Horsens, Miniguía Útil Erasmus (2 de 3)


Voy a tratar en este segundo episodiode algunos temás particulares sobre la vida aquí, a saber papeleo, residencias, la Universidad, cómo llegar y cómo moverse, telecomunicaciones, manejar dinero, y comida y bebida. No olvideis el primer episodio, donde ya he hablado sobre las ventajas académicas de estudiar en Horsens, la gente, la ciudad en si misma, y las comunicaciones de esta. Reservo comentarios sobre el idioma para un tercer episodio, porque esto ya crecía demasiado.

Seguramente lo primero que os interesa a muchos es ‘el papeleo’, aunque más bien lo que puedo ofrecer son consejos y guías generales que datos reales. Más que nada, no solo porque yo también soy algo despistado, sino porque hice todas esas movidas hace ya algún tiempo y no las recuerdo bien, pero todo lo que digo aquí es válido.

  • La Yellow Card: es el permiso de residencia danés propiamente dicho y también tu tarjeta sanitaria. Además es necesaria, por ejemplo, para abrir una cuenta bancaria. A mediados de octubre vienen funcionarios desde Aarhus a recoger datos de todos los alumnos, y unas semanas más tarde llegará esa tarjeta a su buzón. Es absolutamente necesaria tenerla, (a no ser que quieras que te expulsen del país, claro) pero el proceso para conseguirla es transparente.
  • La WildCard: es la tarjeta que despacha la compañía nacional de trenes, y nos da a los estudiantes un 50% de descuento en desplazamientos, excepto viernes y domingos que es solo un 25%. Absolutamente recomendable, tened en cuenta que por ejemplo, ir y volver a Copenhague sin ella, es un pico de 80€. La vas a usar, asi que mientras antes la saques mejor.
  • Pasaporte. Esto ya lo deberíais saber, aunque Dinamarca esté dentro de la UE, os lo pedirán para muchos trámites menores. Es sencillo sacarselo, y es necesario si quieres viajar. No admito replicas
  • Acuerdo académico, matrícula, el papeleo importante de verdad… como ya he dicho antes, ¡no recuerdo bien esas cosas!, pero es que además vuestros coordinadores deberían informaros bien, asi que no es a mi a quien deberíais preguntar, ¡no coloquéis sobre mi esa carga!. Estad atentos a vuestros correos de la universidad, etc. Anda, anda, miraos eso por vuestra cuenta… sencillamente poneos las pilas xDD

Actualización: Insisto, con respecto al último punto, no me preguntéis por el papeleo y por las asignaturas. Aunque más adelante hago algún comentario puntual sobre ciertas asignaturas, entiendo que es un coñazo rellenar esos papeles, lo sé, pasé por ello, y entiendo que me lo sigáis preguntando por correo, pero esas son respuestas que ni puedo, ni debo, ni quiero responder. No puedo porque no lo recuerdo, no debo porque no me corresponde esa responsabilidad (estuviera bien, que me equivocase yo por vosotros), y no quiero, por las razones anteriores, y si, porque es un coñazo. Entiendo que esta respuesta os parece un poco borde, pero no solo hablamos de unos papeles que tediosamente rellené hace casi dos años, sino que si apenas recuerdo lo que yo hice para mi carrera de mi universidad (Diseño Industrial en la Politécnica de Málaga); así pues imaginad que con que argumentos puedo ofreceros consejos sobre vuestra carrera de vuestra universidad. Y os recuerdo que yo en Dinamarca he hecho ‘Mechanical Engineering’, no ‘Construction Arquitect’ ni ‘Civil Engineering’. Es que directamente de esas carreras no tengo ni idea, lo que sé es de oídas de amigos míos de allí. En serio, no me enviéis más correos preguntadome por asignaturas, es una responsabilidad vuestra, y bastante grande, por cierto. Esas respuestas las tienen, en todo caso, vuestros compañeros de carrera y universidad de años previos, pero sobre todo, sobre todo, vuestros coordinadores, y es a ellos a quienes debéis de insistir con estas preguntas.

