruleta rusa.

Asi que aquí, directamente copio el texto de la Wikipedia. Con dos cojones. (Pero las negritas son mias).

(…)
Una solución de mercado se basa en la creencia que la escalada de los precios del petróleo debido a la escasez de este estimulará las inversiones en las tecnologías que reemplacen el uso de carburantes, hagan más eficiente la extracción del crudo e incrementen la productividad. El reto económico en un entorno de agotamiento de los viejos recursos es que la investigación en energías alternativas necesita de combustibles fósiles para su realización. Los críticos argumentan que la escasez de combustibles hará estas investigaciones más caras, incrementando el coste del desarrollo de las nuevas tecnologías en la misma medida.

A medida que los costes energéticos aumentan estos pueden llegar a superar los costes laborales y, a largo plazo, los tipos de interés bajarían en conjunción con la caída de la productividad de una economía carente de energía. Algunos creen que otras fuentes de energía podrían hacerse más atractivas. A pesar de todo, los críticos afirman que la solución de mercado se equivoca al formularlo todo en términos puramente monetarios, ya que, en sus valoraciones, consideran únicamente el precio del petróleo, cuando en realidad el aspecto importante a tener en cuenta es la eficiencia energética (el balance entre energía invertida para la extracción y el refino frente a energía extraída).

Los que apoyan la solución de mercado contraargumentan que con más dinero es posible encontrar soluciones alternativas.

Según la organización ASPO en su informe del año 2005 el cenit de producción sobrevendría en el año 2007 aproximadamente.Los críticos abogan por un modo de actuación más previsor que dejar actuar al mercado en espera de que este y la mano invisible resuelvan los problemas que se vayan planteando. Argumentan que el dinero y los combustibles fósiles actuales deberían usarse para obtener soluciones a largo plazo realmente sustitutivas ya alternativas ahora que aun hay tiempo para maniobrar y corregir los errores. Esperar a las reacciones del mercado puede hacer que sea demasiado tarde cuando se pretenda actuar para paliar los efectos de la escasez. En opinión de estos mismos críticos, dejar hacer a ver qué pasa es jugar a la ruleta rusa en un experimento global que sólo se puede realizar una vez en el que el colapso total es una de las posibilidades a contemplar, un riesgo que la humanidad no debería permitirse asumir.

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