–(Aviso: contenido ‘spoiler’ leve)—
Acabo de volver del cine de ver Star Trek (2009), y que queréis que os diga, me ha decepcionado un poco. En parte, porque el que la critica la esté poniendo por las nubes es lo que tiene. Blanda, floja, infantil, repetitiva… Todas esas cosas me ha parecido. Y que conste que no me ha parecido una mala película, incluso lo voy a dar al final buena nota, solo quiero avisar de lo que vais a encontrar y no os llevéis la decepción que, probablemente solo culpa mia, me he llevado. Lo que quiero escribir aquí es una impresión personalísima y no una crítica como tal. Aun sin ser seguidor oficial de la saga (trekkie o trekker) , siempre me han gustado al menos las películas (aquí enlazo unas criticas que he escrito en FilmAffinity sobre la primera y la segunda), pero al llegar a esta uno se empieza a preguntar si la que se hace vieja es la saga o eres tú.
Star Trek ha sido siempre ‘ciencia ficción suave’, como Star Wars, mucho más centrada en sus personajes y relaciones que en los aspectos científicos y tecnológicos (normalmente usados erroneamente) que podrían condicionar su existencia, como lo pueden ser Blade Runner, Matrix o 2001. Y va a ser siempre eso: una proyección alegre, ligera y optimista de lo que puede ser la raza humana dentro de tres siglos, donde no hay conflictos internos, sin guerra, hambre, o racismo… Los problemas los hay con razas alienígenas, sobre las que cae hacer la alegoría sobre temas humanos actuales, como lo era la caída del Imperio Klingon en Star Trek VI (una de mis preferidas) con respecto al colapso de la URSS. La saga, aunque iba cuesta abajo y cada película y serie eran peores o hacían menos dinero/audiencia, siempre fue fiel a si misma. Tal vez era un problema ya que también se volvía endogámica (la última, Star Trek Némesis era incomible, llena de chistes que solo harían gracia al Trekkie más recalcitrante), pero también entiendo que ignorar a sus principios al hacer el ‘reboot’ de la saga hubiera sido un problema.
Digo que ahora entiendo (no lo entendía así antes de entrar a la sala) que con Star Trek no hubiera funcionado un buen reseteo de la misma forma que le ha ido tan bien a 007 o Batman. En el caso de James Bond probablemente funcionó porque era obvio lo obsoleto de su estilo (gracias a la trilogía de Bourne, de las cuales Casino Royale es una buena copia), al tiempo que no había la misma legión de fans seguidores que echarse a la yugular de productores y guionistas ante cualquier violación de su vaca sagrada (y Craig David calló la boca a todos los que dijeron algo). En Batman, era evidente que la continuidad de las películas estaba muerta, al tiempo que había una mitología propia de la que beber, en su caso el Año Uno de Frank Miller. Es verdad que a Star Trek le hacía falta un lavado de cara, pero ni había mitología alternativa para justificar el cambio ni han faltado nunca seguidores dispuestos a enviar antrax en polvo con la siguiente felicitación navideña a cualquier guionista/productor rebelde, (cosa que por cierto me extraña que nadie haya hecho ahora con quien todos sabeis -ejem-.)
A mi esta undécima película me ha recordado mucho a Superman Returns: en aquel caso una cosa a medio camino de todo, que no ‘reiniciaba’ pero tampoco seguía la saga, que a nadie convenció completamente. Aun siendo espectacular por momentos, seguía teniendo ese humor infantilón, la ñoñería, los personajes de gominola y la simplificación de todo que la hacía inmasticable, al mismo tiempo que tampoco era entretenida que te cagas. Star Trek al menos no comete uno de sus pecados, es muy entretenida, no pierde tiempo en presentar a los personajes (se da por hecho que se les conoce, incluso a los nuevos espectadores) y chapeau, van a conseguir lo que quieren: taquilla y nuevo público, chavalería que será capaz de reengancharse a la serie. Y cuidao con la palabra que uso: chavalería, porque a los de nuestra edad estas cosas no nos convencen ya nada.
Tal vez los trekkies estén encantados (‘tal vez’, no digo ‘seguro’ que es lo que se suele decir en estos casos: ni los trekkies ni ningún otro fan de nada son tontos) con ver como se han conocido todos sus personajes clásicos: Uhura, Chekhov, McCoy, Scotty y por supuesto Spock y Kirk (si, me sé de memoria sus nombres), ¡incluso yo mismo he disfrutado al ver la reconstrucción del escenario del Kobayashi Maru! Pero le ha faltado un buen golpe de timón, solo ha sido un rediseño estético, le ha faltado fuerza. Será que estoy viendo ahora mucho Battlestar Galactica (y el siguiente post va para ella), y ojo, no le pediría a Star Trek la misma oscuridad, pero si me esperaba en esta un tono más maduro y/o serio. No he llegado conectar en ningún momento con los personajes ni con la historia, que más que entretenida se me ha hecho corta, y constantemente pasaban cosas que me parecían metidas con calzador, que aunque coherentes con el estilo Trek, me resultaban facilonas, ingenuas, casi infantiles. Empezando por lo peor ¿por qué ese humor tan tontorrón?, y en adelante ¿cómo creerse que Kirk y Scotty consigan de esa manera sus puestos? ¿Qué hay de todas aquellas ideas tecnológicas tan futuristas que nos presentaba la serie original? ¿Por qué volver a cosas tan vistas como viajes en el tiempo; puede haber algo más ridículo que esa ‘materia roja’? ¿Esperaban que con ese tal Nero nos acojonasemos algo? ¿Por qué la nueva banda sonora, con lo que molaba la de Goldsmith? ¿Por qué el final me ha resultado tan precipitado? Y sobre todo, después de las cosas que pasan, ¿dónde queda esto dentro de la continuidad con la serie? ¿Va a ser como cada capítulo de los Simpsons, donde pase lo que pase, nunca hay nada que afecte al resto de episodios?
La BSO de la primera película, de Jerry Goldsmith
Es curioso porque me acuerdo de La Amenaza Fantasma, de todo lo que me gustó -y me sigue gustando- y de todo lo que se dijo de ella (poco más o menos lo que ahora digo de esta), y que probablemente si se estrenase ahora me huelo que pertenecería al mismo bando. Incluso, recordadlo, el año pasado nos pasó parecido con Indiana Jones (aunque yo fuí más indulgente, posiblemente condicionado por mi amor incondicional a la saga), pero todo viene a ser lo mismo: llega una edad en la que los huevos los tenemos demasiado negros para seguir disfrutando de estas cosas sin más, sin un ejercicio consciente de bajar la guardia (pues antes nos comíamos lo que nos echasen). Lo mismo cuando la vuelva a ver me gusta más, pero puedo decir que esta nueva entrega es Star Trek al cien por cien, para lo bueno, y para sobre todo, para lo malo. Por lo demás, me alegro por los trekkies clásicos, que estan de enhorabuena, pues vuelven a tener saga para rato.
¡Larga vida y prosperidad!
(Lo dicho, será que he visto mucho Battlestar Galactica, y vuelve uno a ver algo de Star Trek… y pasa lo que pasa. Porque Battlestar tiene tela nenes, tiene mucha tela.)