(…)

 

Residencias

A considerar hay dos: la Kamtjatka, en el centro, con unos 300 estudiantes, y la Campus, (desconozco el número, pero seguro que alguno me lo apuntáis), que está justo al lado de la Universidad. La Kamtjatka se encuentra a 2 km de la esta. Hay otras dos residencias, la pequeña 4 de Mayo, también en el centro, de donde no conozco a nadie, y la Teknisch, (o como se escriba), de nuevo al lado de la universidad, y que es donde va la gente a vivir sola y momificarse en vida (en serio, es que a los de allí no los conoce casi nadie, y al único que conozco ha dejado bien claro el asco que da esa residencia). Las reservas se hacen en drosselbo.com, y la única alternativa a esto es buscar un piso de alquiler por tu cuenta. Tanto en la Campus como en la Kamtjatka (Kam para la familia), se comparten una especie de pisos entre dos o tres personas, donde cada uno tiene su propio dormitorio, pero se comparte cocina y baño. Están plenamente equipados, y en todos los casos gozan de plenitud de espacio. Estos ‘pisos’ dan a pasillos, en el caso de la Kam, y al frio exterior, en el caso del Campus. Con todo, también hay ‘pisos’ individuales en la Kam, aunque no igual de bien equipados, y además son más caros.

Yo vivo en la Kamtjatka, y bueno, tiene sus virtudes y sus defectos.

La habitación de la esquina

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Horsens, Miniguía útil Erasmus (1 de 3)


Tres cosas. La primera, que acabo de pegarme un Interrail que lo flipas, con una dosis final de 18 horas de tren desde Cracovia. La segunda, que completado este Interrail, tiene huevos que aún no haya acabado de publicarlo todo sobre el otro gran viaje que ya me he pegado este Erasmus, el Autumn Break, cuando aún me quedan por publicar tres episodios (dos de ellos ya escritos, solo faltan las fotos). Y la tercera, ya me ha llegado algún correo de gente que conoce este blog y está contemplando la posibilidad de venirse aquí a estudiar, y dado que acudirán preguntando, publico esta miniguía a modo de esclarecer las cosas, y que de paso sirva un poco de ilustración de como se está desarrollando para mí este año.

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Esta foto es de la primera semana. Tiene gracia, porque apenas nos
conociamos, pero sobre todo, es curioso porque parece que hace siglos…

 

Nota: el estilo de conversación de este post se debe a que es una copia casi literal de un correo -aunque convenientemente extendido, corregido y depurado, para que sea presentable y válida para todo el mundo- con el que he respondido a una malagueña que está contemplando venirse aquí el año que viene. ¡Si, respondo así a los correos, especialmente cuando mientras lo escribo ya estoy pensando en publicarlos! :D

Conviene aclarar que Skövde (Suecia) es otro destino que nos ofrecen a los de la UMA, y que yo mismo estuve contemplando, y que es por el que esta malagueña también me pregunta.

(…)

“Bueno, a ver por donde empiezo.

Primero la parte académica. (*Esta parte interesa casi exclusivamente a los estudiantes de la Politécnica de Málaga). Voy a resumir poco y mal lo que sé, asi que insistiré en que te informes por tu cuenta y de fuentes ‘oficiales’.

Supongo que ya sabrás que en Skövde te sacas el título de Diseño Industrial, con el nombre que allí tenga (creo que European Bachelor de nosequé Product Design) además de el de Málaga, mientras que aquí en Horsens sacas Ingeniería Mecánica, además del de Málaga. Por lo demás, las asignaturas que aún te queden de Málaga por terminar debes acabarlas en el plazo de un año, para que Skovde/Horsens te otorguen su título. Hasta donde sé, de ambos sitios solo te convalidan el proyecto, y todo lo que apruebes aparte solo serán, desde el punto de vista de Málaga, créditos de libre configuración, que te saldrán por las orejas. Pero piensa que por estudiar lo que aquí se estudia (que es mucho más entregar trabajos que hincar los codos) y sacarse 60 créditos, tienes una carrera más en el bolsillo y que poner en el curriculum, así que de puta madre (y que te digo que si 60 créditos me los saco yo, y me los estoy sacando, se los puede sacar ABSOLUTAMENTE todo el mundo). La principal diferencia, hasta donde sé, es que para conseguir el titulo en Horsens además deberás de hacer 5 meses de prácticas en una empresa, danesa, española, donde sea, y que yo sepa esto no es requisito en Skovde. Por razones que se me escapan la gente está mucho más interesada en Skovde que en Horsens (también Horsens es el primer año que se nos ofrece), pero te vuelvo a repetir que académicamente, ambas ofrecen ventajas a gran distancia del resto de destinos, y sin apenas diferencias entre ellas. Por ultimo, te vuelvo a repetir, yo esto es lo que se más bien de oidas y ademas son los datos que tengo de hace un par de años, cuando tuve unos amigos en Skovde, así que no sé si las condiciones han cambiado, por lo que de nuevo, mejor si preguntas todo esto por tu cuenta.

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A Horsens hay que reconocerle rincones muy, muy bonitos. Ahora, olvidad coger la bici para pasear durante 6 meses…

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Berlín: muros, bunkeres y “Ampelmänn” (Autumn Break, episodio III)

(viene de aquí)

Recién acabo de entregar el proyecto semestral (bueno, acabo de enviar mi parte para que me la impriman), puesto que ya estoy de vuelta en España con mi familia, aquí me encuentro dispuesto a disfrutar de tres semanas de vacaciones en las que tengo realmente poco que hacer (excepto trastear un poco con el 3ds Max para la presentación del proyecto: con diferencia la parte que más disfruto). Dicho esto, vamos al ajo, vamos a seguir contando el viaje.

Puerta de Brandeburgo

La última vez estábamos abandonando Oslo, camino del aeropuerto para tomar el avión a Berlín, ¿no?. ¿Pues sabéis qué? Que ese día, el sábado 16, me lo salto. Por ahora. Ea.

Domingo, 17 de Octubre

9 de la mañana. Ahí estoy yo en mi cama, escuchando a mis compañeros levantarse, ducharse, hablar y reírse, mientras para mis adentros pienso que no puede ser verdad lo que está pasando. ¡Están madrugando, después de la que cayó anoche! Que digo la noche anterior, ¡hacía un rato! Yo no solo es que no me lo pudiera creer, es que directamente me estaba cagando en todo y en todos. No hablemos de borrachera o resaca, porque lo mio era no era eso sino lo siguiente (y también lo de los otros, digan lo que digan, jaja). Alguna vez me han dicho que soy de malos despertares, pero aquella mañana la procesión iba por dentro. Me querían llevar de tour, de andar y esas bizarradas, después de haber dormido apenas tres horas, después de todo lo de el día anterior. Y me lo planteé, pensé mientras aún estaba en la cama ‘me quedo, me quedo en la cama, ya me levantaré luego, ya los buscaré, ya si eso voy al siguiente turno del tour guiado…’

Por supuesto, estuve maldiciéndome, todo lo que me quedó de viaje, por haber siquiera llegado a plantearme no levantarme aquel día.

Nada, remoloneé un rato e incluso me quedé solo en el cuarto mientras los otros desayunaban, pero con una ducha rápida (si, el concepto ‘ducha rápida’ y yo podemos coexistir, porque fijo que alguno salta) se solucionó todo, que hasta me dio tiempo de desayunar y quedarme contento y coger una naranjica pa el camino.

La parsimonia

Conversando con Edu, con nuestras naranjicas y con lo que me gusta llamar ‘eficiencia energética’ (otros lo llaman parsimonia, jaja). Fotografía de Dani Durden.

El plan era llegar hasta Pariser Platz, justo frente a la puerta de Brandeburgo, y empezar allí lo que se llama el Free Tour.

Os cuento que es el Free Tour: es un tour guiado por la ciudad de gratis. Lo de gratis es un decir, al final pagas ‘la voluntad’, pero sale uno tan satisfecho que normalmente pagas más. Y con un rollo bastante desenfadado y jovial, aunque no deja de ser serio e intensivo: el trayecto de apenas cuatro kilómetros nos llevó más de cuatro horas, lo que son más de tres horas hablando/escuchando al guía. La empresa que hace el free tour hace también otros tours guiados por las más importantes ciudades europeas, pero este es el que sirve de reclamo, y es una jugada que seguramente  les está saliendo de puta madre, porque si le ponen la misma pasión que en el Free Tour, la gente repite seguro. Con la misma empresa repetimos luego en Londres, y ambas ciudades hicimos también el ‘Pub Night Crawl’ que nos enseña la marcha nocturna llevándonos por unos cuantos sitios variados. Pero no avancemos tanto.

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Autumn Break 2010, episodio 2: Los trolles noruegos

(Viene de aquí)

Empecemos pues, plantandonos en la mañana del 15 de octubre, 7 de la mañana. Yo empiezo ya criando fama: hago esperar a toda la gente fuera 10 minutos (ya comentaremos este punto), y hasta Edu y Alberto tienen que venir a darme un toque a la puerta cuando por suerte estaba echando ya el cerrojo de mi cuarto. Vamos a patica hasta la estación, viajamos en tren hasta Aarhus mientras ajustamos dineros de las reservas de los hostales, e intercambiamos números de moviles españoles (claro, fuera de Dinamarca no nos sirve nuestro número local). Y es relevante decir en este instante -puesto que tendrá consecuencias- que guardé todos los números… y ningun nombre. Como los ibamos dictando corriendo, y el teclado en pantalla de mi LG apesta, alegría, pensé, ‘ya los guardaré bien luego’. Ja. Pero avancemos, avancemos.

De nuevo, autobús (donde Edu soltaría su primera frase del viaje: “los 24 días del año”) hasta el aeropuerto de Arhus, que esta más lejos de Aarhus del propio Aarhus que Horsens. Y por cierto, vayi mierdi de aeropuerto para ser la segunda ciudad de Dinamarca. Comprobamos por primera vez el peso de nuestras maletas, y atented… las de los tíos pasaban casi todas del límite, 10 kg, mientras las chicas habian tenido mucho más ojo que nosotros. Eso el primer día de viaje, antes de souvernirs, compras, y mudas humedas y sucias. Despues de poner tanto peso como pudimos dentro de los chaquetones (porque por supuesto, en ese instante yo mismo llevaba hasta cinco mangas), pasamos el control, ¡y a volar!

Aarhus Airport

El vuelo es ridículamente corto: despegamos del norte de Jutlandia y aterrizamos a 60 kilómetros al sur de Oslo, lo que es una trayectoria que recta ni llega a 350 km, o traducido, menos de 20 minutos de vuelo nivelado. Aterrizamos (que guay, no hay que esperar maleta!), sacamos dinero, ¿y ahora qué? (aparte de hacer la foto). Pues eso, sacar billete para Oslo, y primera en la frente: Ida y vuelta, 40 € (lo mismo tren que autobús). Todo hay que decirlo, ibamos avisados; pero uno nunca pierde la esperanza de que la información sea erronea.

Bien, ahora es el momento de hacer una pausa y comentar el plan. Como ya sabeis, en Oslo ibamos a estar dos veces, un día ahora, y otro a la vuelta. Los albergues de Londres y Berlín los habíamos conseguido baratos, si mal no recuerdo 15-20 € la noche. Pero lo único que habíamos visto en Oslo era por 35€, así que decidimos lo siguiente: salir la primera noche en Oslo a saco, pillar lo primero que hubiera de vuelta al aeropuerto y dormir allí. A la vuelta sin embargo preveiamos que ibamos a estar reventados, así que si tuvimos la prudencía de pillar albergue. Pero dejemos eso apartado ahí. En el momento la pregunta era ¿que hacer esa noche? Habíamos pillado alcohol en el duty free, pero ¿donde beberlo?

Continuemos, hablemos ya de Oslo. Como también he comentado, yo el viaje no me lo había preparado casi nada. Por suerte algunos ya habían estado y tenían objetivos claros, así que tuvimos una suerte de guías. Lo poco (y mal) que tenía yo escuchado era que al contrario que Estocolom, Oslo no era gran cosa, una ciudad más bien industrial y sin mucha chicha, al estilo de Bilbao o Málaga. Pues no, me ha sorprendido y muy gratamente, es el momento de decirlo. No es la repanocha, pero supongo que es lo que pasa cuando vas con las expectativas bajas. Recién salidos de la estación de tren, tras dejar las maletas en consigna (y encontrarnos al doble de Agu, jejej), tiramos directos hacia la joya de la corona: La Ópera de Oslo.

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Autumn Break; o como pegarte un pasón de viaje que no olvidarás nunca (Parte 1)

Ea, ha llegado el momento de contar el viaje que me pegué hace ya más de un mes. Comento brevemente: hace seis semanas yo y otras doce personas nos pegamos un viaje de 10 días por Oslo, Berlín y Londres. Un pasón, eh, y creo que merece que hable un poco de ello. De hablar de como me está yendo de Erasmus, decir que de puta madre, pero lo digo ahora, no me apetece forzar la digestión de algo mientras aún lo estoy viviendo, así que creo que no haré una retrospectiva posiblemente hasta el mismo día que vuelva a España de forma definitiva.

Ahora he acabado una horrible semana de apenas dormir en la que he entregado 3 proyectos, y aunque aun tengo el ‘gordo’ del semestre dentro de dos semanas, no me voy a privar de volver un momentito por aquí y dedicar a esto un poco de tiempo, ¿no?

Del viaje: ¿Que contar? ¿Por donde empezar? Empiezo comentando que hice aproximadamente 2.000 fotografías (y me he contenido por falta de memoria) de las que se salvan 200, una vez ensamblados panoramas y demás movidas y despues de echar un rato en Photoshop (entre otras cosas por eso he demorado dedicarle una entrada a este viaje, que digo viaje, ¡tour!: quería ilustrarlo en condiciones). Esas solo las mías: entre las de todos suman 10 gigas, si, 10 gigas de fotos, con algún video, pero en su mayoría fotos (que lo piensas y dices, vale, pero ¡¡10-Gigas-de-fotos!!).

Y lo voy a estructurar en tres* entradas que ni van en orden cronológico, ea (*al final han sido seis entradas…). Hice anotaciones, y entre eso y las fotos está todo bien documentado, así que empiezo con un resumen. Y me vais a disculpar si uso de vez en cuando alguna palabra en inglés, si vierais el cacao que tengo a estas alturas en mi cabeza entre los dos idiomas, con cosas como que te sabes la palabra en ingles y no la recuerdas en español, y no solo al revés…

Prefacious*.

*(primera en la frente.Y pa colmo ni existe en inglés)

Empezando el Viaje

Foto para empezar el viaje, en la misma estación de tren de Horsens.
Fila superior, empezando por la izquierda: Dani, Alberto, Cristina, Izaskun, Anna, Estefanía y Jose Luis.
Fila inferior, Agu, Edu, yo mismo y Jose Ramón. En Londres se nos unirían Rocio y Noel.

El viaje, como tal, empieza a ser planeado apenas a las 3 semanas de estar en Dinamarca, y unas seis antes del propio viaje. A mediados de Octubre era el llamado ‘Autumn Break’, una semanita entera de vacaciones by the face, 10 días de fiestaca, rascarte los cojones o viajar (o las tres cosas). Espontaneamente se empezaron a plantearse muchos viajes distintos, todos en grupos de 10 – 20 personas, así que o bien te lo montabas tu, o bien sencillamente te acoplabas al que más atractivo te parecía (lease también ‘más afinidad sentias por el grupo de personas que iba’). Tened en cuenta que estamos más de 100 españoles, entre unos 700 erasmus, por lo que no faltaban alternativas.
Por ejemplo, otro que ha pegado fuerte es el de, llamemoslo así, Capitales del Este (tres cualesquiera de las siguientes solian componer algun viaje: Varsovia, Cracovia, Budapest, Viena, Praga, Berlín, Bratislava…). Una idea tremendamente apetecible, accesible, y también hay que decirlo, barata. Se podría argumentar que mi (nuestra) elección era un tanto rutinaria: a Berlin y a Londres “hay que ir” alguna vez en la vida,  pero a las antes mencionadas probablemente solo tenga ocasión de ir mientras esté aquí en Dinamarca. Pero oye, eso tiene facil réplica, y se llama Spring Break. ¡Y punto en boca! :D

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